ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS EN EL CONTEXTO DE COVID-19: PERFIL, COMPORTAMIENTOS Y ACTIVIDADES ACADÉMICAS

RESUMEN

Objetivo:

describir el perfil sociodemográfico, las actividades académicas y los comportamientos de los estudiantes universitarios en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Método:

estudio transversal, descriptivo, cuantitativo, que tuvo datos recogidos entre agosto y septiembre de 2020, a través de formularios de Google, en Rio Grande de Sul, Brasil. Los datos se analizaron mediante estadísticas descriptivas.

Resultados:

de 536 estudiantes de la disciplina optativa de Salud mental en emergencias humanitarias, ofertada por la Universidad Federal de Pelotas, en el semestre alternativo, en 2020, participaron 464. De ellos, el 53,45% se encontraba en situación de aislamiento y distanciamiento social, el 40,73% presentaba un empeoramiento de la situación económica, el 66,59% buscaba apoyo familiar y el 85,96% realizaba actividades a distancia.

Conclusión:

el distanciamiento y el aislamiento social fueron fundamentales para el control de la infección por COVID-19, pero presentaron factores negativos, como el empeoramiento de la situación financiera, y positivos, la adaptación a los nuevos enfoques para la continuidad de las clases a distancia.

DESCRIPTORES:
Universidades; Educación Superior; Estudiantes; Pandemias; COVID-19

RESUMO

Objetivo:

descrever o perfil sociodemográfico, as atividades acadêmicas e os comportamentos de estudantes universitários no contexto da pandemia de COVID-19.

Método:

estudo transversal, descritivo, quantitativo, que teve os dados coletados entre agosto e setembro de 2020, via formulário Google forms, no Rio Grande de Sul, Brasil. Os dados foram analisados utilizando a estatística descritiva.

Resultados:

de 536 estudantes da disciplina optativa de Saúde mental em emergências humanitárias, ofertada pela Universidade Federal de Pelotas, no semestre alternativo, em 2020, 464 participaram. Desses, 53,45% estavam em isolamento e distanciamento social, 40,73% tiveram piora da situação financeira, 66,59% buscaram apoio familiar e 85,96% acompanharam atividades a distância.

Conclusão:

o distanciamento e o isolamento social foram fundamentais para o controle da infecção pela COVID-19, porém apresentaram fatores negativos, como piora da situação financeira, e positivo, a adaptação às novas abordagens para a continuidade das aulas remotas.

DESCRITORES:
Universidades; Educação Superior; Estudantes; Pandemias; COVID-19

ABSTRACT

Objective:

to describe the sociodemographic profile, academic activities, and behaviors of college students in the context of the COVID-19 pandemic.

Method:

cross-sectional, descriptive, quantitative study, which had data collected between August and September 2020, via Google forms, in Rio Grande de Sul, Brazil. Data were analyzed using descriptive statistics.

Results:

of 536 students in the optional discipline of Mental Health in Humanitarian Emergencies, offered by the Federal University of Pelotas, in the alternate semester in 2020, 464 participated. Of these, 53.45% were in isolation and social withdrawal, 40.73% had worsening financial situation, 66.59% sought family support, and 85.96% followed distance activities.

Conclusion:

the distancing and social isolation were fundamental for the control of the infection by COVID-19, but presented negative factors, such as worsening of the financial situation, and positive, the adaptation to the new approaches for the continuity of the remote classes.

DESCRIPTORS:
Universities; Education, Higher; Students; Pandemics; COVID-19

INTRODUCCIÓN

La pandemia de COVID-19 provocó una reorganización para satisfacer la demanda provocada por las implicaciones del suceso que asoló a la población mundial, no sólo en los servicios sanitarios, sino también en las actividades de la vida diaria de innumerables personas. Esta reorganización incluye las estrategias de afrontamiento de las escuelas y universidades, que tuvieron que adaptar su formato de enseñanza, antes presencial, a un formato remoto¹. En el ámbito universitario, esto provocó una secuencia de episodios que se reflejaron en la salud física y mental de los estudiantes. Muchos tuvieron que lidiar con cuestiones relacionadas con la infección de COVID-19, además de los cambios en su estilo de vida personal, familiar, económico, social y, finalmente, en el contexto académico para dar seguimiento a sus proyectos de vida². Para muchos, la pandemia fue un momento decisivo, ya que dividió las opiniones y supuso un reto para todos.

