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Vivir Bajo una Pared Escarpada: La Otra Fachada de Mujeres Chinas

RESUMEN

Objetivos:

Mientras que el feminismo está cobrando más atención internacional tanto en los medios de comunicación tradicionales como en los nuevos, y los esfuerzos colectivos como #MeToo están generando más influencia visible en las sociedades, pensamos que las historias personales de las mujeres también merecen la pena ser contadas.

Provocaciones:

Este trabajo comienza con una joven quien deseó ser una profesora porque era una vocación "doméstica" y "perfecta para el matrimonio", pero ahora lleva una vida completamente distinta: realiza una investigación sobre funerales. Ofrecemos una visión cronológica de cómo se ha producido esa transición y las motivaciones detrás de ella; lo más importante, demostramos abiertamente las expectativas y los estereotipos hacia las mujeres en la sociedad y cultura china. No obstante, el objetivo sigue siendo orientar la mirada hacia las mujeres con una perspectiva abierta, construir una ‘ella’ como individuo y viva en vez de una ‘ella’ en los programas de televisión o de las obras literarias.

Conclusiones:

Creo que el hecho de narrar es necesario, ya que contribuye a las narrativas de las mujeres en una dimensión internacional, al reconocer los esfuerzos y las luchas durante el proceso de crecimiento y autoidentificación, y destaca el papel que la sociedad y la educación desempeñan. La conclusión sigue a la historia personal, y hace hincapié en la lucha continua contra los estereotipos y las desigualdades.

Palabras clave:
historia personal; sociedad; educación; estereotipo; China

ABSTRACT

Objectives:

While feminism is arousing international debates on traditional and new media, collective efforts such as #MeToo are generating visible influences on societies as well, under such collectiveness, I still believe personal stories of women are also worthy of telling.

Provocations:

This provocation intends to start with a young girl who wished to be a teacher as it was ‘domestic’ and ‘perfect for marriage’, but now has stepped into a different river, conducting funeral studies in a remote village in China. It offers a chronologic view of how that transaction has occurred and why is that. More importantly, it tries to publicly present the expectations or stereotypes of Chinese culture and society, yet the ultimate goal is to lead the ‘gaze’ towards a Chinese woman to a broader perspective, to build an individual and living ‘her’ in a broader world rather than a ‘her’ on television programs or literatures.

Conclusions:

I believe such telling is necessary as it contributes to the narratives of women in an international dimension by recognizing the efforts and struggles required for a woman’s growth and self-identification process and by highlighting the role that society and education have played. The conclusion follows after the personal story, and it highlights the continuous fight against stereotypes and inequalities.

Keywords:
personal story; society; education; stereotype; China

Después de dar varias vueltas sobre este trabajo, estaba pensando ¿Cómo puedo evitar reforzar el estereotipo hacia las mujeres chinas mientras hablo sobre las mujeres exhaustas en la contemporaneidad como una mujer china? Dado que el agotamiento proviene del estrés y las opresiones prolongadas de la cultura y de la sociedad, intento ofrecer mi historia para demostrar que, contrario a los estereotipos, una mujer puede llegar mucho más lejos de lo que dictan estas expectativas sociales y culturales. Por otro lado, aunque la evaluadora me quiere convencer de contar mi historia con más confianza, mi intención nunca es llamar la atención desde mi individualidad, sino llamar la atención a los esfuerzos que debe hacer una mujer cuando esté llevando a cabo su vida personal y profesional. También voy a ofrecer algunos ejemplos de los dilemas, pero el punto de salida sigue siendo orientar las miradas hacia una verdad: que somos capaces de navegar contra los estereotipos.

Nací y crecí en un pueblo pequeño, terminé mi primaria en el pueblo, y luego me enviaron a la ciudad para la secundaria, pues había allí una mejor calidad de la educación. Para una familia china, nunca está de más enfatizar la importancia de la educación. Durante los 6 años de la secundaria me estuve mudando constantemente a casas distintas: las de mis tíos y tías, con un único objetivo: la educación.

