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Estatidades en América Latina: realidades y desafíos en el doble interregno1 1 Agradecemos especialmente a la Comisión Editorial de la RBEUR y a los evaluaron nuestro artículo, quienes, con sus críticas constructivas, nos permitieron mejorar nuestros argumentos. Por supuesto, cualquier error u omisión es responsabilidad de los autores.

Estatalidades na América Latina: realidades e desafios no duplo interregno

Statehoods in Latin America: realities and challenges in the double interregnum

Resumen

Este artículo da cuenta de la renovada relevancia del Estado en un contexto caracterizado por lo que se denomina “doble interregno”. Esta categoría busca sintetizar el momento actual de disputa abierta tanto a nivel global, entre el espacio sino-asiático en expansión material y el espacio hegemónico en despliegue financiero, como a nivel latinoamericano, entre movimientos mercantilizadores y contra-movimientos redistributivos. Se sostiene que en la intersección de ambos interregnos se funden procesos que tienen como actor principal al Estado y que, en el escenario latinoamericano, han profundizado y dado continuidad a las históricas debilidades organizacionales e implicativas. Ello afecta a las estatidades en su capacidad de alterar la estructura productiva periférica, cualificar su posicionamiento global y resolver internamente los patrones excluyentes y desigualadores que dominan la región.

Palabras clave:
Estatidades; Desarrollo; Latinoamérica; Norte Global; Sur Global; Hegemonía

Resumo

Este artigo dá conta da renovada relevância do Estado em um contexto caracterizado pelo chamado “duplo interregno”. Esta categoria busca sintetizar o momento atual de disputa aberta tanto em nível global, entre o espaço sino-asiático na expansão material e o espaço hegemônico no desdobramento financeiro, quanto no nível latino-americano, entre movimentos de mercantilização e contra-movimentos redistributivos. Argumenta-se que na intersecção de ambos os interregnos se fundem processos que têm o Estado como ator principal e que, no cenário latino-americano, têm dado profundidade e continuidade às fragilidades históricas organizacionais e implicativas. Isso afeta as estatalidades em sua capacidade de alterar a estrutura produtiva periférica, qualificar seu posicionamento global e resolver internamente os padrões excludentes e desiguais que dominam a região.

Palavras-chave:
Estatalidades; Desenvolvimento; América Latina; Norte Global; Sul Global; Hegemonia

Abstract

This paper offers an account of the renewed relevance of the State in a context characterized by what is called “double interregnum”. This category seeks to synthesize the current moment of open dispute both at the global level, between the Sino-Asian space in material expansion and the hegemonic space in financial deployment, as well as at the Latin American level, between commodification movements and redistributive counter-movements. It is argued that at the intersection of both interregnums, processes that have the State as the main actor merge and that, in the Latin American scenario, they have deepened and perpetuated the historical organizational and implicative weaknesses. This affects the statehoods in their ability to alter the peripheral productive structure, qualify their global positioning and internally resolve the excluding and unequal patterns that dominate the region.

Keywords:
Statehood; Development; Latin America; Global North; Global South; Hegemony

We do not dance even yet to a new tune. But a change is in the air. John Maynard Keynes ([1924] 2010 KEYNES, J. M. The end of laissez-faire. In: KEYNES, J. M. Essays In Persuasion. London: Macmillan, 2010. p. 272-294., p. 272)

Introducción

En la actualidad, diversos factores confluyen y configuran un momento inédito, al menos, desde el siglo XVI cuando comenzara a configurarse el moderno sistema mundial bajo el dominio europeo. Uno de los hechos que vuelve notable a este presente es la reinstalación de la relevancia del Estado-Nación a escala global, en contraposición a los augurios de fines de siglo pasado sobre su dilución (OHMAE, 1995 OHMAE, K. The end of the nation state: The rise of regional economies. New York: Simon and Schuster Inc., 1995.). Sin embargo, se impone la necesidad de analizar las características de ese retorno, situar los contextos en los que emerge y destacar las diferencias entre los escenarios donde recupera presencia.

Asumiendo una perspectiva latinoamericana, y en función de reconocer esas especificidades en el contexto de la transformación global, se observa la presencia de un “doble interregno” entendido como un periodo entre dos procesos y/o una suspensión de un proceso previo hasta la definición de uno nuevo.2 2 Se entiende la categoría de interregno como un período de crisis con tendencias y contratendencias propias, que desencadenan una etapa marcada por la incertidumbre y la disputa abierta (GRAMSCI, 1981, p. 37). Milan Babic (2020) también recurre a esta idea para dar cuenta de la ausencia de una teoría de la actual crisis que atraviesa el Orden Internacional Liberal (OIL). GRAMSCI, A. Cuadernos de la cárcel. Tomo 2. Ciudad de México: Ediciones ERA, 1981; BABIC, M. Let’s talk about the interregnum: Gramsci and the crisis of the liberal world order. International affairs, v. 96, n. 3, p. 767-786, 2020. El carácter “doble” lo conforman el interregno global/sistémico, por un lado, y el regional/latinoamericano, por el otro. El primero se constituye desde la crisis de hegemonía estadounidense y la interrupción del proceso de expansión de posguerra y abre una tensión entre un nuevo espacio estatal que, reeditando bajo nuevas condiciones las transformaciones cíclicas (ARRIGHI, 1999 ARRIGHI, G. El largo siglo XX. Madrid: Akal, 1999. ), pasa de controlar la fase material de acumulación a representar una nueva fase financiera, otoñal (BRAUDEL, 1984BRAUDEL, F. El Tiempo del Mundo: Civilización material, economía y capitalismo, siglos XV-XVIII Tomo III. Madrid: Alianza Editorial, 1984.), frente a un espacio que opera como relevo mediante una nueva fase material y que se expresa en el renacimiento de Asia bajo el liderazgo chino.

En el segundo interregno, los movimientos a su interior se comprenden como la reiteración de las tensiones entre proyectos de mercantilización y proyectos redistributivos. Esta dinámica se origina con la interrupción del proceso de industrialización sustitutivo con distribución, que domina en la posguerra hasta los años setenta, y la instalación (dictaduras militares mediante) de proyectos mercantilizadores que, más allá de las especificidades nacionales, se consolidan en los años noventa. Su reedición en el siglo XXI, sin embargo, se experimenta durante la profundización del cambio cíclico sistémico y las transformaciones en la espacialidad del poder político y económico a partir del novedoso y articulado despliegue de las redes políticas (RPG) y económicas globales (REG).3 3 Las redes económicas globales (REG) se constituyen a partir de los flujos que articulan multilocalizadamente factores de producción, capital productivo y financiero, conocimiento y fuerza de trabajo, siendo estos elementos nodificados a partir de Empresas Transnacionales que enhebran una diversidad de actores con posicionamientos funcionales y espaciales desiguales. Las redes políticas globales (RPG) en cambio, se forman a partir de dispositivos conceptuales, programas de asistencia, entrenamiento y financiamiento, nodificados por estados centrales que actúan como controlantes de los OFI (FERNÁNDEZ; CARDOZO, 2012; WADE, 2004).

Una primera hipótesis de este artículo es que en ambos interregnos histórico-espaciales la estatidad recupera relevancia, pero bajo condiciones específicas que dan cuenta de los diferentes posicionamientos, comportamientos y desafíos que asumen los escenarios macro regionales, en especial el escenario latinoamericano. La especificidad refiere a las particularidades de las configuraciones estatales y a los vínculos de esas estatidades con el momento que diferentes espacios macro regionales ocupan en el ciclo sistémico durante el interregno global/sistémico. En esa especificidad contrastan las estatidades que han formado parte de las hegemonías del West (Europa occidental y Estados Unidos) y las que recuperan su protagonismo en Asia, primero bajo las “experiencias desarrollistas” (EVANS, 1995 EVANS, P. B. Embedded autonomy: States and industrial transformation. Princeton: Princeton University Press, 1995.) con autorización geopolítica (WALLERSTEIN, 1974 WALLERSTEIN, I. Dependence in an interdependent world: the limited possibilities of transformation within the capitalist world economy. African Studies Review, v. 17, n. 1, p. 1-26, 1974.) y luego con el protagonismo chino.