Uno de los temas tratados en este contexto es el de la enseñanza a distancia, que demostró ser una estrategia de emergencia para garantizar la continuidad de las actividades académicas en tiempos de distancia social impuesta por la pandemia. Este cambio de paradigma -la migración de la modalidad de enseñanza presencial a la remota (sincrónica/asincrónica)- ha convertido el universo académico en un espacio de re(construcción) para la modalidad de aprendizaje a distancia, lo que ha exigido la flexibilidad de profesores y alumnos para el desarrollo de este proceso de aprendizaje e implicación a través de la colaboración y la interacción³.

Los estudios^4-5 muestran que esta modalidad de enseñanza es prometedora, siempre que los alumnos tengan acceso a Internet y a dispositivos móviles para poder seguir las actividades en casa. Además de los datos sobre la enseñanza a distancia, se observó que los estudios⁶ se centran en la infección por COVID-19, en las formas de prevención y en el tratamiento. Sin embargo, otras cuestiones importantes -como los cambios en los ingresos y el desapego o aislamiento social, que repercuten en la salud mental de los afectados por la pandemia- no se han abordado en las investigaciones centradas en los estudiantes universitarios.

Como resultado del COVID-19, varios estudiantes experimentaron cambios significativos en su compromiso y capacidad de aprendizaje, lo que tuvo consecuencias como la falta de seguimiento y rendimiento en las actividades de enseñanza. El estrés diario, impulsado por la necesidad de aislamiento social y la consiguiente ausencia de contacto con la gente, generó sentimientos negativos en estos estudiantes. Un punto relevante es la cuestión de las condiciones materiales, que repercutió en el seguimiento de las actividades. Que, los recursos y el espacio físico eran los mayores factores que obstaculizaban a los estudiantes en la enseñanza remota⁷.

En este sentido, el objetivo de este estudio es describir el perfil sociodemográfico, las actividades académicas y los comportamientos de los estudiantes universitarios en el contexto de la pandemia de COVID-19. Los estudios centrados en esta población se justifican porque los universitarios pronto formarán parte del mercado laboral y pueden presentar secuelas, por ejemplo, enfermedades físicas y mentales, que pueden repercutir en la salud pública.

MÉTODO

Se trata de un estudio transversal, descriptivo y cuantitativo. Los datos fueron recolectados entre el 4 de agosto y el 12 de septiembre de 2020, a través de un censo entre los alumnos que cursaron la asignatura optativa de Salud Mental en Emergencias Humanitarias, ofrecida por la Universidad Federal de Pelotas, durante la pandemia del COVID-19, en el semestre alterno de 2020.

Los 536 estudiantes que asistieron a la asignatura hasta el final fueron reclutados por correo electrónico y recibieron electrónicamente el consentimiento informado a través de formularios de Google forms, expresando su interés en participar en la investigación rellenando el formulario. Posteriormente, los estudiantes recibieron el cuestionario de la encuesta electrónica, también por correo electrónico. El cuestionario fue respondido por 464 estudiantes, configurando una tasa de respuesta del 86%.

El criterio de inclusión de los participantes en el estudio fue la asistencia a la asignatura hasta el final, y el criterio de exclusión fue la retirada o cancelación de la asignatura por parte del alumno.

La investigación utilizó un cuestionario autoadministrado en línea que, tras ser respondido, fue debidamente codificado y migrado al programa EpiData. A continuación, los datos se limpiaron para corregir los errores de amplitud y consistencia.