En sexto año de la primaria, tuve por primera vez clases de inglés. En aquel momento no sabía qué podría hacer con el idioma porque los extranjeros aparecieron como si fuesen una invención de la televisión. Desde la secundaria he tenido más oportunidades de estudiar inglés, la materia se llamaba Oral English Class y era impartida por profesores de Kenia y Filipinas. La clase oral es una asignatura separada de otra clase de inglés convencional que se centra en los vocabularios y gramática. Sin embargo, al comienzo de cada semana me animaba, pues tenía clases de inglés los lunes por la tarde. Recuerdo la curiosidad que tuve cuando vi a mi primer profesor de Oral English, mis compañeros y yo fuimos a preguntarle si podíamos tocar su piel, porque era oscura. Nos lo permitió. Fue esta experiencia la que me hizo entender que en el mundo viven gente de diferentes orígenes y tienen rostros y presencias distintos.

Para un adolescente en China, la tarea más importante es prepararse para el Gaokao, el examen para entrar a la universidad. Sin embargo, siempre me obsesionaron las letras y la literatura. A pesar de estar constantemente estresada por estudiar, recuerdo haber leído un poco de Henry David Thoreau, Natume Kinnosuke, entre otros. Las novelas me hicieron imaginar tierras muy remotas, que muchos años después pude conocer con mis propios ojos.

Estudié filología inglesa en mi carrera de grado, y quería convertirme en traductora de obras literarias. Estudiar el idioma me abrió la puerta aún más a las literaturas inglesas. Conocí a mi primer novio durante la universidad, y mi proyecto de vida era casarme con él y conseguir ser profesora. Era la profesión más ‘Doméstica’, en otras palabras, perfecta para un matrimonio. Pero, la relación no terminó bien. Al graduarme conseguí una oportunidad de trabajo en el Colegio «Gimnasio Campestre Reino Británico» cerca a Bogotá, Colombia, bajo el aval de los programas de institutos Confucio.

Antes de marcharme para Colombia, lo único que sabía sobre Colombia era Gabriel García Márquez. La primera obra de Gabo que leí fue El Amor en los tiempos del cólera, traducido al mandarín, cuando cumplí los 18 años. Al cumplir los 22 años, fui al país donde crecieron el médico Urbino, Fermina Daza, y lo más importante, donde estaba Macondo. Aproveché las vacaciones que tuve y fui a Aracataca, donde Gabo nació. Recuerdo en la estación de autobús el revisor de tiquetes, le gritaba al conductor: «¡A Macondo!», refiriéndose a mi destino. En aquel momento me parecía increíble que hubiese viajado tanto para ver el lugar donde vivió mi escritor favorito, era una sensación rara y verdadera. De repente, los dramas del libro lograron cobrar vida. En los dos años en Colombia me esforcé para aprender el español con mis compañeros del colegio. Además, durante mi segundo año en Colombia, hice un pequeño viaje a Amazonas, que marcó un rol significativo en mi proyecto de vida actual.

Cabe señalar que los dos años en Colombia me sirvieron como una mirilla para ver el mundo. He tenido compañeros de trabajo de Rusia, Australia, Brasil, Japón, etc. También esta experiencia fue la que me plantó la idea de que «necesito más educación».

El regalo que me dio Colombia no fue solo dos años maravillosos, sino también el idioma. Al cumplir los 25 años recibí la oferta del máster en Estudios Latinoamericanos de la universidad de Granada en España. Andalucía es un lugar con mucho sol y tranquilidad, y allí, en la universidad, también pude ver muchas más piezas del mundo, conociendo compañeros de México, Argentina, Turquía, entre muchos otros. Cuando tuve que decidir el tema de mi Trabajo Final de Máster (TFM), me acordé de aquel viaje a Amazonas. Tenía mucha curiosidad sobre Leticia, donde Colombia hace frontera con Perú y Brasil. En mi TFM, trabajé la castellanización de Leticia bajo la dirección del profesor Ángel Acuña Delgado, un distinguido antropólogo. De esta manera entré al mundo de la antropología.

Cuando estaba realizando mi máster en Granada, participé por primera vez en la manifestación de M81 1 . La manifestación de M8 es la manifestación en el día internacional de las mujeres, el día 8 de marzo. . Estaba bastante ilusionada porque nunca había visto a las mujeres juntarse y actuar de esa manera y, lo más importante, arrojar luz sobre temas tan importantes. Me animaba mucho cada vez que participaba y de cierto modo me dio fuerza para enfrentar los retos y problemas en la vida.

El TFM me hizo pensar sobre mi etnia, pues soy de una comunidad étnica diferente del lugar donde estudiaba, así que decidí seguir en la antropología, y trabajar en los rituales funerarios en una aldea china que dispone de características étnicas propias. Mirando hacia atrás, ya estaba muy lejos del proyecto de «casarme para ser ama de casa», pero estaba (y estoy) muy contenta.