Una segunda hipótesis es que, en la imbricación de ambos interregnos, los Estados de América Latina se enfrentan con un sistema interestatal4 4 Por sistema interestatal referimos al sistema de unidades estatales interrelacionadas, que rigen el moderno sistema capitalista desde el Tratado de Westfalia bajo una lógica de dominio territorial, que convive con otra vinculada al capital, bajo la dirección hegemónica y cíclica de un Estado en particular. -en reorganización- desde una recreada tensión entre estrategias mercantilizadoras y fuerzas sociales que contraponen estrategias redistributivas como reacción a los efectos desigualadores y excluyentes de aquellas. El “doble movimiento” (POLANYI, 1957POLANYI, K. The great transformation. Boston: Beacon Press, 1957. ) que emerge sucesivamente de esa conflictiva presencia resulta de los particulares contextos que en ciertos momentos favorecen o afectan a esas diferentes alternativas.

En consecuencia, del primer interregno se desprenden estrategias diferenciadas para con las estatidades latinoamericanas, que atraviesan su propio interregno con una renovada relevancia del involucramiento estatal desde principios del nuevo siglo, pero afectadas por las irresueltas tensiones mercantilizadoras y distributivas. Ambos se interrelacionan desde sus singularidades, por lo que el espacio latinoamericano debe ser analizado en conexión con el interregno sistémico. Es en la superposición de ambos donde se configura un escenario conflictivo e incierto, con el Estado como una de las arenas de disputa privilegiadas.

Para lograr demostrar estas hipótesis se recurre a una metodología cualitativa, enfocada en describir y analizar esos lugares de imbricación e interconexión de procesos globales con dinámicas regionales. Para ello se recupera la literatura especializada desde una perspectiva que es estructural, histórica y dinámica (SIDLER; FERNÁNDEZ, 2022 SIDLER, J.; FERNÁNDEZ, V. R . Estados, espacios y hegemonía en la reestructuración global capitalista. Contribuciones para una perspectiva estructural, histórica y dinámica. Desafíos, Rosário, v. 34, n. 1, p. 1-35, 2022.). Con ella se busca observar cómo las transformaciones y las disputas en torno a la naturaleza implicativa de las estatidades latinoamericanas se encuentran estructuralmente vinculadas a las disputas globales, pero al mismo tiempo también expresan un ritmo propio, a causa de las trayectorias históricas compartidas a nivel regional y de las particulares de cada espacio nacional. Es en ese espacio de encuentro entre estructuras globales, trayectorias históricas y flujos dinámicos desde el cual este artículo se posiciona.

En otras palabras, se sostiene que las estatidades construidas y ejercidas durante el caos sistémico (ARRIGHI; SILVER, 2000 ARRIGHI, G; SILVER, B. J. Chaos and Governance in the Modern World System. Minneapolis: University of Minnesota Press, 2000. ), que protagoniza el primer interregno, contribuyen a explicar los diferenciados posicionamientos y comportamientos de los espacios que forman la alterada geografía del sistema capitalista. A su vez, la colisión de estrategias que caracterizan al segundo interregno, y sus efectos sobre el Estado en el espacio latinoamericano, se enmarca en el cambio cíclico y reposicionamientos macrorregionales que se observan desde fines del siglo XX y comienzos del XXI. Por lo tanto, en lo que sigue, el artículo busca presentar las características de cada interregno, pero con especial énfasis en relevar las conexiones entre ambos y lo que de ello resulta. Por último, se sintetizan algunas reflexiones salientes de lo analizado.

1. Primer interregno: formaciones e implicaciones estatales diferenciadas y su vinculación con América Latina

El interregno sistémico/global se caracteriza por un proceso abierto en el que entran en tensión, por un lado, un espacio estatal a cargo de una hegemonía en crisis, en el que bajo una redefinición cíclico sistémica se despliega una fase financiera que se consolida en el propio escenario del hegemón, con impactos y condicionamientos para su implicación estatal.5 5 Por implicación estatal se entiende los modos en que el Estado interviene en el delineamiento del patrón acumulativo bajo procesos de reestructuración tendientes a la remercantilización o sus reversos desmercantilizadores. Por el otro lado, con raíces en la formación de “Estados desarrollistas” luego de la segunda posguerra, pero más aún expresado a partir del nuevo siglo, emerge un espacio de acumulación y construcción estatal alternativo, con epicentro en el escenario sino-asiático y con liderazgo chino. En este caso, la estatidad se edifica sobre -y da forma a- la fase material de expansión cíclica. La singularidad aquí es que, a diferencia de otros escenarios y de otros ciclos hegemónicos (ARRIGHI, 1999 ARRIGHI, G. El largo siglo XX. Madrid: Akal, 1999. ), no sólo el capital no tiene una capacidad de condicionar directamente al Estado, sino que este -no sin conflicto y sin poder asegurarlo indefinidamente- tiene capacidad directiva sobre aquél y orienta al capital financiero hacia formas productivas. Ello transcurre bajo un escenario singular, en el que la antigua hegemonía preserva herramientas estratégicas con las que intenta moderar su debilitamiento.

Así, este primer interregno expone la conformación de diferentes tipos de “retornos estatales”, que van a involucrarse, con sus especificidades, dentro de las particularidades del interregno latinoamericano.

1.1 Interregno sistémico: constitución y especificidades de las configuraciones estatales

Desde el análisis del Sistema Mundo, la etapa que inicia en los años setenta se presenta como el comienzo de la fase de expansión financiera del Ciclo Sistémico de Acumulación hegemonizado por Estados Unidos (ARRIGHI; SILVER, 2000 ARRIGHI, G; SILVER, B. J. Chaos and Governance in the Modern World System. Minneapolis: University of Minnesota Press, 2000. ). En la década de los setenta, aunque ya desde mediados de los años sesenta (HARVEY, 1998 HARVEY, D. La condición de la posmodernidad. Investigación sobre los orígenes del cambio cultural. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1998.), se observa el comienzo de una crisis del sistema capitalista en su formato fordista-keynesiano a partir de las caídas en las tasas de ganancia causadas por el aumento de la competencia internacional (BRENNER, 1998 BRENNER, R. The economics of global turbulence: A special report on the world economy, 1950-98 [Special issue]. New Left Review, London , v. 229, 1998.). En consecuencia, la inversión en capital fijo comienza a disminuir y el capital monetario tiende a abandonar las actividades productivas para realizarse a través de mecanismos financieros (ARRIGHI, 2007ARRIGHI, G . Adam Smith in Beijing: lineages of the 21st century. London: Verso, 2007. ), montados sobre una novedosa infraestructura informacional y conectada en redes (CASTELLS, 2004 CASTELLS, M. La era de la información: economía, sociedad y cultura. v. I. Ciudad de México/Buenos Aires/Madrid: Siglo XXI Editores, 2004.).

