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San Sebastián de Las Ovejas: pureza perdida y revitalización en el norte neuquino (Argentina)

Resúmenes

En el siguiente artículo desarrollaremos cómo el culto y la fiesta de celebración a San Sebastián en Las Ovejas sufrió en estos últimos años una serie de transformaciones que están en estrecha relación con cambios institucionales de la Iglesia Católica, la vida política y económica de la Argentina y más específicamente de la provincia de Neuquén. La reapertura democrática argentina en 1983, y al casi simultáneo proyecto de integración económica del Cono Sur americano, denominado Mercosur, está implicando que economías nacionales relativamente cerradas se vayan abriendo e integrando en un solo mercado con la finalidad de conseguir mayor competitividad y asegurar mercados. Esto exige que las fronteras internacionales se tornen más permeables. La heterogeneidad de actores (sacerdotes, políticos, devotos, etc.) e intereses (económicos, turísticos, religiosos, etc.) de la fiesta indican su multivocalidad; y como el propio origen de la celebración está ligado al corte de las relaciones intercordilleranas hacia mitad del siglo XX, la devoción a San Sebastián aparece como un mediador entre la localidad y la nación argentina, su pasado chileno y la institucionalidad de la Iglesia Católica. Finalmente, el análisis de la organización y el significado de la celebración nos permite entonces reflexionar sobre ciertas categorías clásicas y en apariencia antagónicas de la antropología como tradición/innovación o conflicto/armonía.

fiesta; frontera; santos; turismo


In this article we trace the changes undergone by the cult and festival of San Sebastian in Las Ovejas, Neuquén, near the Chilean border, over recent years. There have been a series of transformations intimately related to institutional changes in the Catholic Church, to Argentine political and economic life and to local and regional processes. The democratic reopening since 1983 and the almost simultaneous economic integration project for the Southern Cone, called Mercosur, meant the opening of two relatively closed national economies and their gradual integration into a single market, aiming at higher competitiveness and access to international markets. The latter requires international borders to become more permeable. The heterogeneity of actors (priests, politicians, devotees, etc.) and interests (economic, tourist, religious, etc.) involved in the festival indicate its multi-vocal nature. The origin of the celebration is linked to the severing of Trans-Andean relations towards mid 20th Century. San Sebastian’s devotion comes as a mediator between local and Argentine national belonging, its Chilean past and institutionalization under the Catholic Church. An analysis of the organization and meaning of the celebration allows us to reflect upon certain classical and apparently antagonistic anthropological categories, such as tradition and innovation, conflict and harmony.

border; festival; saints; tourism


ARTIGOS

San Sebastián de Las Ovejas: pureza perdida y revitalización en el norte neuquino (Argentina)1 1 El artículo es una reformulación de parte de mi disertación de maestría defendida en el Programa de Posgraduación en Antropología social de la Universidad Nacional de Misiones. Una versión previa también fue presentada en las III Jornadas de patrimonio intangible, Buenos Aires, 2002.

Rolando Silla

Doctorando, Museu Nacional/Universidade Federal do Rio de Janeiro – Brasil

RESUMEN

En el siguiente artículo desarrollaremos cómo el culto y la fiesta de celebración a San Sebastián en Las Ovejas sufrió en estos últimos años una serie de transformaciones que están en estrecha relación con cambios institucionales de la Iglesia Católica, la vida política y económica de la Argentina y más específicamente de la provincia de Neuquén. La reapertura democrática argentina en 1983, y al casi simultáneo proyecto de integración económica del Cono Sur americano, denominado Mercosur, está implicando que economías nacionales relativamente cerradas se vayan abriendo e integrando en un solo mercado con la finalidad de conseguir mayor competitividad y asegurar mercados. Esto exige que las fronteras internacionales se tornen más permeables. La heterogeneidad de actores (sacerdotes, políticos, devotos, etc.) e intereses (económicos, turísticos, religiosos, etc.) de la fiesta indican su multivocalidad; y como el propio origen de la celebración está ligado al corte de las relaciones intercordilleranas hacia mitad del siglo XX, la devoción a San Sebastián aparece como un mediador entre la localidad y la nación argentina, su pasado chileno y la institucionalidad de la Iglesia Católica. Finalmente, el análisis de la organización y el significado de la celebración nos permite entonces reflexionar sobre ciertas categorías clásicas y en apariencia antagónicas de la antropología como tradición/innovación o conflicto/armonía.

Palabras clave: fiesta, frontera, santos, turismo.

ABSTRACT

In this article we trace the changes undergone by the cult and festival of San Sebastian in Las Ovejas, Neuquén, near the Chilean border, over recent years. There have been a series of transformations intimately related to institutional changes in the Catholic Church, to Argentine political and economic life and to local and regional processes. The democratic reopening since 1983 and the almost simultaneous economic integration project for the Southern Cone, called Mercosur, meant the opening of two relatively closed national economies and their gradual integration into a single market, aiming at higher competitiveness and access to international markets. The latter requires international borders to become more permeable. The heterogeneity of actors (priests, politicians, devotees, etc.) and interests (economic, tourist, religious, etc.) involved in the festival indicate its multi-vocal nature. The origin of the celebration is linked to the severing of Trans-Andean relations towards mid 20th Century. San Sebastian’s devotion comes as a mediator between local and Argentine national belonging, its Chilean past and institutionalization under the Catholic Church. An analysis of the organization and meaning of the celebration allows us to reflect upon certain classical and apparently antagonistic anthropological categories, such as tradition and innovation, conflict and harmony.

Keywords: border, festival, saints, tourism.

Las Ovejas es una localidad situada en la denominada Zona Norte o Alto Neuquén. Desde el punto de vista de su geografía, está emplazada en uno de los valles intermontanos entre la cordillera de Los Andes y la cordillera del Viento, algunas decenas de kilómetros al Este de la primera. Ambas estructuras montañosas corren paralelas, y sobre todo la del Viento observa una marcada continuidad en dirección Norte-Sur. Una región de abundantes pasos intermontanos de fácil tránsito y llanuras con vegetación utilizada para pastoreo de ganado en su mayoría caprino. Zona de transición entre los Andes Secos (al norte) y los Andes nordpatagónicos (al sur y caracterizados por su humedad). Los inviernos son regularmente lluviosos en las partes bajas, y de intensa precipitación nívea en las alturas, lo cual favorece la actividad ganadera de modalidad trashumante. Las lluvias poco intensas provocan el rebrote de los pastos de invernada, al tiempo que las grandes nevadas constituyen una reserva de agua para los pastizales de veranada. La población que allí habita se autoadscribe con el apelativo de crianceros: productores rurales volcados al mercado de una heterogeneidad social amplia que abarca desde aparceros precarios hasta productores con cierto grado de capitalización (GESA, 1993, p. XXVI). La actividad ganadera puede estar complementada con alguna actividad comercial, rentista o de empleo público.