El cuestionario fue preparado por el grupo de investigación y probado previamente con un grupo de estudiantes que no integraban el estudio. Las variables presentadas en este artículo fueron las relacionadas con las características sociodemográficas, como el género, la etnia, la edad, el estado civil, la renta familiar y el curso de licenciatura. Las variables relacionadas con la enseñanza a distancia fueron: la oferta de disciplinas/cursos en modalidad a distancia, las dificultades de seguimiento de los alumnos y las contribuciones.

El control de calidad de los datos se realizó mediante la comprobación de las preguntas relativas a la cumplimentación del cuestionario y, tres veces por semana, se realizaron copias de seguridad de los cuestionarios disponibles en el sistema. Los datos se analizaron mediante estadísticas descriptivas con la ayuda del programa informático SPSS v. 25.0.

El presente estudio es un recorte del proyecto temático titulado “La salud mental en tiempos de pandemia de COVID-19”, de cuyo equipo forman parte los autores. Fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Pelotas mediante el dictamen nº 4.186.982, del 1 de agosto de 2020. Se garantizó la confidencialidad y el anonimato de los participantes, ya que, al migrar a la base de datos, los cuestionarios se identifican mediante la codificación. Los datos se almacenan en la universidad durante cinco años.

RESULTADOS

La tabla 1 muestra el perfil sociodemográfico (género, etnia, edad, ingresos familiares, estado civil y curso) de los estudiantes universitarios que participaron en esta investigación.

Tabla 1
Perfil sociodemográfico de los estudiantes que participaron en la investigación. Pelotas, Rio Grande do Sul, Brasil, 2021 (continua)

	n	%
Sexo
Femenino	329	28,9
Masculino	134	71
Ignorado	1	0,1
Etnia
Blanco	355	76,5
Castaño o mestizo	35	15,3
Negro	71	7,5
Amarillo	3	0,7
Edad
18-24 años	352	76
25-29 años	69	14,9
>30 años	42	9
Ignorado	1	0,1
Estado civil
Sin pareja	412	88,8
Con la pareja	52	11,2
Renta familiar
Clase E	131	28,2
Clase D	133	28,7
Clase C	112	24,2
Clase B	28	6
Clase A	5	1
Ignorado	55	11,9
Cursos
Enfermería	76	16,4
Medicina	160	34,5
Psicología	43	9,3
Terapia Ocupacional	15	3,2
Odontología	36	7,8
Lenguas	11	2,4
Pedagogía	11	2,4
Agronomía	12	2,6
Otros cursos	99	21,3
Ignorado	1	0,1

• Fuente: Autores (2021).

De los estudiantes que participaron en esta investigación, 329 (71,1%) eran mujeres. La edad media identificada en el estudio fue de 23,4 (±5,7) años, con un rango de 18 a 56 años. Se observó que 355 (76,5%) se declararon blancos y 109 (23,5%) no blancos. Se ha comprobado que 412 (88%) de los participantes no tienen pareja y 52 (11,2%) sí. En cuanto a la clase social, 131 (28,2%) pertenecen a la E, con ingresos familiares de hasta dos salarios mínimos; 101 (28,7%) a la D, con ingresos familiares entre dos y cuatro salarios mínimos; 112 (24,1%) a la C, con ingresos familiares de cuatro a 10 salarios mínimos, 28 (6%) a la B, con ingresos entre 10 y 20 salarios mínimos y cinco (1%) a la A, con ingresos superiores a 10 salarios mínimos. La media de personas dependientes en esta renta es de ±1,3 personas (3,3%).

Entre los estudiantes de la muestra, 160 (34,6%) estudiaban Medicina, 76 (16,4%) Enfermería, 43 (9,3%) Psicología, 36 (7,8%) Odontología, 15 (3,2%) Terapia Ocupacional, 12 (2,6%) Agronomía, 11 (2,4%) Literatura, 11 (2,4%) Pedagogía y 99 (21,3%) otros cursos.