De manera concomitante, tiene lugar una reestructuración espacial de la acumulación de capital, centrada en la reubicación de capital productivo y el traslado de empresas hacia las regiones del Sur Global. Con ello, la división internacional del trabajo fue redefinida de manera tal que las empresas líderes del Norte Global trasladaron sus actividades manufactureras a algunas regiones de la periferia. Sin dudas, el principal destino fue el Este Asiático. Allí, la convergencia entre las estrategias geopolíticas y geoeconómicas por parte del hegemón (LEE, 2020 LEE, J. US grand strategy and the origins of the developmental state. Journal of Strategic Studies, v. 43, n. 5, p. 737-761, 2020.) y la propia trayectoria histórica regional (STUBBS, 1999 STUBBS, R. War and economic development: Export-oriented industrialization in East and Southeast Asia. Comparative Politics , v. 31, n. 3, p. 337-355, 1999.) permitió reconstruir una plataforma de integración productiva coordinada por una red de especialización industrial. El fenómeno denominado flying geese sintetizó este proceso iniciado con el liderazgo japonés y con fuerte relevancia del Estado en la industrialización, basado en la sustitución de importaciones y la inserción externa (BEESON, 2009BEESON, M. Developmental states in East Asia: A comparison of the Japanese and Chinese experiences. Asian Perspective, v. 33, n. 2, p. 5-39, 2009. ; OZAWA, 2009OZAWA, T. The Rise of Asia: The ‘Flying Geese’ Theory of Tandem Growth and Regional Agglomeration. Cheltenham: Edward Elgar Publishing, 2009.), capitalizando una base regional históricamente construida (HAMASHITA, 2013HAMASHITA, T . China, East Asia and the global economy: Regional and historical perspectives. Abingdon: Routledge , 2013.; IKEDA, 1996 IKEDA, S. The history of the capitalist world-system vs. the history of East-Southeast Asia. Review (Fernand Braudel Center), p. 49-77, 1996.).

En este contexto es posible comprender la relevancia de las formaciones estatales diferenciales desde la segunda posguerra. Los Estados de Bienestar del Norte Global, por un lado, y los incipientes Estados desarrollistas del Este Asiático (SKOCPOL et al., 1985 SKOCPOL, T. et al. Bringing the state back in. Cambridge: Cambridge University Press , 1985.), por el otro. La crisis del sistema capitalista en los años setenta es también la crisis de los primeros, mientras que al mismo tiempo reviste una posición de fortalecimiento por mayor autonomía de los segundos. Con respecto al Norte Global, la interrelación entre “lógicas territoriales” y “de capital” (ARRIGHI, 2005aARRIGHI, G . Comprender la hegemonía. New left review, v. 32, p. 20-74, 2005a.) desarrolló una relación de dependencia mutua entre Estado y capital. Esto queda claro en el ejercicio del poder estadounidense desde finales del siglo XX y lo que va del XXI, que expresó un vínculo complejo entre el Estado y la expansión financiera, en la que el primero queda implicado en la expansión de la segunda (PANITCH; KONINGS, 2008 PANITCH, L.; KONINGS, M. American empire and the political economy of global finance. Hampshire/New York : Palgrave Macmillan , 2008. ), carente de autonomía para orientarla hacia formas productivas (FOROOHAR, 2016 FOROOHAR, R. Makers and takers: The rise of finance and the fall of American business. New York: Crown Business, 2016.) y sujeto a una creciente financierización de su propio funcionamiento (BRYAN et al., 2020BRYAN, D. et al. The Financialized State. In: BORCH, C.; WOSNITZER, R . The Routledge Handbook of Critical Finance Studies. Abingdon: Routledge, 2020. p. 261-277).

Bajo ese contexto, si bien Estados Unidos mantiene el control del dólar como moneda global (KALTENBRUNNER; LYSANDROU, 2017 KALTENBRUNNER, A.; LYSANDROU, P. The US Dollar’s Continuing Hegemony as an International Currency: A Double‐matrix Analysis. Development and Change, v. 48, n. 4, p. 663-691, 2017.) y un desafiado pero aun importante poder militar (HUNG, 2016 HUNG, H. The China boom: why China will not rule the world. New York: Columbia University Press , 2016.), en realidad el predominio del poder coactivo expresa su debilidad para desplegar consenso en el mantenimiento de la hegemonía global (COX, 1987 COX, R. W. Production, power, and world order: Social forces in the making of history. New York: Columbia University Press, 1987.), y en términos económicos el correlato de ese debilitamiento es el proceso de financierización (KRIPPNER, 2005 KRIPPNER, G. R. The Financialization of the American economy. Socio-economic review, v. 3(2), p. 173-208, 2005.), que afecta directamente la inversión a largo plazo y la sostenibilidad del crecimiento, así como perjudica la estructura productiva en lo relativo a la calidad del empleo y niveles de igualdad de ingresos (RODRIK, 2016 RODRIK, D. Premature deindustrialization. Journal of Economic Growth, v. 21, n. 1, p. 1-33, 2016. ).

En ese mismo período, el espacio europeo consolidó a través de la Unión Europea, una estructura institucional multiescalar en la que la financierización estatal y privada conforman un procesos que se refuerzan mutuamente (SCHWAN; TRAMPUSCH; FASTENRATH, 2020 SCHWAN, M.; TRAMPUSCH, C.; FASTENRATH, F . Financialization of, not by the State. Exploring Changes in the Management of Public Debt and Assets across Europe. Review of international political economy , p. 1-23, 2020.). En este contexto, la tensión entre acumulación y legitimación a través del Estado, presente desde la crisis de aquellos años setenta (OFFE, 1984 OFFE, C. Contradictions of the welfare state. London: Hutchinson, 1984.), posee recreada actualidad (HELLER, 2013 HELLER, M. The end of the Welfare State. Project Syndicate, 2013. Disponível en: https://www.project-syndicate.org/blog/the-end-of-the-welfare-state-by-michael-heller. Acceso en: 14 oct. 2021
https://www.project-syndicate.org/blog/t...
).

Frente a ello, en el Este Asiático, el proceso de acumulación material adquirió dinamismo y su centralidad redefinió la estructura jerárquica global y el posicionamiento del Sur Global (FERNÁNDEZ; MORETTI, 2020 FERNÁNDEZ, V. R.; MORETTI, L. Un nuevo sistema mundo desde el Sur Global: gran convergencia y desplazamiento geografico acelerado. Geopolítica(s). Revista de estudios sobre espacio y poder, Madrid, v. 11, n. 2, p. 313-345, 2020. ). La supremacía estatal sino-asiática ha logrado una capacidad directiva del proceso de acumulación, impulsada a resolver múltiples desigualdades internas y a desplegar su liderazgo regional y proyección en el exterior (BARDHAN, 2020BARDHAN, P. The Chinese governance system: Its strengths and weaknesses in a comparative development perspective. China Economic Review, v. 61, 2020. ). Observado en retrospectiva, el proceso de convergencia económica entre el Sur Global y el Norte Global se hace visible ya desde principios de los años sesenta, sin embargo, desde el presente siglo bajo la irrupción de China, su proceso de ascenso presenta una modificación de las relaciones entre la estructura, la dinámica y la jerarquía del sistema-mundo.