La Zona Norte es una región cuya población es considerada por los neuquinos como de origen y tradición chilena. Aunque la mayoría de sus pobladores hayan nacido en territorio argentino, tengan documentación argentina y sean reconocidos por ciertos organismos e instituciones del Estado argentino como ciudadanos plenos, debido a que la República Argentina ha mantenido diferendos limítrofes con la República de Chile durante el transcurso del siglo XX esta población de origen y tradición chilena siempre fue percibida por ciertos organismos estatales argentinos como "peligrosos" para la consolidación de la soberanía en esta región.

En el siguiente artículo desarrollaremos cómo el culto y la fiesta de celebración a San Sebastián en Las Ovejas sufrió en estos últimos años una serie de transformaciones que están en estrecha relación con cambios institucionales de la Iglesia Católica, la vida política y económica de la Argentina y más específicamente de la provincia de Neuquén. La reapertura democrática argentina en 1983, y al casi simultáneo proyecto de integración económica del Cono Sur americano, denominado Mercosur, está implicando que economías nacionales relativamente cerradas se vayan abriendo e integrando en un solo mercado con la finalidad de conseguir mayor competitividad y asegurar mercados. Esto exige que las fronteras internacionales se tornen más permeables. La heterogeneidad de actores (sacerdotes, políticos, devotos, etc.) e intereses (económicos, turísticos, religiosos, etc.) de la fiesta indican su multivocalidad; y como el propio origen de la celebración está ligado al corte de las relaciones intercordilleranas hacia mitad del siglo XX, la devoción a San Sebastián aparece como un mediador entre la localidad y la nación argentina, su pasado chileno y la institucionalidad de la Iglesia Católica. Finalmente, el análisis de la organización y el significado de la celebración nos permite entonces reflexionar sobre ciertas categorías clásicas y en apariencia antagónicas de la antropología como tradición/innovación o conflicto/armonía.

La comisión como instrumento de transformación de la relación entre los santos y los hombres

La comisión procelebración de la fiesta de San Sebastián fue constituida a fines de la década de 1980 con la finalidad de responsabilizarse por la organización de la fiesta. Esta organización cobró importancia en varios aspectos, pues logró oficiar como articuladora entre la iglesia, el municipio y los pobladores. Por un lado se gestó como una manera de que miembros de la localidad controlen el dinero recaudado en mandas, que anteriormente quedaba en manos de la Misión Salesiana de Chos Malal. Pero al mismo tiempo los clérigos fomentaron y utilizaron esta organización para crear un grupo de creyentes más adeptos a la doctrina Católica según el Concilio del Vaticano II. Este intento de transformación impulsado por la Iglesia no es del todo coincidente con el de otros grupos de la localidad, quienes intentan otorgarle a la fiesta, además del propiamente religioso, un sentido de promoción turística o de manifestación cultural que a la vez podría ser el puntapié inicial para revincular al Alto Neuquén con la economía transcordillerana.

Bajo la autoadscripción católicos en Las Ovejas encontramos un gran espectro de prácticas y opiniones. Los más comprometidos con el clero, en general miembros de la comisión, no pasan las 25 personas que asisten regularmente a los oficios religiosos de los días domingos. Otros mantienen una relación más personal con la devoción a los santos que con el dogma institucional, y sólo asisten a la iglesia los 20 de enero, día de la fiesta de San Sebastián. Incluso pueden declararse profundamente creyentes en Dios, San Sebastián, otros santos o la Virgen María, pero descreen y se posicionan en contra de los sacerdotes y de la Iglesia Católica como institución.

En general los fieles mantienen una postura acorde a los postulados anteriores a la declaración del Concilio del Vaticano II. Por ejemplo la manda, que implica que para los pobladores los milagros concedidos por el santo no son gratuitos, sino que al solicitar un favor a San Sebastián se establece un contrato. El santo produce el milagro necesitado por el solicitante, pero a cambio el devoto debe comprometerse a retribuirle este favor. Retribución que se paga en dinero, en donaciones de animales o en sacrificios como largas peregrinaciones a pie, descalzo o de rodillas hasta el santuario de San Sebastián. Particularmente en la capilla de Las Ovejas se puede ver aproximándose el día 20 de enero, fecha de su celebración, ciclistas, jinetes o peregrinos a pie que llegan desde Chos Malal, Cutral-Có y demás lugares de la provincia, pudiendo elegir, una vez que arribaron, subir la colina en donde está emplazado el templo de rodillas. Algunos pobladores de Las Ovejas realizan la misma práctica de subir de rodillas, aunque no para esa fecha, sino en otras épocas del año, cuando no hay tantos espectadores. Muchos opinan que no cumplir con lo pactado puede aparejar castigos por parte de la deidad, pues como dice María, rezadora y cantora, dos actividades muy prestigiadas en la región, "él se jugó por Cristo y así debe uno jugarse".

Intentando eliminar esta relación contractual con el santo se ha instaurado la ofrenda, de carácter mas fraterno, pues implica donar dinero a la iglesia sin pedir nada a cambio. Las ofrendas son de menor monto en dinero que las mandas. Por ejemplo del 11 al 20 de enero de 1999 se recaudaron $ 6.738 en mandas y sólo $ 239 en ofrendas. Son estos algunos de los motivos que hacen que ciertos clérigos consideren que la población "no es católica". Entre otras cosas consideran que sólo existe devocionismo, que la fiesta es pagana y ha perdido su sentido religioso debido al comercio y el libertinaje. Respecto a los pobladores, algunos clérigos opinan que son muy egoístas, queriendo expresar con ésta frase que no existe solidaridad entre los miembros de las familias, en especial debido a peleas familiares por motivos económicos, o el maltrato físico u emocional por parte del marido a su esposa o a sus hijos. También incide el hecho de que para los pobladores San Sebastián es más importante incluso que la Navidad, época en que se conmemora el nacimiento de Jesucristo, y que prácticamente no se festeja. Esto es una incompatibilidad con la jerarquía teológica de la Iglesia Católica, pues no puede ser más importante la adoración de un mártir que el propio Cristo.