En cuanto a las áreas de conocimiento, 310 (67%) pertenecen al área de Salud, 64 (13,8%) a Ciencias Humanas, 17 (3,7%) a Ciencias Agrícolas, 16 (3,5%) a Ciencias Biológicas, 15 (3,2%) a Ciencias Exactas y de la Tierra, 14 (3%) a Ciencias Sociales Aplicadas, 13 (2,8%) a Lingüística, Literatura y Artes, 12 (2,6%) a Ingeniería y dos (0,4%) a Turismo, Hostelería y Ocio. En relación con el semestre, la media de los estudiantes era de 4,7 (±2,3) años, variando entre el 1º y el 10º semestre.

Los datos relativos a la realización de actividades durante la pandemia en las unidades académicas correspondientes de la universidad, las razones por las que no pudieron seguir las actividades a distancia y la utilización de las actividades a distancia en el contexto de la pandemia de COVID-19 se presentan en la Tabla 2.

Tabla 2
Actividades ofrecidas por las Unidades Académicas de la Universidad. Pelotas, Rio Grande do Sul, Brasil, 2021

	n	%
Enseñanza a distancia (EAD) ofrecida por la unidad académica
No, se han suspendido todas las actividades	29	6,3
Sí, ey estoy haciendo un seguimiento de la misma	37	79
Sí, pero no estoy siguiendo	68	14,7
Posibles dificultades para participar en actividades de aprendizaje a distancia (EAD)
No se aplica	3	0,6
No tengo/no tuve recursos	28	6
Empecé a seguir, pero tuve dificultades	24	5,2
Tuve que trabajar o ayudar en casa	4	0,8
Problemas de la salud en la familia	3	0,6
No conseguí un lugar	3	0,6
No me gustó el curso/ no se ofrecieron cursos	398	86
Ignorado	1	0,2
Contribución del aprendizaje a distancia (EAD) en el contexto de la pandemia de COVID-19
Dificultan más que ayudan	21	4,5
No dificultan ni ayudan	99	21,5
Más ayudan que dificultan	340	74

• Fuente: Autores (2021).

Durante la pandemia, algunas unidades académicas de la universidad ofrecieron actividades de aprendizaje a distancia (EAD). Cuando se les preguntó por la oferta de sus materias, 29 (6,3%) informaron de que, en su unidad, todas las actividades estaban suspendidas; 435 (93,7%) dijeron que había actividades ofrecidas en sus unidades, y de ellos 367 (79%) hicieron un seguimiento de las mismas y 68 (14,7%) no las siguieron.

En cuanto a las razones por las que no pudieron seguir las actividades de formación a distancia, 28 (6%) no tenían recursos; 24 (5,2%) dijeron que empezaron a seguir pero tuvieron dificultades; cuatro (8,0%) tenían que trabajar o ayudar en casa; tres (0,6%) tenían problemas familiares de salud; tres (0,6%) no pudieron encontrar un lugar para estudiar; y 398 (86%) informaron de que no les gustaba el tema y/o la unidad no ofrecía materias.

En cuanto al uso de las actividades de aprendizaje a distancia (EAD) en el contexto de la pandemia, 21 (4,5%) concluyeron que dichas actividades obstaculizan más que ayudan, 99 (21,5%) afirmaron que ni obstaculizan ni ayudan y 340 (74%) evaluaron que ayudan más que dificultan.

El comportamiento de estos estudiantes en relación con las restricciones impuestas por la COVID-19, el diagnóstico por la prueba de la COVID-19 o los miembros de la familia que han fallecido como consecuencia de la COVID-19, el cambio en la situación económica y la necesidad de apoyo familiar puede verse en la Tabla 3.