En este sentido, diversos indicadores señalan que la mejora económica de esta macrorregión combina aspectos cuantitativos, centrados en la dinámica económica (representados por el comercio, inversión y crecimiento manufacturero), con otros cualitativos, vinculados al dinamismo innovador (representados por el desarrollo tecnológico mediante inversiones en I + D y patentes), así como al control el capital y las actividades centrales dentro de las cadenas globales de valor (CGV), constituido por el creciente número de empresas transnacionales ubicadas en el Sur Global (FERNÁNDEZ; MORETTI, 2020 FERNÁNDEZ, V. R.; ORMAECHEA, E. Debates sobre el estructuralismo y neo-estructuralismo latinoamericano: situando al Estado en un primer plano de análisis. Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral, Santa Fe, v. 58, n. 1, p. 231-254, 2020. ). Estos cambios encuentran la presencia de formaciones estatales con la capacidad de controlar y direccionar el sistema financiero hacia el patrón productivo en expansión interno/externa (ÖNIŞ, 1991 ÖNIŞ, Z. The logic of the developmental state. Comparative Politics, v. 24, n. 1, p. 109-126, 1991. ). Habiendo sido ello relevante en la trayectoria japonesa y coreana (JOHNSON, 2018 JOHNSON, C. Political Institutions and Economic Performance: The Government-Business Relationship in Japan, South Korea, and Taiwau. In: DEYO, F. C. (ed.) The political economy of the new Asian industrialism. New York: Cornell University Press, 2018. p. 136-164. ), tomó continuidad con la reemergencia de China, a partir de una activa presencia estatal en el control de bancos y una capacidad regulativa del mercado de capitales, propia de un capitalismo de Estado (PETRY, 2020 PETRY, J. Financialization with Chinese characteristics? Exchanges, control and capital markets in authoritarian capitalism. Economy and Society, v. 49, n. 2, p. 213-238, 2020.).

Así, desde el nuevo siglo y durante las décadas que lleva, el liderazgo regional ahora protagonizado por China, y su creciente promoción de la integración regional (BA, 2014BA, A.D. Is China leading? China, Southeast Asia and East Asian integration. Political Science, v. 66, n. 2, p. 143-165, 2014.), fortaleció su estructura de acumulación bajo la dirección estatal (BEESON, 2017 BEESON, M. What does China’s rise mean for the developmental state paradigm? In: CARROLL, T.; JARVIS, D. S. L. (eds). Asia after the developmental state: disembedding autonomy. Cambridge University Press: Cambridge, 2017. p. 174-197. ). De esta manera, un hecho singular dentro del desarrollo regional del Este Asiático ha sido la presencia de una autonomía del Estado en relación con el capital. Si bien sus orígenes responden a largas tendencias históricas de “desarrollo egocéntrico”6 6 En el sentido de un desarrollo auto-centrado que dominó durante largos períodos las relaciones interestatales al interior de dicha región. de la región (ARRIGHI, 2005bARRIGHI, G . States, Markets and Capitalism, East and West. In: SEMINÁRO INTERNACIONAL REG GEN: ALTERNATIVAS GLOBALIZAÇÃO, 2005, Rio de Janeiro. Rio de Janeiro: UNESCO, p. 1-42, 2005b. ), tal autonomía -aunque relativa- volvió al primer plano desde la segunda mitad del siglo XX, primero a partir del apoyo geopolítico de los Estados Unidos, combinado con la formación de Estados con capacidades para promover el desarrollo como los casos de Japón, Corea del Sur o Taiwán, y luego ya con el legado revolucionario chino y su consolidación como centro de acumulación de la fase material.

En síntesis, el desarrollo dialéctico de lógicas que vinculan al Estado y al capital en el espacio dio lugar a un patrón de acumulación y organización institucional en el que prevalece una “supremacía estatal”. Siendo esta un emergente asiático, su expresión mas genuina es el Estado chino, que presenta dos elementos que lo acercaron a las experiencias de los Estados desarrollistas de la posguerra, esto es: la capacidad para controlar y dirigir el capital financiero como herramienta para el desarrollo productivo industrial de las empresas privadas, y una amplia red de colaboración entre el Estado y las empresas privadas con estrategias descentralizadas (SCHWEINBERGER, 2014 SCHWEINBERGER, A . State capitalism, entrepreneurship, and networks: China’s rise to a superpower. Journal of Economic Issues, v. 48, n. 1, p. 169-180, 2014.). A ello se le agregan, desde la “lógica del capital”, la presencia de empresas estatales con un doble rol, primero de control sobre sectores y actividades estratégicas de las CGV, complementándose y no contradiciéndose con el capital privado (TANG; WANG; WANG, 2020 TANG, H.; WANG, F.; WANG, Z. Domestic segment of global value chains in China under state capitalism. Journal of Comparative Economics, v. 48, n. 4, p. 797-821, 2020.) e instrumentos políticos para el posicionamiento estratégico regional y global (NAUGHTON; TSAI, 2015 NAUGHTON, B.; TSAI, K. S. State capitalism, institutional adaptation, and the Chinese miracle. Cambridge: Cambridge University Press, 2015.). Bajo la “lógica territorial”, ese Estado asume una creciente capacidad militar que, combinada con la escala y ubicación nacional-regional, lo fortalece ante las condicionalidades geopolíticas y geoeconómicas.

Como resultado, si bien el Sur Global ha pasado a formar el gran espacio en que se afincan los procesos de producción y la acumulación de capital, con una creciente interrelación de sus macro regiones (FERNÁNDEZ; MORETTI, 2020 FERNÁNDEZ, V. R.; ORMAECHEA, E. Debates sobre el estructuralismo y neo-estructuralismo latinoamericano: situando al Estado en un primer plano de análisis. Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral, Santa Fe, v. 58, n. 1, p. 231-254, 2020. ), en su interior domina la heterogeneidad y las asimetrías. Para el caso de América Latina, la combinación de elementos internos y externos diferenció a la región de las formaciones estatales del Norte Global, pero también del Este de Asia. Con respecto a los primeros, no hubo un proceso sistemático de enfrentamientos bélicos, que estuvo en la base de la formación de los estados nacionales del moderno sistema interestatal europeo (CENTENO, 2002 CENTENO, M. A . Blood and debt: War and the nation-state in Latin America. Pennsylvania: Penn State Press, 2002.; TILLY, 1990 TILLY, C. Coercion, capital, and European states, AD 990-1990. New Jersey: Blackwell Publishers, 1990.). En comparación con el espacio asiático, la ausencia de una “autorización geopolítica” o “desarrollo por invitación” (WALLERSTEIN, 1974 WALLERSTEIN, I. Dependence in an interdependent world: the limited possibilities of transformation within the capitalist world economy. African Studies Review, v. 17, n. 1, p. 1-26, 1974.) y la falta de procesos revolucionarios (con la excepción cubana) se combinó con sociedades débiles y actores capitalistas fragmentados (KAY, 2002 KAY, C. Reforma agraria, industrialización y desarrollo:¿ Por qué Asia Oriental superó a América Latina? Debate Agrario, Lima, n. 34, p. 45-94, 2002.). Ello abonó a las dificultades del Estado para orientar el capital hacia la profundización de los procesos de industrialización e integración macro regional (FERNÁNDEZ; ORMAECHEA, 2020 FERNÁNDEZ, V. R.; ORMAECHEA, E. Debates sobre el estructuralismo y neo-estructuralismo latinoamericano: situando al Estado en un primer plano de análisis. Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral, Santa Fe, v. 58, n. 1, p. 231-254, 2020. ), así como facilitó la penetración de capital financiero y organismos internacionales controlados por el Norte Global (LEVY; BUSTAMANTE, 2018 LEVY, N.; BUSTAMANTE, J. Financialisation in Latin America: challenges of the export-led growth model. London/New York: Routledge, 2018.).

Tal heterogeneidad en las configuraciones estatales es relevante para este primer interregno y su impacto en América Latina. Los vínculos entre esta región y la expansión financiera del Norte Global, con sus Estados supeditados a ella, son visibles ya desde mediados de los años setenta pero logró articularse como una estrategia recién con el Consenso de Washington y su drástica propuesta de apertura de las economías nacionales (LAPAVITSAS, 2013 LAPAVITSAS, C. The financialization of capitalism: Profiting without producing. City, v. 17, n. 6, p. 792-805, 2013.). La presencia sino-asiática, en cambio, se observa durante el presente siglo cuando, mediante la expansión de su fase material, incrementa su presencia regional en el campo de inversiones en infraestructuras y recursos naturales (SLIPAK; GHIOTTO, 2019 SLIPAK, A.; GHIOTTO, L. América Latina en la Nueva Ruta de la Seda: El rol de las inversiones chinas en la región en un contexto de disputa (inter) hegemónica. Cuadernos de Estudios Latinoamericanos, v. 4, n. 7, p. 26-55, 2019.).