Los intentos por cambiar la forma en que los devotos se relacionan con San Sebastián se hace evidente tanto en los discursos como en las prácticas que los clérigos intentan imponer a través de la comisión. Más allá de las diferencias existentes entre los diferentes clérigos, los sacerdotes en sus sermones intentan crear otra idea de los santos, y esto se evidencia durante las misas que se realizan durante la fiesta de San Sebastián. En el momento de mi trabajo de campo se encontraba a cargo de la administración Católica del departamento Minas el Hermano Poncio, quien pertenece a la orden Salesiana, hizo los votos de pobreza, castidad y obediencia y tiene el permiso del suministro extraordinario de la eucaristía, o sea que puede dar la comunión pero no hacer el acto de Cristo, esto es levantar el pan y convertirlo en cuerpo y sangre de Dios. Por ello Poncio se ve obligado cada fin de año a conseguir un sacerdote para que oficie misa en Navidad, asista la fiesta de San Sebastián y recorra las diferentes localidades del departamento. Esto hace que en general quien venga sea una contingencia. Como no siempre asisten los mismos sino que pertenecen a diferentes líneas internas de la Iglesia (capellanes de la policía, carismáticos, de comunidades de base, etc.) los discursos cambian un poco año a año. De todas maneras, existe un intento bastante unificado en los clérigos de desterrar la idea de Dios como un ser temible y castigador.

En la celebración de 1999 Hugo, un seminarista de la ciudad de Buenos Aires que estaba realizando una pasantía en el departamento Minas, ofició varias misas durante el transcurso de la novena. Lo hacía hablando muy coloquialmente, de manera informal, pero con una jerga porteña y no común en la región, con palabras como tenés o macana. Trató de hacer los coros mas activos, y durante las canciones de la misa seguía el ritmo con las palmas. Pero la gente no lo acompañó. Desconocía la existencia de la fiesta y devoción a este santo y no parecía muy contento de que se le adjudiquen tantos milagros. En la misa que ofició en un predio municipal de un barrio de la localidad, Hugo untó aceite a los mayores de 65 años y a los que parecieran alguna enfermedad, del cuerpo o del alma, entendida como una tristeza o depresión. Se hizo una larga fila y mientras el coro cantaba, Hugo ungía aceite en la frente y las manos. Luego algunos me comentaron que la misa estuvo aburrida. Esperaban a los carismáticos de Chos Malal, que parecía iban a concurrir. En cambio Hugo se alegró de que no vinieran, "porque algunos son unos locos bárbaros" y consideraba que en un pueblo "donde la gente ve milagros por todos lados", los carismáticos, que en general son sacerdotes que se consideran con la capacidad de realizar curaciones por intermedio del poder de Jesucristo, podrían ser "muy peligrosos". Me contó que mientras pensaban que los carismáticos vendrían, algunos de los miembros de la comisión querían poner un altar alto para los sanadores del grupo carismático. Hugo les dijo que en vez de "hacer un show" era mejor estar abajo, "dando un sentido de comunidad".

La fiesta de enero del 2000, la ofició el padre Juan, perteneciente al movimiento carismático, originario de Buenos Aires y en ese momento con un cargo en una capilla de la ciudad de Neuquén. Durante las misas que ofició no realizó ninguna curación, centró su discurso en la idea de que San Sebastián no castiga, y de que la devoción no debe transformarse en una manipulación del santo. Intentó de esta manera, y al igual que un año antes lo hiciera Hugo, dar un sentido de "comunidad cristiana", tratando de eliminar lo que consideraba "prácticas egoístas":

Estamos acostumbrados a que cada vez que uno mete la pata, le yueve un zopapo que lo revienta contra la pared [ ] Ah, entonces yo creo que Dios conmigo va a hacer lo mismo. A no viniste a misa, te quedás sin trabajo. Estornudaste fuera de lugar, ya te va a pasar en tu familia. Contento, feliz, revuelvo todo lo que encuentro para que el Tata no me golpee. Dios no es un padre golpeador. Dios es un padre que habla y te canta la justa; y cuando te pasa algo no es porque, y Dios te lo manda, sino porque vos te lo buscas. Si yo le digo a [ ] mire ese fierro contiene todo este toldo. Si usted lo tira abajo le va a caer el toldo sobre la gente; y usted dice no, y se cae y dice, hay se cayó, y es del santo. Se cayó y le pegó en la cabeza a uno. ¿Culpa del santo o sonzo vos? ¿Culpa del santo o sonzo uno? Sonzo uno. No tires ladriyo para arriba que te va a caer en la cabeza. Ay yo soy moderno hago lo que quiero. Después le revienta el ladriyo en la cabeza, culpa de Dios.

Juan pretendió dar una imagen de un Dios poderoso pero justo. Comenzó con una referencia a nuestra vida cotidiana "uno mete la pata y le yueve un zopapo" y por ello pensamos que en el más allá se actúa de la misma manera, cada acción errónea es devuelta con un castigo, y no venir a misa puede implicar perder el trabajo. De allí la búsqueda de contrarrestar esa relación causal: "revuelvo todo lo que encuentro para que el Tata no me golpee" puede ser una clara referencia a la manipulación que los pobladores hacen a los santos para contrarrestar sus desgracias. Inmediatamente Juan explicó que "Dios no es un padre golpeador", que simplemente nos dice lo que debemos hacer y que nuestras desgracias no vienen de Dios sino de nuestros propios actos.