La aldea se localiza en el sur de China, donde prefieren el enterramiento a la cremación. Tales rituales son realizados por un grupo de taoístas y ritualistas, quienes son todos hombres. Con el objetivo de recopilar datos suficientes, tenía que conversar con ellos, consultarles y entrevistarlos. En muchos casos, han sido conversaciones fructíferas, me contestan y me tratan con paciencia y generosidad. Entonces, se preguntarán, ¿qué esfuerzos adicionales te imponen? A continuación, citaré algunos ejemplos.

En el verano de 2021 fui a un funeral para tener un marco del proceso. La humedad y temperatura en el sur de China, especialmente en una zona montañosa, hacen más incómoda esta observación. Mi informante W, quien forma parte del grupo de taoístas, me presentó a todos sus compañeros. Después del almuerzo la temperatura subió más, poca gente tenía la energía para moverse y pensé que ese era un buen momento para hablar con los taoístas.

He de decir que aquí, en mi sitio de estudio, los funerales duran varios días sin cesar, excepto para comer y los taoístas se turnan para dormir. El anfitrión vacía un(os) cuarto(s) o un salón grande para que puedan descansar. Pero, durante el funeral, los espacios son públicos/abiertos, es decir, no se le prohíbe la entrada a nadie.

Fui directamente al salón de los taoístas con mi móvil y cuaderno. Entré, y pasaron unos segundos que se me hicieron eternos. Todos los taoístas estaban sin camisetas. Para una mujer, sin importar si es etnógrafa o no, estar en el mismo cuarto con hombres sin camisetas que no le provoquen incomodidad sería el de una exhibición de Michelangelo. Pero yo entré a ese cuarto de taoístas, y entré con intención de hacer entrevistas. Tardé unos segundos desde la entrada hasta llegar al taoísta con quien quería hablar; no quería huir o esconderme al verlos sin camiseta porque no quería teñir el ambiente silencioso de un color sexual, además, sabía perfectamente para qué venía. Intenté actuar de forma normal con mi presencia, rostro y movimiento, pero por dentro estaba gritando silenciosamente con esta normalidad lo siguiente: «por favor, vengo para la entrevista, solamente eso». No obstante, no aguantaba más la incomodidad y hui tras dos o tres preguntas. Después de esto, no pude hacer más preguntas a cualquier taoísta sin recordar aquellos momentos, incluso en un espacio público. Y, más aún, cuando un taoísta empezó a ligar conmigo, tampoco pude actuar con normalidad sin recordar los segundos en ese cuarto. La incomodidad me poseyó hasta el final de la observación.

El confucianismo destaca que un hombre decente no debería parar «bajo una pared escarpada» porque puede que colapse. Un hombre moral tiene que evitar los peligros que puedan herir su virtud. Y en esa ocasión, ¿mi virtud ha sido herida? La respuesta es obviamente NO, pero también sé que recibiría críticas si alguien me viera con un grupo de hombres sin camisetas porque yo no evité esa «pared escarpada». Ser una investigadora ha sido mi camuflaje perfecto, pero he aquí una pregunta esencial, ¿por qué necesito un camuflaje?

Al presentarme ante los vecinos como investigadora de funerales, he logrado conocer a la mayoría de los residentes de la aldea, aunque con algunos no he podido hablar mucho. Un día, mediante una charla entre ancianos al lado del camino, un anciano me elogia enfrente de mi familia - el culto a los antepasados y la fuerte veneración por los mayores hace al hecho de que una persona de generación mayor critique o elogie a un joven un gesto bastante normal. Su comentario sobre mi presencia en la aldea era: «es como si fuese un hombre» o «actúa como si fuese un varón».

Sin embargo, me hizo pensar después de la charla: ¿cuáles comportamientos o cualidades mías han llevado a este comentario?, si bien no lo llamaría exactamente un «elogio». Creo que han sido los momentos en los que empecé la conversación, que no demostré miedo a la muerte, o que no cerré la puerta a más oportunidades. Es decir, en tales ocasiones, si una mujer, sin importar si es etnógrafa o no, demuestra cualidades como confianza, entusiasmo, sentido del humor, entonces se le considerará «un hombre». Me ha costado procesar tal comentario como un verdadero elogio, pero tampoco era mi intención iniciar una manifestación en la aldea.