En ese contexto, a las debilidades de la constitución estatal y de las formas de integración que marcan la trayectoria histórica de América Latina se le suma un escenario dominado por inestabilidades políticas y un estancamiento económico considerable en la última década (SALAMA, 2020 SALAMA, P. ¿Por qué los países latinoamericanos sufren un estancamiento económico de largo plazo? Un estudio a partir de los casos de Argentina, Brasil y México. El trimestre económico , v. 87, n. 348, p. 1083-1132, 2020. ). Ello multiplica los desafíos para los Estados latinoamericanos que, si bien guardan una centralidad en el proceso de acumulación, no logran configurar una capacidad directiva sobre el capital -interno y externo- que compatibilice los procesos de acumulación con redistribución e inserción externa calificada (FERNÁNDEZ; ORMAECHEA, 2018 FERNÁNDEZ, V. R.; ORMAECHEA, E. Prebisch, el Estado y la debilidad del imprescindible. Problemas del desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía , Ciudad de Mexico, v. 145, n. 49, p. 77-99, 2018. ). Ahondar en la importancia de este último aspecto y en la compleja relación de América Latina, en lo que respecta a la conformación y acción estatal, con este primer interregno sistémico-global demanda un análisis de las especificidades que asume el interregno propiamente latinoamericano.

2. Segundo interregno: América Latina y el eterno retorno

El interregno latinoamericano está protagonizado, por un lado, por procesos de implicación estatal que apuntan a su propio desmantelamiento y, por el otro, por la recuperación del protagonismo del Estado para desplegar procesos de redistribución e inclusión. En términos de Polanyi (1957POLANYI, K. The great transformation. Boston: Beacon Press, 1957. ), la tensión irresuelta está dada entre iniciativas mercantilizadoras y proyectos redistributivos. En esa colisión y bajo la presencia siempre estratégica de la intervención estatal, pervive la debilidad para condicionar la acción tanto de las estatidades como del capital concentrado local y externo.

Si bien las fuerzas sociales en pugna se originan ya a mediados del siglo XX, la confrontación ganó presencia desde fin de siglo pasado y comienzos del nuevo, cuando las formas de articulación estatal y del capital provenientes del Norte Global y de la emergencia sino-asiática ingresaron mediante sus Redes Económicas y Políticas Globales (REG y RPG). Durante ese periodo se conformaron dos subperiodos particulares y “rotativos” en el escenario latinoamericano que, bajo distintas lógicas predominantes, abonaron a la limitación del Estado para direccionar un proceso de acumulación con autonomía regional. Esa debilidad condicionó la forma en cómo los procesos del primer interregno fueron asimilados. El primero de esos subperiodos lo expresó el movimiento de re-mercantilización y desmantelamiento, sucedido por un subperíodo de respuesta, con un contra-movimiento distributivo e inclusivo. Ambos colocan al Estado en un lugar estratégico, pero, al mismo tiempo, limitado en su capacidad directiva sobre los actores centrales del proceso de acumulación.

2.1 Sub-período re-mercantilizador: el movimiento ofensivo

El “primer movimiento” tuvo lugar a finales del siglo XX, cuando se hizo carne, también en la región, la “contrarrevolución” a la economía keynesiana (KREGEL, 2008 KREGEL, J. The discrete charm of the Washington consensus. Journal of Post Keynesian Economics, v. 30, n. 4, p. 541-560, 2008.). No obstante, su implantación inicial en América Latina durante los procesos dictatoriales -como los de Chile y Argentina-, su traducción más precisa tomó forma en los años ochenta y particularmente en los noventa, bajo el Consenso de Washington (WILLIAMSON, 1990 WILLIAMSON, J. Latin American adjustment: How much has happened? Institute for International Economics: Washington, 1990.).

La particularidad que asumió este subperiodo, inserto en la dinámica del interludio sistémico, es que las acciones tanto de la lógica del capital -crecientemente financierizado- como del sistema interestatal provenientes del Norte Global, impulsaron una reconfiguración organizacional y funcional tanto del capital como del Estado y del complejo regulatorio institucional sobre el que ambos operan. En el caso de la lógica del capital, tuvo lugar una reestructuración de la producción con deslocalizaciones productivas y re-centralización fundante de REG. La lógica territorial, por su parte, contó con la irrupción de las RPG, conformadas por un proceso de supra-nacionalización institucional (ROBINSON, 2001 ROBINSON, W. I . Social theory and globalization: The rise of a transnational state. Theory and society, v. 30, n. 2, p. 157-200, 2001. ) en el cual, si bien los Organismos de Financiamiento Internacional (OFI) se asumieron actores centrales del re-escalamiento hacia arriba en la articulación financiera e institucional con los Estados periféricos (BRENNER, 2004 BRENNER, N. New State Spaces. Urban Governance and the Rescaling of the Statehood. Oxford: Oxford University Press, 2004. ), contaban con un activo control de los Estados centrales, particularmente de hegemón (VESTERGAARD, WADE, 2013 VESTERGAARD, J.; WADE, R. Protecting power: How Western states retain the dominant voice in the World Bank’s governance. World Development, v. 46, p. 153-164, 2013.).

La integración a esas lógicas del capital (por medio de la introducción de las formas financierizadas, respaldadas por el hegemón) y territorial (a través de la intervención de un sistema interestatal mediado por OFI), abonó a los mecanismos propios de un régimen de acumulación dominado por las finanzas en el Norte Global (STOCKHAMMER, 2008 STOCKHAMMER, E. Some stylized facts on the finance-dominated accumulation regime. Competition & Change, v. 12, n. 2, p. 184-202, 2008.). El funcionamiento de las REG con control de Empresas Transnacionales y el de las RPG en los Estados nacionales, con epicentro en el Estado hegemónico, ingresó en el escenario latinoamericano haciendo centro en el Estado, para operar su propio desmantelamiento y posicionar al capital trasnacional financierizado vía activos procesos de desregulación de la cuenta de capital y privatizaciones. Ello dio lugar a un proceso de subordinación, dependencia y refuerzo de las jerarquías (KALTENBRUNNER; PAINCEIRA, 2018 KALTENBRUNNER, A.; PAINCEIRA, J. P. Subordinated Financial Integration and Financialisation in Emerging Capitalist Economies: The Brazilian Experience. New Political Economy, v. 23, n. 3, p. 290-313, 2018.) que conllevó procesos combinados de endeudamiento y transferencia hacia el exterior a partir de un patrón acumulativo de valorización financiera (RUA, 2019 RUA, M. B. La fuga de capitales en América Latina: 2002-2017. Buenos Aires: FLACSO. Sede Académica Argentina, 2019. ).

Ello conllevó un proceso “inducido” de desindustrialización prematura de la región, inverso a la profundización industrializadora en Asia (PALMA, 2019 PALMA, J. G. Desindustrialización, desindustrialización “prematura” y “síndrome holandés”. El trimestre económico, v. 86, n. 344, p. 901-966, 2019. ; SALAMA, 2012 SALAMA, P. Globalización comercial: desindustrialización prematura en América Latina e industrialización en Asia. Comercio exterior, v. 62, n. 6, p. 34-44, 2012. ). Así se produjo el debilitamiento de las estructuras productivas que operan como fuente de inclusión y mejora en la distribución del ingreso. Pero los efectos socio productivamente desestructurantes contenían un aspecto central a considerar: el tipo de configuración y modo implicativo del Estado. Colocado como motor de su propio desmantelamiento, el Estado en su condición periférica viabilizó el objetivo de derribar las barreras que afectaran la movilidad del capital trasnacional y financiero.