Otra vía de intentar cambiar la manera de los pobladores en relacionarse con los santos está en base a la transformación de las prácticas y la forma en que la fiesta se realiza. La celebración comienza nueve días antes del 20 de enero, con el rezo de la novena, las oraciones que se le realizan al santo durante nueve días antes del 20. Esta actividad está a cargo de los miembros de la comisión, en especial de las rezadoras, mujeres reconocidas en la localidad por su conocimiento de las novenas y que acostumbran a cumplir esta función tanto en la celebración de San Sebastián como en otros momentos como los velorios. En el transcurso de estos nueve días también pueden celebrarse misas y bautismos, siempre a cargo de algún sacerdote. El 19 a la noche ocurre la velación, que implica un recorrido de los fieles (en algunos casos descalzos) por el pueblo, rezando, llevando velas y una gran imagen de San Sebastián. El día 20 es la procesión, el momento en que se saca del santuario a la imagen traída de Yumbel, sito en la vecina República de Chile, a mediados de la década de 1940. Con ella se va hasta la gruta, una ermita de tamaño considerable realizada por un devoto de la región, situada a unos kilómetros del pueblo. Luego se retorna a la capilla, se oficia una misa y más tarde un asado popular, al que todos tienen el derecho a concurrir y comer gratuitamente, ya que los alimentos son mandas en animales entregadas por los fieles para la fiesta. Esta es la celebración que los clérigos aceptan y quieren mantener.

Pero de manera simultánea, al aproximarse el 20 de enero crece la actividad nocturna de los pobladores, y se observa mayor cantidad de gente que circula por las calles y concurre a los bares y cantinas. También el número de pobladores aumenta debido a peregrinos y parientes de pobladores que vienen de otros lugares de la provincia. En varios lugares del pueblo e incluso en el santuario se construyen ramadas: techos de coirón en donde se comen los asados en el caso del templo, o en el pueblo serán las futuras cantinas para el 18, 19 y 20 a la noche. Al término de la velación, el 19 a la noche, en el pueblo se abren las cantinas, donde se pueden tomar bebidas alcohólicas y bailar cueca, rancheras, valsesitos y tropical. También funcionan boliches bailables, que a diferencia de la cantina tienen lugar en un salón. Esto continúa hasta las 6hs del día 20. La municipalidad decreta feriado, salvo para los empleados públicos que estén directamente involucrados en el apoyo de la fiesta, así que nada impide trasnochar.

En el templo se realizan actividades con la expresa intención de continuar con la actividad religiosa y que la gente no concurra a las cantinas. En 1999 se proyectó un documental sobre la vida del primer obispo de Neuquén Jaime De Nevares, misioneros laicos que vinieron de la ciudad de Neuquén realizaron una teatralización de la vida de San Sebastián, y la iglesia quedó abierta toda la noche esperando peregrinos y asilando a algunos que allí durmieron. Los propios miembros de la comisión alegan que quieren terminar con las cantinas para que la fiesta sea "más religiosa". No les molesta tanto el comercio, ya que varios de la comisión lo practican, pero sí muchos vendedores a los que sólo les interesa ese aspecto. Además de aumentar las actividades en la iglesia, otra transformación que realizaron en el mismo sentido fue la de cambiar el horario de la procesión. Años atrás se realizaba a las 16 hs., últimamente se trasladó a las 7 hs. El motivo es dificultar que los fieles se queden despiertos hasta entrada la madrugada en las cantinas si es que en realidad están dispuestos a caminar por la mañana del 20 el par de kilómetros que separa el templo de la gruta.

En este sentido, también existe una idea en el clero de que la fiesta está perdiendo pureza. Por ejemplo, el Hermano Poncio me comentaba que la fiesta de San Sebastián ya no era tan pura, debido a que asisten muchos que provienen de las ciudades; y que a muchos sólo les interesa la fiesta como una salida comercial. En cambio me proponía que presenciara para mis estudios la fiesta de la Virgen de Aillinco, ubicada en una capilla rural de difícil acceso y a la que hasta ese momento no concurrían ni turistas ni parientes de la ciudad, sino sólo crianceros que están en las veranadas. Poncio consideraba a esta fiesta "más espontánea".

La fiesta de San Sebastián como revitalización

La promoción comercial y turística de la fiesta es vista por otros sectores como una posibilidad de desarrollo de la localidad y la región, en especial por cierto grupo de jóvenes políticos que están incursionando en las disputas por el poder municipal. Pero para poder explicar este punto antes debemos explicar sucintamente el desarrollo de la política local y provincial en éstas últimas décadas y como en este proceso está involucrada la propia Iglesia Católica.

En Las Ovejas están representados los partidos políticos nacionales; pero un partido provincial, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) es el mayoritario. Hasta 1991 el MPN en el ámbito provincial estaba liderado por Felipe Sapag, y en Las Ovejas por la familia Iribarren, que controló el poder político de la localidad desde los inicios del MPN, en la década del ´60. Desde 1983 Martín Iribarren fue asesor del Gobierno provincial y Carlos, un hermano suyo, fue electo intendente. En este contexto, Martín gestionó, desde la administración provincial, una escuela de nivel medio para Las Ovejas que comenzó a funcionar en 1987 dando el título de técnico agropecuario. Con la enseñanza media apareció un sector de jóvenes nacidos en Las Ovejas que se sintieron más preparados como para afrontar los problemas de la localidad. En el mismo año de aparición de la escuela se gestó el centro de estudiantes, y de allí surgió la idea de crear una comisión en la Iglesia.

Un año después, en 1988, Jorge Sobisch derrotó en elecciones internas a la línea de Felipe Sapag. Paso seguido, en elecciones generales accedió a la gobernación. Esto repercutió en Las Ovejas. Mirta Fernández, originaria de una localidad de la provincia de Buenos Aires pero radicada desde hacía unos años en Las Ovejas y además políticamente partidaria de Sobisch, le ganó a Carlos Iribarren las elecciones por la intendencia. Venancio Gómez, jefe de una familia de prestigio en la localidad y también histórico militante del MPN, cortó la lealtad a la familia Iribarren y apoyó a Mirta. Fue electo concejal y Jorge, uno de sus hijos, Secretario de Gobierno.

Jorge es una persona peculiar. Por su forma de hablar, su gusto por la pintura y la literatura, su desconocimiento sobre caballos, fútbol y autos (tres pasiones muy comunes en los hombres de Las Ovejas), no parece nativo de la localidad. Es consciente de ello, y dice enfadarse cuando se lo preguntan, "como si todos los nacidos aquí tendrían que ser tontos". Alega que sus gustos "son urbanos", y que una buena gestión municipal necesita negociar en la ciudad; por ello se proclama como el "más preparado". Se sabe diferente, incluso de sus otros hermanos. Considera que siempre fue el mas aplicado en la escuela. Participó de varias comisiones locales: en la biblioteca, cargos partidarios y la iglesia, en la que incluso estuvo a punto de entrar a la orden Salesiana. Piensa que tal vez por eso con 27 años de edad no vivió otras cosas, como la vida en las cantinas.

