El reto de la docencia universitario en tiempos de la pandemia del COVID-19

La historia de este planeta ha sido larga y en ocasiones tortuosa. Hasta la fecha se han distinguido un total de cinco desapariciones de la vida en la Tierra: la gran oxidación; la extinción ordovícica-silúrica; la extinción devónica; la extinción pérmica-triásica; la extinción triásica-jurásica; y la extinción cretácica-terciaria. ¿Las causas? Muy variadas y diferentes: fenómenos de anoxia en el medio marino, competencia entre especies, cambios climáticos, vulcanología, colisiones de meteoritos, cambios en la órbita o en el campo magnético, o ataques de microorganismos que lograron consolidar epidemias(¹) .

Nadie hubiera imaginado que el 2020 sucedería lo que ocurrió. Las enfermeras del mundo estaban preparadas para celebrar el ‘Año de Florence Nightingale’, su año, y todo se vio truncado por una pandemia, parecida a la de la ‘Gripe de 1918’, que detuvo a todo el planeta. La Parca no cesó en su trabajo, que se vio facilitado por el final a una contienda bélica nunca vista hasta la fecha y unas condiciones de salud que distaban considerablemente de los que tenemos en la actualidad(²) . Aun teniendo muchos más medios, los profesionales sanitarios que trabajaban en la red del sistema nacional de salud español se vieron defendiendo a la población con todas sus fuerzas, y los docentes, que hasta ese momento trabajaban en las aulas de las universidades tuvieron que pasar a ‘la distancia propia de la virtualidad’ para seguir acompañando y enseñando a su alumnado.

No debemos olvidar, que el ayer y hoy de las enfermeras ha venido siempre marcado por cambios constantes que han obligado a una adaptación reiterada a los nuevos momentos(³) . Para nuestra generación, la pandemia del COVID-19 ha sido una situación totalmente nueva que nos ha exigido adaptarnos, generando cambios en muchos de los estímulos ambientales cotidianos: cambios en las rutinas, cambios en las relaciones con la familia y los amigos, y como no, cambios en el entorno de aprendizaje. Por otro lado, nuestras prioridades pasaron, y han pasado, a ser otras, donde la gente llegó a perder su puesto de trabajo, o lo vio peligrar, provocando así que sus necesidades básicas de seguridad y estabilidad no se vieran cubiertas. Pero, sobre todo, las personas sintieron una permanente amenaza, en la que la situación de alerta fue una constante de incertidumbre ante el futuro, ocasionando que la convivencia se convirtiera en un camino complicado fruto de un confinamiento que nos costaba asumir y entender. Este sentir supuso un importante coste emocional para el alumnado, que se vio materializado en trastornos del sueño, trastornos de la alimentación o simplemente en trastornos de la conducta, situaciones que fomentaron la aparición de un considerable negativismo activo ante las tareas a las que debían enfrentarse y ante la ganancia de una dinámica social extraña. Todo ello dificultó nuestra situación como docentes convirtiéndonos en ‘profesores a tiempo total’ con un alumnado que tenía miedo, con un alumnado que vivía en la incertidumbre, con un alumnado que necesitaba ser acompañado. Y este acompañamiento, tanto al alumnado como a sus familias, se tuvo que realizar desde los centros educativos, donde tuvimos que facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje, no solo en lo académico-curricular, sino también en aspectos afectivos, convirtiéndonos en un ‘super-dad académico’ que procuraba apoyar y acompañar en el proceso educativo de manera integral. Y ello en un panorama en el que no todo el alumnado tenía un mismo contexto, medios, espacio o capacidad de adaptación.