El ingreso en el Estado de las RPG, con los flujos de conocimiento, financiamiento y modus operandi de los OFI no solo implicaba promover acciones desreguladoras y privatizadoras, sino una re-adecuación de sus estructuras operativas y espaciales. Ello implicó tanto una búsqueda de adelgazamiento de las estructuras estatales vinculadas al direccionamiento del campo productivo como, ya en el campo espacial, una activa política descentralizadora. La implementación de estas medidas redujo las presiones sobre y desde el Estado hacia el capital global. En paralelo, se observó una recentralización estratégica, no para implementar un direccionamiento del proceso de acumulación como en el Este Asiático (KOHLI, 2009 KOHLI, A. Estado y desarrollo económico. Documentos y aportes en administración pública y gestión estatal, v. 9, n. 12, p. 7-29, 2009.), sino para el auto-disciplinamiento fiscal y la implementación de las reformas que daban espacio a la introducción del capital global financierizado (FERNÁNDEZ, 2002 FERNÁNDEZ, V. R. Transformación del Estado y procesos de descentralización: la propuesta del Banco Mundial en la década de 1990 y las lógicas-intereses en el capitalismo global. Problemas del desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, Ciudad de México, v. 33, n. 128, p. 55-93, 2002. ).

De esta forma, apelando a un oxímoron, las históricas debilidades de los Estados latinoamericanos -con sus innegables especificidades nacionales- fueron fortalecidas, inactivando las estructuras donde se forma su capacidad para intervenir en la dirección del capital productivo y financiero. Las redes políticas impusieron en su “perforación estatal” una lógica de organización y gestión espacial que estimulaba el roll-back7 7 Entendido como el movimiento de desmantelamiento estatal. (BRENNER; PECK, THEODORE, 2010 BRENNER, N.; PECK, J.; THEODORE, N. Variegated neoliberalization: geographies, modalities, pathways. Global networks, v. 10, n. 2, p. 182-222, 2010. ).

2.2 Sub-período distributivo: un contra-movimiento limitado

El primer movimiento de este interregno latinoamericano conectó con el interregno sistémico/global a partir del ingreso de la fase financiera del Norte y el soporte del sistema interestatal. Entroncando con las especificidades regionales y nacionales, dicha lógica encontró en América Latina estatidades débiles y condicionadas, perforadas por los dispositivos supra-nacionales de las RPG y sus flujos financieros y conceptuales.

Este escenario, sin embargo, no fue lineal ni inmutable. Entre finales del siglo XX e inicios del XXI se observó un triple proceso que conformó y forma aún este segundo interregno. El primero refiere al modo en que la fase financiera del Norte Global -y sus expresiones a través de las REG y las RPG- recreó su presencia luego del Consenso de Washington. El segundo tiene que ver con la forma en que ganó lugar en la región la fase material del patrón sino-asiático. En medio de ambos se erige el tercero, que expresa la forma en que el escenario latinoamericano dio lugar a esos procesos, colocando al Estado en centro de la estrategia.

En lo que hace al primero, los efectos socio-productivamente desigualadores relacionados al reciente proceso de endeudamiento y crisis dieron paso a una estrategia de discursos y prácticas orientadas a mantener y profundizar los postulados esenciales de mercantilización dominados por la lógica financiera. Ello tuvo lugar a partir de “reformas” impulsadas desde los OFI y canalizadas a través de las RPG. No obstante la “nueva indumentaria”, esa estrategia contenía reformas post-Consenso de Washington -o Washington confusion (RODRIK, 2006 RODRIK, D. Goodbye Washington consensus, hello Washington confusion? A review of the World Bank’s economic growth in the 1990s: learning from a decade of reform. Journal of Economic literature, v. 44, n. 4, p. 973-987, 2006.)- que representaban un “transformismo” en términos gramscianos, ya que no pretendían alterar sino re-encuadrar y preservar los intereses de reproducción de capital financierizado bajo un ejercicio de “consensualidad hegemónica”. Así, se impulsaron la modernización del Estado (BURKI; PERRY, 1998 BURKI, S. J.; PERRY, G. Beyond the Washington consensus: institutions matter. Washington: World Bank Publications, 1998.; LORA, 2008 LORA, E. La revolución silenciosa de las instituciones y la estabilidad macroeconómica. New York: Banco Interamericano de Desarrollo, 2008.), su descentralización, diversas formas de participación desde abajo (sociedad civil) (PLEHWE, 2007 PLEHWE, D. A global knowledge bank? The World Bank and bottom-up efforts to reinforce neoliberal development perspectives in the post-Washington consensus era. Globalizations, v. 4, n. 4, p. 514-528, 2007.), la asociación empresarial y el protagonismo de los ámbitos locales, junto a un despliegue nacionalizado y regionalizado de sistemas de innovación en búsqueda de incorporarse a las cadenas globales de valor (GEREFFI, 2014 GEREFFI, G. Global value chains in a post-Washington Consensus world. Review of international political economy, v. 21, n. 1, p. 9-37, 2014. ; GUIMON, 2014 GUIMON, J. Regional Inovation Policy and Multilevel Governance in Developing Countries. World Bank Policy Research Working Paper, v. 6, p. 1-16, nov. 2014.; MALONEY, 2017 MALONEY, W. F. Revisiting the national innovation system in developing countries. Policy Research Working Paper, Washington, n. 8219, 2017.)

El resultado fue la provisión de una compleja trama conceptual, junto con diversos mecanismos de financiamiento, que se filtraban en el Estado en sus diferentes escalas. Atractivos por la implicación socio espacial que operaba más allá de los automatismos del mercado, tenían sin embargo una contraparte distractiva, dada por el anestesiamiento de la centralidad de la organización e implicación estatal en el direccionamiento de capital financierizado y productivo, como sucedía en el Este Asiático (FERNÁNDEZ; GÜEMES; VIGIL, 2006 FERNÁNDEZ, V. R.; GÜEMES, M. C.; VIGIL, J. I. Estado y desarrollo en los discursos del Banco Mundial. Problemas del desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía , Ciudad de México, v. 37, n. 144, p. 33-71, 2006.). Bajo esa elusión y ese aggiornado marco conceptual de los OFI y su acción en las RPG se procuró devolver legitimidad a la penetración del capital financierizado, impulsado por el hegemón desde el Norte Global.

Frente a ese escenario formado desde fines del siglo XX e inicios del XXI, América Latina recibía la visita del segundo proceso de reestructuración global que compone el interregno de cambios sistémicos: el proceso de expansión material del escenario macro regional sino-asiático. Bajo el creciente liderazgo de China, el escenario macro regional asiático se proyecta mediante la formación de infraestructuras y sectores de actividad que respaldan su boom acumulativo y posicionan al escenario latinoamericano como proveedor de recursos naturales (CASTAÑEDA, 2017 CASTAÑEDA, N. New Dependency? Economic Links between China and Latin America. Issues & Studies, Taipei, v. 53, n. 1, 2017. ; GALLAGHER, 2016 GALLAGHER, K. P. The China triangle: Latin America’s China boom and the fate of the Washington consensus. New York: Oxford University Press, 2016. ). Un conjunto de acuerdos de inversión y préstamos chinos, esencialmente orientados hacia infraestructura y energía, tomaron volumen a través de relaciones de Estado a Estado. Con ello, en el escenario latinoamericano se contrastaban un Estado direccionando su capital financiero hacia la producción de capital productivo con otros históricamente débiles, pero largamente implicados, que procuraban rearmar un escenario de legitimación social.