Según Hammersley y Atkinson (1994Hammersley, M, & Atkinson, P. (1994). Métodos de investigación. Paidos.), la feminidad puede ser un privilegio durante la investigación de campo, ya que en ciertos sentidos la masculinidad puede ser manipulada debido a la «inofensividad» de la feminidad. Sin embargo, en este caso, la feminidad desapareció bajo las expectativas o, dicho de otra forma, bajo los estereotipos hacia las mujeres. Y si consideramos esta investigación de campo un ‘rite de passage’ personal (Clifford, 1986Clifford, J. (1986). On ethnography allegory. In J. Clifford, & G. E. Marcus, Writing Culture: The poetics and politics of ethnography (pp. 98-121). University of California Press.), parece que ya he pasado la fase liminal (Gennep, 1960Gennep, A. (1960). The rites of passage. University of Chicago Press.) y he llegado a conseguir una identidad y género nuevo, los de un hombre, aunque fuera contra mi propia voluntad.

Por tanto, mi otra pregunta es: ¿por qué tengo que «ser un hombre» para merecer tales cualidades específicas (o buenas)? ¿Acaso las mujeres no pueden ser seguras de sí mismas, o tienen que esperar a que otra persona empiece la conversación?

Esta línea de pensamiento me llevó a otra pregunta: ¿cuáles son las expectativas que nos imponen tales esfuerzos adicionales de reconocerme como un hombre?

Confucio no ha oprimido directamente a las mujeres, pero el Confucianismo y el neo-Confucianismo han excluido a las mujeres en sus obras. Además, el Taoísmo promueve la característica de Yin-Yang, pero el Yang (masculino) es considerado superior por naturaleza, así que tal creencia enfrenta a las mujeres con los hombres en un lugar naturalmente injusto (Orozco, 2017Orozco, D. (2017). Confucius vs. the Women of China: A feminist struggle (Doctoral Thesis, California State University, Long Beach). https://scholarworks.calstate.edu/concern/theses/r207tr32t?locale=it
https://scholarworks.calstate.edu/concer...
). Asimismo, durante la investigación de campo, he notado que los funerales para los dos géneros son distintos. El funeral de una mujer en la aldea se destaca bastante y se dedica mucho tiempo a «limpiar» el cuerpo y el espíritu. Es decir, el cuerpo de las mujeres es considerado sucio. Supongo que de aquí extraemos algunas palabras claves para contestar la pregunta anterior: la inferioridad y la suciedad.

Hablando más concretamente, dentro de una disciplina, cuando una mujer está aplicando la metodología rudimentaria para su estudio, (en mi caso: realizar la etnografía, hacer las entrevistas y conversar con mis agentes) no podemos evitar las labores emocionales y psicológicas adicionales que conllevan; y cómo podemos imaginar cuando las mujeres entran en esta vida sin la identidad de investigadora, vivir la vida siendo meramente una mujer, ¿qué incomodidades y estreses tendrán que pasar y procesar?

Retomando la situación anterior, bajo un ambiente cultural especifico, el coste de ser ‘ella’ es perder su identidad y convertirse en un ‘él’. La estrategia de ser inofensiva despoja los atributos de género. Pero, si combinamos las dos situaciones, una ‘ella’ no va a lograr ser un ‘él’. Además, desde mi perspectiva como una etnógrafa, sé que en el caso específico no es necesario ser ‘él’ para recopilar los datos necesarios, aunque podría decirse que los atributos femeninos me facilitaron, en cierto sentido, la recopilación de datos. A pesar de las incomodidades e inseguridades, he conseguido entrevistar a mis informantes siendo ‘ella’. Pero eso no quiere decir que yo no deseo una sociedad donde no tuviera que temer o huir de un cuarto lleno de hombres sin camisetas. Al contrario, deseo que pueda realizar la etnografía siendo completamente ‘ella’. Deseo llevar a cabo el proceso reflexivo y el análisis de datos con seguridad de la cantidad y la calidad de dichas informaciones. Estoy contenta de ser ‘ella’, pero quiero estar más contenta y cómoda, y menos exhausta.

