Este artículo discute las conclusiones principales de mi investigación en la que evalúo la reforma escolar en el estado de Bahia, Brasil. La recolección de datos fue realizada durante dos viajes exploratorios de investigación a Salvador, la capital del estado, en 2001 y en 2005. La Reforma Educacional en Bahia iniciada por el gobierno del estado en 1999, y financiada en gran parte por el Banco Mundial, ha alcanzado algunos logros importantes como: la expansión de la educación secundaria y la ampliación del acceso a la enseñanza primaria en áreas donde el acceso previo estaba distante de ser universal. No obstante, mi investigación enfatiza en puntos deficientes con respecto a la situación de los afro-brasileños. El racismo estructural proporciona una de las explicaciones más significativas de esta deficiencia. El racismo estructural hace que maestros y directores mantengan muy bajas expectativas acerca del potencial logro académico de los afro-brasileños pobres; el racismo estructural amplia la brecha entre estudiantes y directores, contribuyendo a una enajenación mutua de estos dos grupos, arriesgando así, la creación de alianzas y sinergias estratégicas dentro de escuelas y enajenando las escuelas de los barrios, impidiendo así la participación significativa de la comunidad en la administración de la escuela. Finalmente, el bajo reconocimiento que maestros públicos reciben de la sociedad en general, reflejado en salarios bajos, y en la falta de estructuras institucionales que estimulen y recompensen el desempeño sobresaliente y sancionen el desempeño deficiente ha transformado la educación pública de Bahia en un sistema de desespero, donde las motivaciones de maestros y estudiantes son negadas sistemáticamente y sus esperanzas frustradas.
Reforma educacional; Racismo; Exclusión; Administración escolar; Participación popular
