Este artículo presenta como estudio de caso los aspectos más controvertidos de la investigación realizadas en Guatemala (1946-1948), patrocinada por el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos e involucrando participantes infectados por el Treponema pallidum por todo el mundo. Analizando los cambios en la Declaración de Helsinki de 2008 y la pequeña adhesión, en aquel entonces, a directrices internacionales como la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de UNESCO la discusión enfatiza la importancia de aplicar normas éticas aceptadas internacionalmente para impedir que voluntarios humanos participen de investigaciones no éticas y concluye considerando que es indispensable la participación de científicos y activistas para alcanzar las normas éticas universalmente aceptados y aplicables, para evitar el doble estándar. Además, que la participación igualitaria en investigaciones y la distribución justa de sus beneficios será un importante paso para lograr el acceso universal a cuidados de una salud de calidad para todos.
Ética en Investigación; Salud pública; Declaración de Helsinki; Protección; Efectividad