Es bajo este y al anterior proceso que debe analizarse el tercero, que conforma el segundo -o contra-movimiento- del actual interregno latinoamericano, y comprende la respuesta a la crisis y reestructuración del interregno sistémico. Desde fines del siglo XX y principalmente a lo largo del siglo XXI una “marea rosa” de gobiernos de centro izquierda (CHODOR, 2014 CHODOR, T. Neoliberal hegemony and the pink tide in Latin America: Breaking up with TINA? Hampshire/New York : Palgrave Macmillan, 2014.; PEREIRA DA SILVA, 2010PEREIRA DA SILVA, F. Esquerdas latino-americanas: uma tipologia é possível? OIKOS, Rio de Janeiro, v. 9, n. 2, p. 121-140, 2010.) operó una reacción que algunos han denominado post-neoliberal (SADER, 2008 SADER, E. Refundar el Estado-Posneoliberalismo em América Latina. Buenos Aires: CLACSO, 2008. ), destinada a atender los efectos socioeconómico regresivos del Consenso de Washington y contener la expansión financiera del Norte Global. Se trató de una reacción frente a la re-mercantilización excluyente, en busca de re-implicar el Estado en una expansión distributiva.

Bajo ese contexto, aunque ganó terreno un relato asociado al “retorno del Estado” (GRUGEL; RIGGIROZZI, 2012 GRUGEL, J.; RIGGIROZZI, P. Post‐neoliberalism in Latin America: Rebuilding and reclaiming the State after crisis. Development and change, v. 43, n. 1, p. 1-21, 2012.), lo cierto es que la presencia del mismo nunca fue disuelta sino redefinida. Durante el Consenso de Washington y el proceso de penetración de las RPG a través de los OFI, el Estado latinoamericano reunió la paradojal convivencia de su debilidad estratégica y su alta implicación para habilitar la vía re-mercantilizadora. En contraposición, bajo las especificidades nacionales que poblaron la pink tide, tanto en sus formatos neodesarrollistas (Brasil, Argentina) o de movimiento hacia el socialismo (Venezuela, Bolivia y Ecuador), se observó un re-involucramiento del Estado en otra clave. Este se orientaba a limitar la “acción libre del capital”, particularmente a través de nuevas regulaciones (HEIDRICH; TUSSIE, 2009 HEIDRICH, P.; TUSSIE, D. Post-neoliberalism and the New Left in the Americas: The pathways of economic and trade policies. In: MACDONALD, L.; RUCKERT, A. Post-neoliberalism in the Americas. Hampshire/New York : Palgrave Macmillan , 2009. p. 3-53.), políticas de desendeudamiento y nacionalizaciones (GRUGEL, RIGGIROZZI, 2018 GRUGEL, J.; RIGGIROZZI, P. Neoliberal disruption and neoliberalism’s afterlife in Latin America: What is left of post-neoliberalism? Critical Social Policy, v. 38, n. 3, p. 547-566, 2018. ), junto a relatos re-industrializadores. Además, sobre la economía política de la inclusión y la regulación, y bajo el nuevo cuadro geopolítico, se intentó reemprender el siempre inconcluso proceso de integración regional. Con la formación de la UNASUR, por ejemplo, se procuró refrenar los procesos de expansión del capital global financierizado y las acciones estatales del hegemón (SANAHUJA, 2012 SANAHUJA, J. A . Post-liberal regionalism in South America: the case of UNASUR. European University Institute Working Paper, Florence, v. 5, p. 1-30, 2012.).

Sin embargo, bajo su inalterada y aun reafirmada debilidad histórica, las estatidades latinoamericanas quedaron sujetas tanto a las acciones de las RPG controladas por los OFI, como a las propias inercias y path dependence del Estado, replicando el patrón organizativo y de intervención fragmentario, orientado a expandir procesos de mercantilización controlados desde las REG (FERNÁNDEZ; CARDOZO, 2012 FERNÁNDEZ, V. R.; CARDOZO, L. Nueva estatidad bajo la re-emergencia regional. La reelaboración del proyecto neoliberal y sus alternativas en la periferia. Revista Brasileira de Estudos Urbanos e Regionais, v. 14, n. 2, p. 11-33, 2012. ). Ese “retorno estatal” asumía particularidades que, finalmente, marcarían sus propios límites dentro de este segundo interregno, así como los límites de la región para redefinir una posición de mayor fortaleza ante las lógicas del capital y territorial desprendidas de la reestructuración sistémica del primer interregno.

Tal limitación se expresa en la debilidad para conformar una estatidad idónea para, como en el escenario asiático, transformar la estructura productiva mediante una estrategia de industrialización y articulación científico-tecnológica. Un patrón acumulativo de esas características resultaba esencial para establecer una estrategia de inclusión socio espacial con una dinámica productiva que vuelva sustentable un proceso distributivo y no quede cautivo del nada secundario boom de los commodities (ROA, 2016ROA, C. Changing Tides: On the Political Changes Occurring in Latin America. CIRSD Occasional Paper, Center For International Relations And Sustainable Development, 2016.), alentado desde la industriosa expansión sino-asiática. Cuando el boom llegó a su límite, los problemas estructurales como la restricción externa y el debilitamiento de la legitimidad del patrón distributivo alcanzaron la superficie.

Las fallas o límites en la construcción de una estatidad organizada y comprometida en alterar la estructura productiva de sub-alternidad (GOLD; ZAGATO, 2020 GOLD, M.; ZAGATO, A. After the Pink Tide: Corporate State Formation and New Egalitarianisms in Latin America. New York/Oxford: Berghahn Books, 2020. ) crearon condiciones para un nuevo escenario de “neoliberalismo tardío” (DELGADO; GRADIN, 2017 DELGADO, D. G.; GRADIN, A. Neoliberalismo tardío: Entre la hegemonía y la inviabilidad. In: GARCÍA DELGADO, D.; GRADIN, A. (comps.). El neoliberalismo tardío. Teoría y praxis . Buenos Aires: FLACSO Argentina , 2017. p. 15-26). Así, la estatidad latinoamericana regresó, tanto en el eje Pacífico como en el Atlántico, al auto-desplazamiento a través de desregulaciones y el restablecimiento de alianzas con el hegemón. Ciertamente, ello no fue emprendido desde el aislamiento nacional sino desde un esfuerzo regional neoliberal, sustentado en el esquema de regionalismo abierto, que procuró geopolíticamente desplazar los proyectos de Unasur, Mercosur y Alba (MERINO, 2018 MERINO, G. E. El Mercosur en tiempos de retorno neoliberal. In: V JORNADAS NACIONALES DE INVESTIGACIÓN EN GEOGRAFÍA ARGENTINA; XI JORNADAS DE INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES GEOGRÁFICAS, 2018. Anales […]. Tandil, Buenos Aires: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 2018. p. 1055-1067.).

De esa reacción re-mercantilizadora a la reacción distributiva emergió una economía política de fortalecimiento de las lógicas especulativas y endeudadoras que, con distintos grados, habían tratado de frenar las reacciones distributivas (BURGOS; MALIC, 2017BURGOS, M.; MALIC, E. La deuda externa en el Neoliberalismo tardío. In: GARCÍA DELGADO, D.; GRADIN, A. (comps.). El neoliberalismo tardío. Teoría y praxis. Buenos Aires: FLACSO Argentina, 2017. p. 41-57 ). Ello conllevó un aún mayor debilitamiento de los procesos de industrialización, sin que el fortalecimiento del lugar de proveedor de recursos naturales, ligado a la fase material con direccionamiento estatal sino-asiático, implique compensación alguna desde el punto de vista de la superación de las debilidades de la inserción internacional primarizada. Por el contrario, el nuevo perjuicio de la estructura productiva fue acompañando de una ampliación del patrón excluyente y desigualador que había tenido lugar en la región durante el primer subperíodo.