Volvemos a la historia personal, pienso que la literatura ha desempeñado un papel significante para llegar donde estoy ahora. Haber nacido y crecido en un pueblo remoto de una ciudad poco conocida, no me niega el acceso a los abundantes materiales internacionales. Estudiar dos idiomas también me abrió puertas para explorar la vida profesional. La transición de una chica deseando ser ama de casa a una mujer deseando estudiar las etnicidades y los funerales ha tardado mucho tiempo. El camino ha sido agotador, pero es posible. La fachada de ser una mujer china está marcada por confucianismo, la jerarquía, etc., pero la otra fachada es la exploración continua de potenciales personales, de conocimientos y habilidades, la continua lucha hacia la ruptura de los estereotipos y desigualdades que tanto peso emocional y psicológico imponen sobre nosotras como mujeres.

REFERENCIAS

  • Clifford, J. (1986). On ethnography allegory. In J. Clifford, & G. E. Marcus, Writing Culture: The poetics and politics of ethnography (pp. 98-121). University of California Press.
  • Gennep, A. (1960). The rites of passage. University of Chicago Press.
  • Hammersley, M, & Atkinson, P. (1994). Métodos de investigación. Paidos.
  • Orozco, D. (2017). Confucius vs. the Women of China: A feminist struggle (Doctoral Thesis, California State University, Long Beach). https://scholarworks.calstate.edu/concern/theses/r207tr32t?locale=it
    » https://scholarworks.calstate.edu/concern/theses/r207tr32t?locale=it
  • Clasificación JEL:

    M1.

  • # de revisores invitados hasta la decisión:
  • 1
    . La manifestación de M8 es la manifestación en el día internacional de las mujeres, el día 8 de marzo.
  • Evaluadoras:

    Dos evaluadoras no autorizaron la divulgación de sus identidades.
  • Informe de revisión por pares:

    Las evaluadoras no autorizaron la disponibilidad del informe de revisión por pares.
  • Derechos de Autor

    Los autores poseen los derechos de autor relacionados con el artículo y otorgaron a RAC el derecho de primera publicación, estando la obra simultáneamente bajo la licencia Creative Commons Attribution 4.0 International (CC BY 4.0).
  • Verificación de Plagio

    RAC mantiene la práctica de enviar todos los documentos aprobados para su publicación para verificar si hay plagio, utilizando herramientas específicas, por ejemplo: iThenticate.
  • Financiación

    El autor informa que no hubo apoyo económico para realizar este trabajo.
  • Método de Revisión por Pares

    Este contenido fue evaluado mediante el proceso de revisión por pares doble ciego (double-blind peer-review). La divulgación de la información de los revisores en la primera página y el Informe de revisión por pares sólo se realiza después de que se haya completado el proceso de evaluación, y con el consentimiento voluntario de los respectivos revisores y autores.
  • Disponibilidad de Datos

    RAC fomenta el intercambio de datos pero, de conformidad con los dictados éticos, no exige la divulgación de ningún medio para identificar a los sujetos de la investigación, preservando la privacidad de los sujetos de la investigación. La práctica de los datos abiertos tiene como objetivo permitir la reproducibilidad de los resultados y garantizar la transparencia ilimitada de los resultados de la investigación publicados, sin exigir la identidad de los sujetos de la investigación.

Editado por

Editor-jefe:

Marcelo de Souza Bispo (Universidade Federal da Paraíba, PPGA, Brasil)

Editoras invitadas:

Ludmila de V. M. Guimarães (Centro Federal de Educação Tecnológica de Minas Gerais, Brasil)
Deidi Maca (Universidad Santiago de Cali, Colombia)
Josiane Silva de Oliveira (Universidade Federal de Goiás, Brasil)
Janaynna de Moura Ferraz (Universidade Federal do Rio Grande do Norte, Brasil)
Luiza Farnese Lana Sarayed-Din (Universidade Federal do Rio de Janeiro, Brasil)
Andrea Poleto Oltramari (Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil; Universidade de Lisboa, SOCIUS, Portugal)

Disponibilidad de datos

RAC fomenta el intercambio de datos pero, de conformidad con los dictados éticos, no exige la divulgación de ningún medio para identificar a los sujetos de la investigación, preservando la privacidad de los sujetos de la investigación. La práctica de los datos abiertos tiene como objetivo permitir la reproducibilidad de los resultados y garantizar la transparencia ilimitada de los resultados de la investigación publicados, sin exigir la identidad de los sujetos de la investigación.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    23 Oct 2023
  • Fecha del número
    2023

Histórico

  • Recibido
    21 Jul 2023
  • Acepto
    02 Set 2023
  • Publicado
    18 Set 2023
  • Publicado
    21 Set 2023
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