El presente artículo analiza una película inspirada en una pieza teatral de Ariel Dorfman, traducida al portugués como "A Morte e a Donzela". La película, que lleva el mismo título, fue lanzada en 1994 bajo la dirección de Roman Polanski. Se trata de un suspense sicológico que cuenta con la participación de apenas tres personajes: Paulina, Miranda y Escobar, interpretados por Sigourney Weaver, Ben Kingsley y Stuart Wilson, respectivamente. Poniendo en pauta discusiones de gran relevancia para la Sicología - como el problema de la memoria de un trauma, de la elaboración síquica y del potencial restaurador de la justicia -, esta película, junto a algunas contribuciones de teóricos actuales, suscita reflexiones de gran valor para el enfrentamiento de impases vinculados a la rememoración de catástrofes sociales en el ámbito intersubjetivo y comunitario.
Cine; Memoria; Trauma; Justicia