Resumen
Este artículo objetiva explorar las bases narcísicas de la perversión para mostrar que la problemática perversa se fundamenta en un ego narcísicamente herido, que necesita mantenerse ilusoriamente unificado, afirmándose en su omnipotencia infantil. En la base del funcionamiento narcísico de los sujetos perversos, reside un objeto interno “indomable”, de modo que toda maniobra del perverso se configura como movimiento extremo para dominarlo y ejercer el control omnipotente sobre él. Ante la imposibilidad de dominar internamente este objeto “enclavado”, el sujeto acaba por intentar ejercer el dominio activo del objeto externo, que se convierte en su presa, su cómplice.
Palabras clave:
teoría psicoanalítica; perversión; narcisismo