Para nosotros, como docentes universitarios, fue imprescindible la coordinación. Si, la del equipo docente, para dosificar la cantidad de tareas asignadas al alumnado, para definir la cantidad de actividades globales a la que debían enfrentarse cada alumna y alumno que estaba a nuestro cargo, y el tiempo máximo diario de dedicación, y, además, para valorar el grado de dificultad y los diferentes ritmos en el proceso de aprendizaje(⁴) . Incluso, acordamos una serie de orientaciones prioritarias que debíamos seguir como profesores: favorecer la autonomía del alumnado en la realización de las tareas académicas; ofrecer actividades variadas, no solo de las áreas instrumentales, buscando una educación integral que incluyera actividades creativas, y aprovechando la comunicación realizada mediante las TIC; fomentar la expresión de emociones y sentimientos ante esta situación, ofreciendo tareas diferentes en las que pudieran expresarse (dibujar como se sienten, escribir un diario, cartas o post sobre sus vivencias de estos días), para enviar a sus familiares, a sus profesores y profesoras o a sus compañeros y compañeras; diversificar las tareas según las necesidades de cada alumno o alumna y, como no, de sus familias: ejecutar tareas básicas con los criterios mínimos para realizar por todos, tareas complementarias y tareas de ampliación de carácter voluntario; y por último, animar al alumnado a intercalar actividades lúdicas con actividades docentes que curricularmente eran necesarias(⁵) . Fueron muchos los consejos, que en ese acompañamiento, el profesorado le hizo llegar a su alumnado como: a evitar la sobreexposición continuada a medios de comunicación y noticias sobre el virus, el estado de alarma, y todas aquellos ‘mensaje tóxicos’ que nos perturbaron día tras día; a mantener un horario y una rutina diaria, buscando estabilidad horaria de lunes a viernes; a potenciar que el alumnado mantuvieran el contacto social con sus iguales, por teléfono, por videollamada, por las redes sociales que en ese momento se convirtieron en nuestras ventanas al mundo; a mantener la tranquilidad, que trasmitimos con nuestro buen hacer, aunque en muchas ocasiones ni siquiera la tuviéramos como personas. Y sobre todo, que el profesorado fuera, en cada momento, un elemento de ayuda y acompañamiento, más allá del currículo, ayudando al alumnado a vivir este momento tan estresante con serenidad, a saber convivir de otra manera, una manera desconocida hasta la fecha, y a reconocer agradeciendo cada una de las muestras sociales de solidaridad que fueron poco a poco surgiendo para poder sobrellevar, de alguna manera, este trágico evento(⁶) .

Pero, aun así, la vida ha continuado, y poco a poco volvimos a recuperar una ‘normalidad extraña’, volvimos a recuperar un día a día que no se parecía a aquel día a día que se quedó en marzo del 2020, porque desde ese momento nos convertimos en hombres y mujeres completamente diferentes, con otros miedos, con una forma diferente de actuar, con una óptica ajena a la que en tiempos pretéritos nos había acompañado. Dice Toba Beta que “una persona positiva fluye con lo inesperado”, y esto ha sido lo que nos ha sucedido, hemos fluido y logrado superar este ‘obstáculo’ que quiso venir a desdibujar nuestro mundo y que nos ha ayudado a dibujar otro distinto.

REFERENCES

• ¹
  Gregory B. El fin del mundo y las extinciones: descubre los eventos que han causado. Domingo S, editor. Madrid; 2022.
• ²
  Pulido S. La Gripe Española: la pandemia de 1918 que no comenzó en España. Gac Med Villahermosa. 2018.
• ³
  Castro-Molina F-J. Abraham Maslow, human needs and their relationship with professional caregivers. Cult Los Cuid. 2018;22(52):102–8. https://doi.org/10.14198/cuid.2018.52.09
  » https://doi.org/10.14198/cuid.2018.52.09
• ⁴
  Barbosa-Granados S, Castañeda-Lozano W, Reyes-Bossio M, Barbosa-Granados S, Castañeda-Lozano W, Reyes-Bossio M. Experiencia docente con entornos virtuales en psicología del deporte, antes y durante la pandemia Covid-19. Rev Digit Investig en Docencia Univ. 2022;16(1). https://doi.org/10.19083/ridu.2022.1438
  » https://doi.org/10.19083/ridu.2022.1438
• ⁵
  Villalobos Vergara P, Barría-Herrera P, Pasmanik D, Villalobos Vergara P, Barría-Herrera P, Pasmanik D. Relación docentes-estudiantes y resiliencia docente en contexto de pandemia. Psicoperspect Indiv Soc [Internet]. 2022[cited 2022 Nov 10];21(2):131–43. Available from: https://www.psicoperspectivas.cl/index.php/psicoperspectivas/article/view/2567
  » https://www.psicoperspectivas.cl/index.php/psicoperspectivas/article/view/2567
• ⁶
  Capellar C, Kaise DE, Diehl TVA, Muniz GC, Mancia JR. Formação de enfermeiros durante a pandemia de COVID-19 no extremo sul do Brasil: estudo transversal. Esc Anna Nery. 2022;26(spe):e2:1–8. https://doi.org/10.1590/2177-9465-EAN-2021-0447pt
  » https://doi.org/10.1590/2177-9465-EAN-2021-0447pt

Fechas de Publicación

• Publicación en esta colección
  06 Feb 2023
• Fecha del número
  2023