Antes de llegar a ser proclamado intendente, sus intenciones eran terminar con el caudillismo local, que desde su punto de vista produjo que la población abandonara la producción y se hiciera dependiente de los favores políticos para subsistir. Para él caudillismo era sinónimo de la familia Iribarren, que siempre asustaron a sus padres con quitarles el trabajo y convenciéndolos de que eran los únicos capaces de llevar adelante la gestión municipal. Cuando conocí a Jorge estaba en campaña; y en las elecciones de 1999 logró desplazar a Carlos, que en 1991 nuevamente había triunfado en las elecciones derrotando a Mirta Fernández y se mantuvo por dos períodos consecutivos como intendente2 2 Una vez proclamado intendente Jorge ha hecho transformaciones en la localidad que podríamos considerar positivas, como el mejoramiento del espacio público. Pero su forma de hacer política, en base a favores, promesas y colocando en el aparato público a miembros de su grupo familiar no parece ser substancialmente diferente a la gestión anterior, y en principio pareciera que la renovación pasó por el cambio de familia que se instaló en el poder. Un cambio en los elementos más que en la forma. .

Entre las razones por las cuales Jorge accedió a la intendencia considero como punto central la actividad comunitaria que desplegó desde sus inicios de estudiante en la escuela media, como su participación activa en la formación del centro de estudiantes, a través del cual lograron invertir el sentido político de la gestión de la familia Iribarren. Martín gestionó la escuela y supuso que aumentaría su prestigio político; pero allí comenzó a aglutinarse la oposición a su gestión a través de la formación del centro de estudiantes, que a su vez fue el puntapié inicial para conformar la comisión. En ésta Jorge no ocupó puestos importantes; pero siempre participo de su entorno y fue un activo colaborador en la organización de la fiesta. Una vez electo intendente, nombró como Secretario de Gobierno a Walter, el hijo de una de las miembros más relevantes de la comisión; también egresado de la escuela media y con un título terciario posterior obtenido fuera de la provincia.

Jorge considera que efectivamente San Sebastián es milagroso. Incluso el Hermano Poncio consideraba su ascenso al poder como "un éxito" de la orden Salesiana, debido a las vinculaciones de Jorge con la comisión. Sin embargo Jorge tiene otro proyecto para las celebraciones en torno a San Sebastián. Apreciaba mi trabajo pues consideraba excelente "que de Buenos Aires se hayan enterado de la fiesta". Por ello y al mismo tiempo lo consideraba como un indicador de la trascendencia que los festejos estaban adquiriendo fuera de la región. Jorge parece considerar la fiesta en parámetros similares a los que Jeremy Boissevain (1999, p. 461) ha denominado revitalización: como un culto que debe expandirse más allá de lo religioso, especialmente en el plano comercial y turístico; que más que asegurar la eliminación de los bienes de los devotos a través de las mandas, intensifique el consumo y convierta el ritual en un mercado lucrativo. De esta manera Jorge ve en la fiesta un proyecto de desarrollo nativo, potencialmente capaz de generar un crecimiento económico que permita ampliar y diversificar las posibilidades laborales de los pobladores.

Las Ovejas es un municipio que cuenta con una importante cantidad de servicios: Juzgado de paz, Comisaria, Correo, escuela primaria y media, hospital de nivel III (internación sin quirófano ni especialistas), tendido eléctrico, gas, agua corriente y red cloacal, tres radios FM y televisión por cable. Contaba (a diciembre de 1998) con 1.153 habitantes; y sobre un total de 260 familias (matrimonios con hijos que viven bajo un mismo techo), 158 declararon sueldos, dando esto un promedio de ingresos de $596,283 3 Los datos censales fueron obtenidos del hospital de Las Ovejas. El procesamiento es propio. . El tipo de producción es la ganadería trashumante, renta de inmuebles, comercio y empleo estatal. En general combinan más de una de estas actividades. Se considera a la mayor parte de los crianceros dentro de la categoría de pobres rurales, pues si bien están insertos en el mercado, presentan una baja tecnología, insuficiente inversión de capital y limitada intensificación. Por ende la modalidad de producción trashumante no se correlaciona con el nivel de vida que la mayoría de estos pobladores mantiene. La solución de esta encrucijada entre la media de los ingresos declarados y el tipo de producción considerado en crisis está en el alto nivel de empleo público y las transferencias formales a través de políticas de cobertura educativa, de salud y vivienda, que homogeiniza la calidad de vida. Si en Las Ovejas sumamos la cantidad de empleados municipales y provinciales, los pensionados, a la planta estable de Vialidad, Gendarmería, la Corporación Forestal Neuquina (sociedad anónima forestal de la cual el Estado neuquino participa), organismos todos que se encuentran radicados en la localidad, suman 234 personas, sobre un total de 260 hogares4 4 Estas cifras se obtuvieron en base al padrón del Instituto de Seguridad Social de Neuquén. Todo empleado de la provincia o del municipio debe estar afiliado a dicho instituto, de allí derivé la cantidad de empleados públicos provinciales y municipales. Los únicos empleados nacionales son los de Gendarmería, cifra que me la otorgaron en el mismo destacamento, y que al momento sumaban 8 personas. Quedan afuera del cálculo empleados temporarios que la Corporación Forestal Neuquina contrata. . Esto indica que en promedio casi todas las familias perciben al menos un salario del Estado nacional, provincial o municipal. A esto se suman las fuertes políticas sociales que la provincia lleva a cabo en salud, educación y vivienda. Esta situación hace, por un lado que en un período de alto índice de exclusión social en el ámbito nacional esta población esté protegida; bajo la forma de redes de intercambio personal basadas en relaciones de amistad, parentesco o fidelidad al líder político.

Las Ovejas se encuentra subvencionada por el Estado provincial bajo la forma empleo público. Como el propio Estado provincial está íntimamente ligado al MPN, gestión de gobierno y gestión partidaria se confunden, y es prácticamente un prerrequisito que para obtener un beneficio del Estado provincial se muestre antes fidelidad al partido. Históricamente el gobierno provincial privilegió el gasto público y social durante 30 años con resultados a corto plazo positivos, pero sin realizar reinversión de los ingresos provenientes del Estado Nacional. El gasto público y social le facilitó conseguir un electorado cautivo, pero obstaculizó la reinversión.

