Durante el mes de abril de 2004, el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) inició una serie de ocupaciones, manifestaciones y actos públicos, reclamando del gobierno agilidad en la reforma agraria, medidas contra el desempleo y cambios en la política económica. La divulgación del "abril rojo" y la representación del acto de gritar abrieron un nuevo capítulo del litigio discursivo en relación con la reforma agraria; posiciones sujeto entran en ruta de colisión, convulsionadas por la ideología y por los sentidos que se construyen bajo el signo de la memoria y de su actualización. A partir de recortes de periódicos impresos y electrónicos, pretendo interpretar qué significan el acto de gritar y su interdicción y cómo las representaciones de líder popular y de presidente derivan de posiciones en relación con el poder constituido, datadas por la coyuntura sociohistórica, cuya materialidad es lingüística e histórica