Este trabajo inscribe el discurso social de un niña de 9 años de edad, que procura interpretar los mundos vividos y también los imaginados. Se trata de una historia de vida tomada por el bies de las narrativas que impulsaron a la niña a hablar de sí, de sus recuerdos y de sus experiencias de vida. El valor de la humanidad vista en los pequeños frascos de la inscripción del discurso social está en el supuesto de que las particularidades pueden revelar modos de venir a ser, para más allá de aquellos que revelan como se es. Las dinámicas de la producción de los sentidos procesadas en las narrativas y en la relación presente /pasado revelaron múltiples dimensiones de su vivir. Esto exigió una mirada para la Memoria y para la Identidad en su dimensión social.
pobreza; relaciones étnicas raciales; cotidiano escolar