Los crianceros se han caracterizado por su capacidad de persistencia frente a políticas y mercados cambiantes que superponen apoyo con asedio: programas estatales de comercialización, como el Programa Provincial de Esquila y Comercialización de lanas (GESA, 1993, p. 79), junto a programas de forestación que elimina zonas antes utilizadas por trashumantes, concentrando a su vez la propiedad al quedarse la empresa como dueña de lotes fiscales utilizados históricamente por los crianceros. Esta situación hace que muchas veces los pobladores sientan que la actividad ganadera carezca de viabilidad a largo plazo, mostrándose interesados en desarrollar aspectos turísticos, que se lo percibe como más dinámico. Sin embargo, y aunque la zona presenta muchas potencialidades (aguas termales del Domuyo, Lagunas de Epulaufquen, petroglifos, etc.), también presenta dificultades. Existen caminos pero no están pavimentados, se carece de hoteles y lugares de camping, etc.

Mas allá de los planes provinciales y nacionales de desarrollo, los pobladores de Las Ovejas cuentan con la potencialidad de un proyecto propio, y que Jorge, por lo menos en su etapa preelectoral vislumbró. La fiesta de San Sebastián en Las Ovejas sería, efectivamente, un proyecto nativo de desarrollo, en donde los pobladores son (o pretenden ser) los principales gestores y promotores de la empresa. La comisión es una organización comunitaria exitosa en el pueblo; genera gran cantidad de trabajo voluntario y sin fines de lucro. Esto eliminaría el problema de la antropología aplicada que señala Roger Bastide (1972, p. 29) de considerar los valores occidentales sobre cualquier otro y de la concepción de grupos "dadores de civilización" y "salvajes precivilizados". Pues si analizamos la situación de la localidad justamente lo que ha ocurrido es imponerle un modelo de desarrollo. Las Ovejas es una población que sufrió un proceso modernizador en el sentido clásico de la palabra: la población se retiró del área rural para concentrarse en el casco urbano, posee servicios considerados básicos para el desarrollo (salud, educación y vivienda), y se estaría terciarizando al pasar de la producción rural a empleado público. En este proceso el Estado, considerado el promotor por excelencia en los procesos de modernización en Latinoamérica, se presenta como el principal impulsor. Por el contrario, la promoción turística de la fiesta implicaría un camino inverso: partir de lo que los nativos valoran y utilizarlo como puntapié de desarrollo económico.

San Sebastián y el retorno a la economía transfronteriza

El culto a San Sebastián en la región es históricamente anterior a la creación de la localidad de Las Ovejas y al propio Alto Neuquén como región subordinada a un Estado provincial y nacional. Del lado occidental de la Cordillera de los Andes, durante la existencia de la Capitanía de Chile, la devoción a los santos fue concebida como una forma de evangelizar y convertir a las poblaciones indígenas en súbditas del rey. Durante este período, la frontera entre el indio y el europeo distinguió entre aquellas poblaciones que estaban cristianizadas y aquellas parcialidades indígenas que mantenían su independencia respecto al español. Con este propósito se crearon las fortificaciones de la zona de Yumbel. Los jesuitas utilizaron un esquema en donde la capilla y la cruz se ubicaban en el corazón de la comunidad indígena y se incorporaban a estructuras ya existentes, siendo ambas concebidas como instrumentos de penetración en el tejido sociopolítico indígena (Boccara, 1999). En este contexto ocurrió el milagro de San Sebastián, justamente en el fuerte de Yumbel. En 1580 el mariscal de campo Martín Ruiz de Gamboa al fundar San Bartolomé de Chillán instaló en su iglesia una imagen de San Sebastián. Allí permaneció hasta 1655, cuando Chillán fue objeto de un ataque araucano. Si bien sus habitantes resistieron la invasión y los indios debieron retirarse, al cabo de algunos meses se supo que el ataque se reiteraría; por ello los españoles creyeron prudente abandonar la ciudad. Como el éxodo debía ser rápido, escondieron la imagen. En 1663 los que construyeron el fuerte de Yumbel la recuperaron. Una vez refundada Chillán ambas ciudades se disputaron la propiedad de la imagen. La causa fue llevada a los altos tribunales eclesiásticos que fallaron a favor de Chillan. Pero se cuenta que cuando sus habitantes decidieron trasladarla, cumpliendo con la sentencia, los bueyes de la carreta permanecieron inmóviles. Sin embargo, los habitantes de Yumbel la movían con total facilidad. En vista de este prodigio, interpretado como el primer milagro del santo en éstos territorios, la autoridad finalmente adjudicó la imagen a Yumbel (Jaramillo, 1995). Esta política de seducción no sólo intentó regular el territorio occidental, sino también el transcordillerano que, aunque con poco éxito durante la colonia, fue instalando ideas cristianas entre los Pehuenches, por medio de algunas incursiones por parte de lo misioneros, que en donde erijieron algunas capillas, realizaron bautismos y casamientos. Del lado occidental, esta modalidad cambia con la aparición de la República de Chile, hacia comienzos del siglo XIX. Si bien la Argentina atravesó su proceso independentista en la misma época, la Patagonia no se incorporó a la nación hasta 1880, fecha en que el gobierno argentino avanzó militarmente sobre la región. Comienza aquí a percibirse la implementación del Estado nación propiamente dicho. Sin embargo, y aunque la frontera estaba delimitada a través de acuerdos internacionales, la anexión militar no tuvo correlación con la integración en otros aspectos, que continuaron bajo la hegemonía del Pacífico, como el culto a San Sebastián, que mantuvo como centro a Yumbel. Hacia mitad del siglo XX, la implantación efectiva de la frontera internacional a través del ejercicio de la violencia directa por la guardia de fronteras (Gendarmería Nacional), incidió en las actividades regulares de los pobladores y en el culto a San Sebastián. Prohibió a los pobladores continuar con las relaciones intercordilleranas, y con esto asistir a la fiesta de San Sebastián en Yumbel. Por ello se vieron necesitados de trasladar una imagen a territorio Argentino y desarrollar un templo propio.

