El presente trabajo analiza las ideas de Malinowski y Paulo Freire, proponiendo algunas proximidades entre la antropología y la pedagogía. Entre las posibilidades resultantes de tal encuentro, una ciertamente merece destaque: la recomendación de que antropólogos y profesores respeten siempre el "saber-hacer" comunitario y previamente adquirido por sus respectivos otros, alumnos o "nativos", como un verdadero punto de partida para la construcción de la ciencia. De esta forma se puede pensar que en ambas disciplinas el conocimiento camina junto a un respeto por la alteridad, lección ésta que ellas deben compartir no solamente con otras áreas del saber, mas especialmente con la comunidad más amplia.
educación; antropología; conocimiento; alteridad