Tabla 3
Comportamiento de los estudiantes con respecto a COVID-19. Pelotas, Rio Grande do Sul, Brasil, 2021 (continua)

	n	%
Se adhirió a las restricciones de retraimiento y aislamiento social respecto a COVID-19
Llevaba una vida normal	1	0,2
Sólo dejé de ir a clase	6	1,3
Tomé la precaución de distanciarme socialmente	167	36
Me quedaba en casa y salía cuando era necesario	248	53,4
Estrictamente me quedé en casa	42	9,1
Presentó un diagnóstico de COVID-19
No	461	99,3
Sí	3	0,7
Fallecimiento de un miembro de la familia como consecuencia de la COVID-19
No	427	92
Sí	37	8
Pérdida de la fuente de renta durante la pandemia de COVID-19
No	301	64,9
Sí, yo perdí	37	8
Sí, un miembro de la familia perdió	126	27,1
Situación económica de la familia durante la pandemia de COVID-19
Mejoró	11	2,4
Se mantuvo igual	264	56,9
Peor	189	40,7
Red de apoyo durante la pandemia de COVID-19
Nadie	26	5,6
Compañero de clase	6	1,3
Familia	309	66,6
Amigos	119	25,7
Consejos espirituales	4	0,8

• Fuente: Autores (2021).

En lo que respecta específicamente a las restricciones impuestas por el COVID-19, 248 (53,4%) estudiantes declararon que se quedaban en casa, saliendo sólo cuando era necesario; el 36% (n=167) se ocuparon del distanciamiento social, el 9,1% (n=42) declararon que se quedaban estrictamente en casa, seis (1,3%) dijeron que el único cambio en la rutina era que dejaban de ir a clase y sólo uno (0,2%) declaró que llevaban una vida normal.

Entre los estudiantes que respondieron a la encuesta, 461 (99,3%) declararon que no estaban diagnosticados de COVID-19 y tres (0,7%) que dieron positivo. Cuando se les preguntó por los familiares que habían fallecido a causa de la enfermedad, 37 (8%) dijeron que sí, mientras que 427 (92%) negaron haber tenido pérdidas familiares relacionadas con el nuevo coronavirus.

En cuanto a la situación económica de la familia, 264 (56,9%) afirman que sigue igual, 189 (40,7%) que ha empeorado y 11 (2,4%) consideran que ha mejorado. 37 (8,0%) declararon que habían perdido su fuente de ingresos, el 27,1% (n=126) informaron de que un miembro de la familia había perdido la fuente de ingresos y 301 (64,9%) negaron las pérdidas relativas a la fuente de la renta.

Durante la pandemia, cuando se les preguntó por la necesidad de apoyo, 309 (66,6%) dijeron que se apoyaban en la familia, 119 (25,7%) en los amigos, seis (1,3%) en los compañeros de clase, cuatro (0,8%) en el consejo espiritual y 26 (5,6%) informaron de que no se apoyaban en nadie cuando lo necesitaran.

DISCUSIÓN

A partir de los resultados, se observó que la proporción de participantes en el presente estudio se aproxima a lo observado en un estudio canadiense⁸ en el que el 74% de los 733 participantes eran mujeres, el 25% hombres y el 1% otros. También se aproxima a un estudio portugués¹ que tuvo dos muestras de participantes y, en ambas, el perfil demográfico se mantuvo similar al de la Tabla 1: 81,4% de mujeres en la muestra 1 y 77,4% de mujeres en la muestra 2. Lo mismo ocurre con un estudio de Zúrich (Suiza)⁹ que, con un n=12.429, contaba con un 70% de participantes femeninos.

La edad media también se mantuvo en otros estudios, en los que se identificaron medias de 20,14 años (DE = 1,65, variación = 18-25) y 20,40 años (DE = 1,67, variación = 18-25)¹, 21,4 ± 3,39 (mín = 17, máx = 52)¹⁰, 25 años (IQR 23-28)⁹ y 20,7 (DE = 1,7)⁵. En cuanto al color autodeclarado, se observa que este estudio coincide con el de Nueva Jersey, Estados Unidos⁴, en el que el 63% de los participantes no eran blancos.