De tal manera, en la actualidad se recrea un escenario de eterno e indefinido retorno, de movimientos y contra-movimientos, que alienta a algunos a sostener que caminamos -bajo nuevo contexto- a un renacimiento de la pink tide (SADER, 2019 SADER, E. Is the “Pink tide” returning to Latin America? New internationalist, 2019. ). En este largo interregno latinoamericano, con sus procesos mercantilizadores y distributivos, se constata una estatidad que hizo paradojalmente convivir su alto involucramiento con dinámicas que abonaron siempre a su debilidad organizacional e implicativa para enfrentar las lógicas que derivan del cambio geoeconómico y geopolítico del primer interregno y las fases financierizadoras y materiales que conforman y condicionan sus Estados.

Reflexiones finales: América Latina como espacio de disputa

A través del examen de dos interregnos se procuró exponer las particularidades que asume el “retorno estatal” y sus conformaciones a nivel macro regional, sus implicaciones dentro del proceso de reestructuración geopolítico y geoeconómico global y los modos en que se definen las lógicas del capital y territorial. En la primera parte se resaltó cómo conviven dentro de un mismo proceso de re-estructuración cíclico, por un lado, una fase de acumulación financiera que subordina al Estado en su proceso de reproducción y expansión global; y por el otro, la emergencia concomitante de una nueva fase de acumulación material que, instalada en el espacio sino-asiático, cuenta con una presencia estatal que no queda subordinada al capital, sino que direcciona su reproducción. Esa diferente conformación acumulativa y estatal que emerge en el interregno sistémico global deviene central para analizar, en la segunda parte, la intersección de esas lógicas con las especificidades que asume el interregno latinoamericano.

En ese examen se observó cómo las estatidades latinoamericanas han quedado atravesadas por el accionar de las REG y RPG -con distintas tonalidades en cada período- y cómo ello ha dado lugar rotativamente a movimientos de ofensivas mercantilizadoras, que entronizan directamente con las pretensiones expansivas del capital global financierizado, así como a reacciones distributivas, que buscan atacar los efectos excluyentes y desigualadores de aquella ofensiva.

Así, recuperando la primera hipótesis, las estatidades revisten centralidad ya sea habilitando la expansión del capital financierizado del Norte Global o direccionando el capital financiero hacia el productivo, en el caso del primer interregno. Para el caso de América Latina, con sus debilidades históricas, las estatidades latinoamericanas asumieron, en los dos subperíodos señalados, un papel fundamental. Bajo el re-mercantilizador resultó central su acción auto-desmantelatoria, mientras que bajo las reacciones redistributivas no operó una re-configuración que recupere el control desde un patrón organizacional e implicativo coherente. Por el contrario, se observa la continuidad en su papel de reproductor de los contenidos y formas operativas de las REG y las RPG. Este hecho limitó severamente la capacidad de elaborar una transformación endógena de la estructura productiva, a partir de una base industrializadora y de conocimiento compleja e integrada, que dé un carácter inclusivo e igualador genuino y sostenible a su base socio espacial.

Presas de esas limitaciones, las reacciones distributivas debieron sustentarse en una integración subalterna al expansivo e industrializado espacio sino-asiático, basada en la provisión de recursos naturales. La insostenibilidad de esa lógica contribuyó a crear las condiciones para un regreso re-mercantilizador a ambos lados de la región. Así, recuperando la segunda hipótesis, la perviviente dinámica de movimientos y contra-movimientos profundiza el indefinido interregno latinoamericano y perpetúa las limitaciones de sus estatidades para posicionarse de manera autónoma frente a la disputa abierta por el primer interregno.

El presente de la región demanda redefinir configuraciones estatales coherentemente articuladas, capaces de direccionar el capital financiero hacia una lógica productiva de largo aliento, que otorgue sostenibilidad a un patrón de reproducción social y espacial de carácter redistributivo y de base industrial. Ello conlleva estatidades constructoras de -y no construidas por- redes políticas, capaces de actuar direccionando la formación de cadenas económicas de base nacional, pero con alcance macro regional, que hagan foco en el carácter endógeno del proceso de acumulación y alcancen una escala de negociación en el disputado escenario del interregno sistémico. De no concretar estos desafíos, tanto los procesos de financierización del Norte Global como los de expansión -hasta ahora primarizadora- del escenario sino-asiático, seguirán imponiendo integraciones subalternas que profundizan los límites estructurales para el desarrollo latinoamericano.

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  • 1
    Agradecemos especialmente a la Comisión Editorial de la RBEUR y a los evaluaron nuestro artículo, quienes, con sus críticas constructivas, nos permitieron mejorar nuestros argumentos. Por supuesto, cualquier error u omisión es responsabilidad de los autores.
  • 2
    Se entiende la categoría de interregno como un período de crisis con tendencias y contratendencias propias, que desencadenan una etapa marcada por la incertidumbre y la disputa abierta (GRAMSCI, 1981, p. 37). Milan Babic (2020) también recurre a esta idea para dar cuenta de la ausencia de una teoría de la actual crisis que atraviesa el Orden Internacional Liberal (OIL). GRAMSCI, A. Cuadernos de la cárcel. Tomo 2. Ciudad de México: Ediciones ERA, 1981; BABIC, M. Let’s talk about the interregnum: Gramsci and the crisis of the liberal world order. International affairs, v. 96, n. 3, p. 767-786, 2020.
  • 3
    Las redes económicas globales (REG) se constituyen a partir de los flujos que articulan multilocalizadamente factores de producción, capital productivo y financiero, conocimiento y fuerza de trabajo, siendo estos elementos nodificados a partir de Empresas Transnacionales que enhebran una diversidad de actores con posicionamientos funcionales y espaciales desiguales. Las redes políticas globales (RPG) en cambio, se forman a partir de dispositivos conceptuales, programas de asistencia, entrenamiento y financiamiento, nodificados por estados centrales que actúan como controlantes de los OFI (FERNÁNDEZ; CARDOZO, 2012 FERNÁNDEZ, V. R.; CARDOZO, L. Nueva estatidad bajo la re-emergencia regional. La reelaboración del proyecto neoliberal y sus alternativas en la periferia. Revista Brasileira de Estudos Urbanos e Regionais, v. 14, n. 2, p. 11-33, 2012. ; WADE, 2004 WADE, R. Governing the market: Economic theory and the role of government in East Asian industrialization. New Jersey: Princeton University Press, 2004.).
  • 4
    Por sistema interestatal referimos al sistema de unidades estatales interrelacionadas, que rigen el moderno sistema capitalista desde el Tratado de Westfalia bajo una lógica de dominio territorial, que convive con otra vinculada al capital, bajo la dirección hegemónica y cíclica de un Estado en particular.
  • 5
    Por implicación estatal se entiende los modos en que el Estado interviene en el delineamiento del patrón acumulativo bajo procesos de reestructuración tendientes a la remercantilización o sus reversos desmercantilizadores.
  • 6
    En el sentido de un desarrollo auto-centrado que dominó durante largos períodos las relaciones interestatales al interior de dicha región.
  • 7
    Entendido como el movimiento de desmantelamiento estatal.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    18 Jul 2022
  • Fecha del número
    2022

Histórico

  • Recibido
    15 Oct 2021
  • Acepto
    14 Abr 2022
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