La devoción a San Sebastián en Las Ovejas durante las últimas décadas del siglo XX implicó una serie de transformaciones en diferentes áreas de la acción colectiva. La reapertura democrática argentina en 1983, y el casi simultáneo proyecto de integración económica de los países que conforman el cono sur, hizo resurgir el interés de conectar la celebración de Las Ovejas con la de Yumbel. Por ello el sentido de revitalización de la fiesta excede a los intereses de la localidad y se relaciona con la integración de los Estados nacionales en bloques económicos, en especial el Mercosur y los convenios de cooperación económica que Argentina y Chile firmaran luego de que ambos países retornaran al sistema político democrático. El Acuerdo de Complementación Económica firmado entre los gobiernos argentino y chileno en 1991, sentó las bases para una relación bilateral caracterizada por una fuerte expansión y diversificación de vínculos comerciales. En 1996 el 46,6% de las inversiones chilenas en el exterior se destinaron a Argentina. Ese mismo año Chile integró el Mercosur en carácter de país asociado (Pereyra, 1999). En la misma línea, en 1997 se reunió en Bariloche (provincia de Río Negro) el Comité de Fronteras, para promover la integración regional desde un punto de vista económico, intentando favorecer la llegada de capitales extranjeros a través de Chile, buscando la provincia de Neuquén vincularse directamente a nivel internacional sin pasar por el gobierno federal argentino. De esta manera, lo provincial adquiere un nuevo peso, llevando a una nueva flexibilización de los imaginarios de frontera (Briones; Díaz, 1997).

En esta misma dirección, y aunque priorizando los aspectos religiosos y turísticos, en enero del 2000 se organizó la Cabalgata Andacollo-Yumbel por la agrupación gaucha Bajada del veranador (cuyo presidente es el Secretario de gobierno de la localidad de Andacollo) y el municipio de Yumbel. Recibió el apoyo del gobierno de la provincia y participaron concejales y diputados provinciales; que en discursos y charlas reclamaron la apertura comercial del histórico paso fronterizo Pichachén. En total concurrieron unos 70 jinetes de ambos sexos y otras 40 personas en el apoyo logístico; provenientes de diferentes localidades del norte neuquino. Sin embargo ninguno de Las Ovejas participó oficialmente en este evento, debido ante todo a conflictos entre ésta municipalidad con sus vecinos de Andacollo.

La provincia de Neuquén está dividida en departamentos, y al interior de los departamentos existen municipios que no delimitan demasiado claramente sus competencias jurisdiccionales. En este caso Andacollo se consideró cabecera de departamento y por ende que la fiesta de San Sebastián de Las Ovejas era patrimonio turístico de Andacollo y tenían el derecho de decidir sobre ella. Por ello ni el municipio ni la comisión de Las Ovejas fueron consultados para la realización de este evento, pues desde Andacollo se consideró que Las Ovejas simplemente era un poblado subordinado. Sólo se los invitó a participar como un grupo más dentro de la cabalgata. Aún así durante 1999 un centro criollo de Las Ovejas comenzó a organizar su participación, aunque sea de forma subordinada. A partir de octubre de ese año, cuando Jorge ganó las elecciones, intentó posicionarse en la organización general del evento. Comenzó a participar de las reuniones en Andacollo y se conectó con el Alcalde de Yumbel. Incluso en una oportunidad en que el Alcalde visitó Andacollo Jorge lo invitó a trasladarse y conocer el santuario de San Sebastián en Las Ovejas. Pese a todo, Jorge no pudo revertir la situación, y los organizadores de Andacollo siguieron controlando el evento.

Mas allá de estos conflictos locales, las intenciones de todos excedían explícitamente el interés religioso. La rememoración de aquella época en que se podía obtener un buen rédito económico gracias al comercio transcordillerano volvió a reaparecer, y varios de mis informantes estaban esperanzados en que se reabra el comercio transandino. El viaje fue subvencionado por ambas naciones, aunque los pobladores neuquinos consideraban que había que realizar demasiados trámites para esta vez cruzar la frontera, pues necesitaban muchas certificaciones sobre el estado sanitario de los animales con los que pasarían.

A través de San Sebastián los pobladores, ayudados por organismos provinciales, están intentando retomar ciertos lazos con las poblaciones trascordilleranas. Con esto están a la vez intentando otorgarle un nuevo sentido a la frontera y la soberanía nacional. Es incierto decir como evolucionará este proceso de integración. En general se acostumbra a utilizar estos ejemplos para apoyar la tesis relativa al progresivo borramiento de las fronteras internacionales. Autores como Enzo Pace (1997) sostienen que el proceso de globalización anuncia el fin de las naciones y el nacionalismo; y que la trasnacionalización económica implica un desdibujamiento de los Estados y las fronteras en términos sociales y culturales. Entonces los Estados nacionales estarían perdiendo el control de sus territorios (Pace, 1997, p. 28). Desde este proceso tan incipiente como lo es el inicio de la cabalgata Andacollo-Yumbel no nos parece apropiado derivar ninguna conclusión al respecto, ya sea favor o en contra de la desaparición o desdibujamiento de esta frontera internacional. Lo que sí evidencia la cabalgata es que los pobladores continúan realizando acciones tendientes a modelar el Estado y la frontera en pos de sus necesidades, y que en estos intentos el culto a San Sebastián se encuentra involucrado, pues es una de las vías a través de la cual reaparece una y otra vez en papeles centrales.

Conclusiones

Al referirse a la obra de arte, Gregory Bateson (1991) señalaba que todo centramiento rígido sobre cualquier constelación de términos relacionados destruye para el artista el significado mas profundo de la obra. Si el cuadro versase sólo sobre el sexo o sobre la organización social resultaría baladí. Por el contrario una obra de arte bien lograda es profunda precisamente porque versa sobre muchas cosas; y versa sobre muchas cosas porque las relaciones, tanto al interior de la obra como la que crea con el espectador, son más importantes que algún dato identificable. Así la relación es lo primero y los términos lo secundario.