Una cuestión pertinente que hay que debatir es la renta familiar. 570 participantes (73,5%) de un estudio indiano¹⁰ declararon que su familia tenía unos ingresos estables y 205 (26,5%) que su familia no los tenía. La cuestión financiera también estaba presente en un estudio asiático¹¹ en el que los alumnos de los colegios públicos se mostraban preocupados por la disminución de los ingresos familiares, lo que impedía comprar buenos paquetes de Internet. Por otro lado, los estudiantes de universidades privadas tuvieron que cancelar sus cursos, sin perspectiva de retorno, debido a la modificación financiera de sus familias.

Se percibe una gran variedad en relación con los cursos y las áreas. En otros estudios ^5,9,12-14, esto se relacionó a menudo con el profesorado que instituyó la encuesta. En un estudio chino¹⁵, se observó que las áreas más representadas eran Ingeniería (n=565, 29,74%), Artes Liberales (n=261, 13,74%) y Agricultura y Ciencias de la Vida (n=189, 9,95%).

En cuanto al uso y las dificultades del aprendizaje a distancia, en un estudio estadounidense⁵, una gran parte de los participantes (89%) tenía dificultades para concentrarse en el trabajo académico debido a las distracciones en el entorno doméstico. Además, el 46% informó de que su hogar se asemeja a un entorno de descanso, no de estudios.

Uno de los factores que más contribuyeron al estrés académico, según un estudio chinés¹⁴, fue la transición brusca y el mantenimiento de las clases en línea, asociados a la preocupación por el progreso académico y los planes futuros. Esto fue corroborado por otro estudio chinés⁵ cuya mayoría de los participantes (89%) consideraron que la transición a las clases en línea era el mayor desafío, señalando preocupaciones relacionadas con la calidad de las clases, los problemas técnicos, la aplicación de pruebas en línea y la dificultad de aprendizaje.

As dificuldades relacionadas à vida acadêmica, como a falta de concentração nas atividades e na aprendizagem, foram associadas ao aumento dos níveis de medidas de somatização da saúde mental⁴. Ademais, visualizou-se em um estudo de Bangladesh¹¹⁾ que alguns participantes referiram questões técnicas (falta de energia, diminuição da velocidade de internet) e falta de dispositivos eletrônicos para as aulas no ambiente virtual. Problemas físicos como cansaço, dores de cabeça, dores nas costas, cansaço visual e dor de ouvido também foram mencionados.

El distanciamiento social y el aislamiento fueron las primeras recomendaciones globales para hacer frente a la infección por COVID-19, despertando en toda la sociedad civil sentimientos de soledad, miedo y ansiedad generalizada. A ello se unió el temor que provocaba la alta tasa de transmisión viral debido a la rapidez, invisibilidad y morbilidad y mortalidad del COVID-19. También hubo problemas psicosociales, como la estigmatización y la discriminación de las personas infectadas².

Estos aspectos negativos de las medidas de distanciamiento y aislamiento social presentarán, a largo plazo, secuelas de salud mental en las poblaciones más jóvenes, ya que son acontecimientos desagradables y desconocidos para muchos que han experimentado, durante el periodo de aislamiento, alteraciones agudas como irritabilidad, insomnio, angustia emocional, trastornos del estado de ánimo, síntomas depresivos, miedo y pánico, ansiedad y estrés, como resultado de las preocupaciones financieras, frustración y aburrimiento, soledad, falta de suministros, medicación, restricción de las actividades diarias rutinarias y reducción, o incluso ausencia total, de comunicación².

El aislamiento social afecta el comportamiento y la salud mental, aumentando los niveles de ansiedad, estrés y depresión, siendo difícil no dejarse llevar por los disparadores emocionales establecidos por los medios de comunicación a través del bombardeo de noticias sobre la situación en Brasil y en el mundo¹⁶. Por tratarse de una población joven, es posible identificar que el acceso a la información en tiempo real, asociado a la restricción del contacto con la familia y los amigos, contribuyó a intensificar los sentimientos negativos. El aislamiento, para los jóvenes universitarios, trae más perjuicios de los que uno puede imaginar. Además de causar fragilidad en la salud mental debido al alejamiento de las personas cercanas, también puede interferir en la calidad del sueño¹⁶. Es posible que el aislamiento provoque otros problemas de salud, teniendo en cuenta la relación bidireccional entre el insomnio y la ansiedad, el insomnio y la depresión².

