¿Los enfermeros tienen “la habilidad para escribir?”

¿Por qué escriben los enfermeros? Las respuestas aceptables son sencillas e incluyen compartir conocimientos e información, debatir cuestiones profesionales, difundir ideas y resultados de investigación, avanzar en el conocimiento y elaborar un currículum vitae profesional. Son objetivos perfectamente válidos, pero en sí mismos conducen a una literatura profesional tediosa y plagada de artículos que jamás serán examinados, salvo por sus autores.

Los enfermeros deben escribir artículos que la gente disfrute leer. La observación de William Zinsser de hace más de 40 años en su clásico “Sobre escribir bien” es tan cierta hoy como lo será dentro de 100 años: “(El escritor) todavía sigue atado a la vieja tarea de decir algo que otras personas quieran leer”¹. Esto debería ser obvio e indiscutible, pero décadas de consejos y restricciones de supervisores académicos, editores de revistas y revisores de manuscritos, que afirman que la redacción profesional debe ser imparcial, fáctica, formal, escrita en tercera persona y con referencias a la enésima potencia, han quitado mucha vida a la literatura de Enfermería. Cuando investigaba sobre cuidados paliativos pediátricos, recuerdo vívidamente un artículo que señalaba la “...notable falta de debate sobre la importancia del amor de los padres en la literatura sobre cuidados intensivos pediátricos”². Fue un momento en el que el tiempo casi se detuvo. ¿Cómo podría alguien llegar a entender el mundo de los cuidados intensivos infantiles sin comprender el sentimiento de fusión, el temple, el amor y el miedo que invaden a todos los padres? Fue en ese lugar donde los padres pudieron ver a su hijo con vida por última vez. Prácticamente podía ver al ejército de consultores de redacción diciendo: “Elimine la palabra ‘amor’. Está mal vista, es demasiado emotiva e inapropiada para el artículo académico que está escribiendo”.

No es que los enfermeros no puedan redactar bien. Cuando escriben sobre Enfermería fuera de los límites de la literatura profesional, los resultados pueden ser tan asombrosos como informativos³. La tragedia de la literatura de Enfermería profesional es que a menudo se considera “marginal” o “populista” y se margina como “literatura gris”, cuando en realidad exhibe toda la paleta de matices que los escritores de Enfermería deben usar para revelar y explorar las incontables facetas de la profesión, la atención y las profundas experiencias humanas sobre enfermedades, lesiones, pérdidas, recuperación, envejecimiento y la relación enfermero-paciente/usuario, entre muchos otros aspectos.

Aquí, las revistas profesionales que imponen gran cantidad de pautas e “instrucciones para autores” no son las únicas responsables. La situación ha empeorado exponencialmente con la expansión de editoriales depredadoras y su interminable lista de “revistas” y “conferencias” de pésima calidad⁴. En ninguna parte del mundo, habrá académicos de Enfermería EXENTOS de recibir la avalancha diaria de correos electrónicos no deseados, en los cuales estos estafadores envían una “invitación” para publicar en sus revistas, unirse a sus “consejos editoriales” o exponer en sus “prestigiosas conferencias”. Es difícil sobrestimar el daño que hacen estos impostores, no solo a la credibilidad y al respeto propio de la Enfermería, sino también al oficio de la escritura profesional. En pocas palabras, las editoriales depredadoras aceptarán cualquier material para “publicar” o “presentar”. No importa en lo más mínimo lo deficiente que sea la redacción, siempre y cuando se realice el pago. ¿Por qué un enfermero dedicaría los días, semanas o meses necesarios para convertir y perfeccionar un artículo en un trabajo coherente, persuasivo y articulado que luego será sujeto a revisión, cuando una revista depredadora publica todos los borradores sin sentido que se le envíen?

No exijo un “lenguaje rebuscado” y desenfrenado ni un triunfo del estilo sobre la sustancia, pero una pizca de estilo sin duda aumentaría la cantidad creciente de artículos publicados. En otras áreas de la escritura, las personas tienen sus “autores favoritos” cuyas obras esperan, leen y disfrutan compartir. Pueden ser periodistas, ensayistas o novelistas, pero seguramente tendrán algo que decir y sabrán decirlo bien. ¿El trabajo de muchos enfermeros escritores es visto de la misma manera, o bien sus próximos artículos se esperan con gran impaciencia?

¿Qué debemos esperar de la literatura de Enfermería? Se seguirán publicando cientos de informes de investigación, repletos de “pálidos hallazgos”⁵ y que concluyen que “es necesario realizar más investigaciones en esta área”. Los artículos de opinión más serios corearán que “el liderazgo de Enfermería es vital”, que “la Enfermería está en una encrucijada”, que “se necesitan más recursos” para algo o para todo, que es inaceptable brindar atención deficiente, entre miles de clichés que no necesitamos volver a escuchar.

A veces imagino una literatura de Enfermería tan llena de grandes escritores y escritos que la profesión podría tener sus propios eventos mundiales de “Semana de los escritores” o “Feria del libro” que atraigan no solo a enfermeros y profesionales de la salud, sino también al público en general que nos digan que han aprendido mucho sobre Enfermería, salud y cuidados leyendo a sus autores favoritos y escuchando sus podcasts y audiolibros. ¿Tiene la Enfermería la “la habilidad para escribir” para hacer esto realidad?

Referências

• ¹
  Zinsser W. On Writing Well (30th Anniversary edition). New York: Harper Collins; 2012.
• ²
  Gillis J, Rennick J. Affirming parental love in the pediatric intensive care unit. Ped Crit Care Med. 2006;7(2):165-8.
• ³
  Case M. How to Treat People: A Nurse at Work. London: Penguin Books; 2019.
• ⁴
  Watson R. Predatory journals and the pollution of academic publishing. J Nurse Manag. 2019;27(2):223-4. https://doi.org/10.1111/jonm.12739
  » https://doi.org/10.1111/jonm.12739
• ⁵
  Thorne S, Darbyshire P. Land Mines in the Field: A Modest Proposal for Improving the Craft of Qualitative Health Research. Qual Health Res. 2005;15(8):1105. https://doi.org/10.1177/1049732305278502
  » https://doi.org/10.1177/1049732305278502

Fechas de Publicación

• Publicación en esta colección
  15 Jul 2022
• Fecha del número
  2022