La devoción y la fiesta de San Sebastián no es una obra de arte, pero pienso que los postulados que plantea Bateson son aplicables a este fenómeno. La fiesta muestra facetas de conflicto y armonía simultáneamente. Max Gluckman (1987) al describir el escenario de la inauguración de un nuevo puente en Zululandia, describió como grupos de distinto color estaban divididos y opuestos en todos los aspectos, pero igualmente se veían forzados a interactuar en esferas de interés común, y pese a estas contradicciones, los sectores en conflicto necesitaban cooperar. De manera similar, la tensión entre los clérigos (modernistas por excelencia, que intentan que San Sebastián sea un fenómeno exclusivamente religioso, con mínimas vinculaciones económicas o políticas) y los pobladores devotos que no pertenecen a la comisión (para quienes San Sebastián es un vehículo para lograr protección ante los poderosos o las vicisitudes del destino, salud, bienestar económico o simplemente diversión) presentan diferencias de intereses y valores; pero ambos precisan de la cooperación mutua, y hasta tal vez sea la razón por la que la fiesta tenga éxito. Al manifestar distintos propósitos la fiesta se hace multivocal y multifuncional (Nájera-Ramirez, 1997), y logra que por diversos motivos todos deban participar: los clérigos y el obispo porque no quieren perder el control de la fiesta, los miembros de la comisión porque entre otras cosas les da prestigio tanto dentro como fuera de la localidad participar de la organización, los políticos que no quieren desaprovechar un fenómeno masivo, etc. Como versa sobre muchas cosas es profunda; y crea y recrea continuos significados y entrelazamientos, no sólo entre diferentes actores y niveles de la esfera social, sino incluso en un mismo actor social. Jorge intentaba obtener rédito político y económico a la fiesta, y en este sentido se distanciaba de los clérigos y un poco de la comisión; pero ello no significaba que no estuviese convencido de los poderes milagrosos del santo. Así, los sentidos de la fiesta no sólo son diferentes en distintos sectores, sino que esta multivocalidad o multifuncionalidad se puede dar en un mismo individuo simultáneamente.

Como lo hiciera notar Jean Jackson (1989), los antropólogos hemos aceptado las nociones de contacto cultural, difusión o sincretización; pero aún pervive en nosotros la idea subyacente de cultura basada sobre un modelo orgánico en donde las culturas sobreviven, mueren o son asimiladas. En contraposición sería mejor considerar los grupos humanos como creando o improvisando, más que como poseyendo cultura (Jacson, 1989, p. 138). En una línea similar, Roy Wagner (1981) afirma que las culturas operan a través de la invención, término que no utiliza en su aspecto negativo de artificialidad sino como algo positivo y esperado en la vida se los seres humanos, como una creación que en diálogo permanente con las tradiciones preexistentes forma otras que comienzan a ser parte de la vida diaria y de la propia tradición. La invención necesita entonces de la convención. Mientras la invención cambia las cosas, la convención resuelve esos cambios y permite que el mundo que vivimos continúe siendo reconocible (Wagner, 1981, p. 53).

Emile Durkheim (1951) afirmaba que los rituales se realizan con la finalidad de revitalizar determinados períodos cohesivos de la sociedad, rememorando lo que denominaba "momentos de creación", cuando los hombres están inducidos a aproximarse más íntimamente, las reuniones y asambleas son más frecuentes, las relaciones más continuas, los cambios de ideas más activos. En estos momentos los ideales se viven con una intensidad y exclusividad tales que se apodera casi por completo de las conciencias, excluyendo las preocupaciones egoístas. Los hombres tienen la impresión que los tiempos se hallan completamente cercanos al instante en que el ideal se convertirá en la realidad misma. Pero Durkheim (1951) concluía que esta ilusión no era durable, pues esa exaltación es demasiado agotadora. Tan pronto el momento crítico ha pasado, la trama social se afloja, el comercio intelectual y sentimental decae, y los individuos retornan a su nivel ordinario. Esos ideales se marchitan si no se encuentra revificarlos periódicamente mediante ceremonias (Durkheim, 1951, p. 235). En mi opinión la diferencia está exactamente en esta concepción de creación y conservación. Mientras para Durkheim y sus seguidores eran dos momentos diferentes y lo único que podía hacer la ceremonia era rememorar pálidamente aquellos momentos de creatividad, tal vez sería mas productivo considerar los procesos de innovación/tradición y conflicto/armonía como simultáneos en la trama cultural. Esto lo hace dinámico y profundo a la vez, y nos permite abordar cómo la fiesta y devoción a San Sebastián a "sobrevivido" a tiempos remotos, por qué no ha caducado, y cómo continúa siendo una práctica enraizada en la cultura de los pobladores al tiempo que fue integrándose e integrando los procesos sociales, políticos y económicos por la que debió atravesar la región y sus habitantes.

Recebido em 11/09/2002

Aprovado em 10/04/2003

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  • WAGNER, Roy. The invention of cultureThe University of Chicago Press, 1981.
  • 1
    El artículo es una reformulación de parte de mi disertación de maestría defendida en el Programa de Posgraduación en Antropología social de la Universidad Nacional de Misiones. Una versión previa también fue presentada en las III Jornadas de patrimonio intangible, Buenos Aires, 2002.
  • 2
    Una vez proclamado intendente Jorge ha hecho transformaciones en la localidad que podríamos considerar positivas, como el mejoramiento del espacio público. Pero su forma de hacer política, en base a favores, promesas y colocando en el aparato público a miembros de su grupo familiar no parece ser substancialmente diferente a la gestión anterior, y en principio pareciera que la renovación pasó por el cambio de familia que se instaló en el poder. Un cambio en los elementos más que en la forma.
  • 3
    Los datos censales fueron obtenidos del hospital de Las Ovejas. El procesamiento es propio.
  • 4
    Estas cifras se obtuvieron en base al padrón del Instituto de Seguridad Social de Neuquén. Todo empleado de la provincia o del municipio debe estar afiliado a dicho instituto, de allí derivé la cantidad de empleados públicos provinciales y municipales. Los únicos empleados nacionales son los de Gendarmería, cifra que me la otorgaron en el mismo destacamento, y que al momento sumaban 8 personas. Quedan afuera del cálculo empleados temporarios que la Corporación Forestal Neuquina contrata.
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      09 Feb 2004
    • Fecha del número
      Jul 2003

    Histórico

    • Recibido
      11 Set 2002
    • Acepto
      10 Abr 2003
    Programa de Pós-Graduação em Antropologia Social - IFCH-UFRGS UFRGS - Instituto de Filosofia e Ciências Humanas, Av. Bento Gonçalves, 9500 - Prédio 43321, sala 205-B, 91509-900 - Porto Alegre - RS - Brasil, Telefone (51) 3308-7165, Fax: +55 51 3308-6638 - Porto Alegre - RS - Brazil
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