Internet demostró ser un gran aliado para construir y mantener el afecto, a pesar de no poder curar completamente las emociones y los sentimientos ligados a las relaciones. Fue un recurso adoptado para mitigar los momentos en los que todo el mundo estaba aislado, una herramienta útil no sólo para mantener a las personas conectadas de alguna manera con la familia y los amigos, sino también para realizar actividades académicas y disponer de información por medios oficiales¹⁶.

La red de apoyo resultó positiva para los estudiantes, ya que pudieron contar con la familia y los amigos para resignificar los sentimientos e incluso aliviar el dolor, que requiere ajuste y adaptación a la nueva condición¹⁶. La necesidad de apoyo espiritual también estuvo presente en la investigación, que indica que la fe resultó ser una estrategia de protección individual y colectiva, siendo identificada sólo entre el 0,8% (n=cuatro) de los entrevistados. La espiritualidad y la religiosidad fueron recursos para fortalecer y superar este momento de pandemia¹⁷.

La pandemia de COVID-19 agravó la crisis económica que ya existía en Brasil. El desempleo y el aumento de la pobreza indican una realidad dramática, con implicaciones físicas relacionadas con el estrés y otros problemas de salud. Un estudio español¹⁸ señala que las dificultades de acceso a la atención sanitaria en poblaciones desatendidas (por ejemplo, con bajos ingresos o sin seguro médico) se han señalado en el contexto de la pandemia no sólo en los países de ingresos bajos y medios, sino también en los de renta alta.

Los datos de la presente investigación muestran que disminuyó el número de participantes cuyos ingresos familiares se vieron comprometidos por la pérdida de la fuente de ingresos. Este dato es importante porque indica que los que sufrieron con esta crisis instigada por la pandemia representan la parte más pequeña.

El desempleo puede generar síntomas físicos y psicológicos que, a largo plazo, dependiendo tanto de la situación específica del sujeto como del contexto económico, cultural y social, pueden conducir a patologías como el alcoholismo¹⁹.

Se puede considerar una limitación de este estudio el hecho de que sea descriptivo, lo que apunta a la necesidad de estudios analíticos que puedan discutir el impacto de estas variables en la vida de los estudiantes.

CONCLUSIÓN

De los resultados se desprende que algunas variables sociodemográficas, como el género, la edad, los ingresos familiares, la distancia social y el aislamiento y la red de apoyo, relacionadas con la educación a distancia, interfieren en la salud mental de los estudiantes universitarios.

El distanciamiento social y el aislamiento durante la pandemia fueron fundamentales para el control de la infección por COVID-19, sin embargo, presentaron un factor negativo - empeoramiento de la situación financiera, y otro positivo - adaptación de los alumnos a los nuevos enfoques para la continuidad de la enseñanza en la modalidad remota.

El desarrollo de estudios sobre este tema tiene como objetivo contribuir a la práctica de los profesores y gestores universitarios, así como cualificar la atención de los estudiantes universitarios para reducir los impactos de la pandemia. Esto justifica su relevancia científica y social en tiempos de restricciones sociales y modificaciones en los métodos de enseñanza.

AGRADECIMENTOS

Agradecemos a la Coordinación de Perfeccionamiento de Personal de Nivel Superior (CAPES) la concesión de una beca de postgrado (001) a uno de los autores.

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• *
  Artículo extraído del trabajo de fin de máster “La salud mental de los universitarios: características sociodemográficas y el nuevo contexto de la pandemia de COVID-19”. Universidad Federal de Pelotas, 2021.

Editado por

Editor asociado:

Luciana Puchalski Kalinke

Fechas de Publicación

• Publicación en esta colección
  13 Jun 2022
• Fecha del número
  2022

Histórico

• Recibido
  03 Ago 2021
• Acepto
  22 Dic 2021