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Fragmentos para una bioética urbana: ensayo sobre el poder y la asimetría

Resúmenes

El presente ensayo pretende señalar los posibles elementos para la actuación de la bioética en relación a los problemas urbanos. Para ello, traza una breve historia del concepto y propone un método de operación, desde la perspectiva de la bioética potteriana por medio del método, la producción y la aplicación respectivamente, el trabajo etnográfico, la producción y la aplicación de estos principios a los conflictos enfocados.

Bioética; Población urbana; Política


Este ensaio tem como objetivo apontar os possíveis elementos para a atuação da bioética no âmbito dos problemas urbanos. Para tanto, traça um breve histórico do conceito e propõe um modo de funcionamento, a partir da perspectiva potteriana de bioética, por meio de método, produção e aplicação – respectivamente, o trabalho etnográfico, a produção de princípios e a aplicação dos dois aos conflitos em foco.

Bioética; População urbana; Política


The aim of this essay is to describe the role of bioethics in relation to urban problems. The paper presents a brief history of the concept of bioethics, taking the Potter perspective as its starting point, and proposes a mode of operation through method, production and application, considering ethnography and the peodution of principles and the application of these concepts to the conflicts in focus.

Bioethics; Urban population; Politics


Este breve ensayo pretende rescatar la discusión sobre una bioética urbana, actualizando el concepto y defendiendo la idea de que los conflictos urbanos emergen del encuentro entre un modelo abstracto de ciudad y aquella que se construye permanentemente en las calles, las favelas/villas urbanas, barrios populares y asentamientos urbanos. Esto quiere decir que los agentes urbanos exceden los agentes formales –gobiernos y propietarios, tenidos como legítimos-, incluyendo a aquellas personas que, a veces, son denominadas como “los problemas de las ciudades”. Considerando la urbanización de las últimas cuatro décadas como fenómeno planetario, en mayor o menor grado, se indica la importancia de conducir la reflexión bioética por esta vertiente teórica, dedicada a la identificación y la interpretación de los conflictos a partir del contexto en el cual emergen, así como a la contemplación de los diversos modos de existencia involucrados en el conflicto.

Esto es así porque las dinámicas y los cambios urbanos modifican la ciudad físicamente y transforman las diferentes experiencias de vida en el espacio urbano: Lo que cuenta, en las ciudades de hoy, no es tanto sus aspectos de infraestructura, de comunicación y de servicio, sino el hecho de que engendren, por medio de equipamientos materiales e inmateriales, la existencia humana bajo todos los aspectos en que se quiera considerarla 1. Guattari F. Caosmose: um novo paradigma estético. São Paulo: Editora 34; 2012. p. 152.. Partiendo de esta dimensión amplia, que involucra aspectos objetivos y subjetivos de la existencia, este trabajo rescata perspectivas de la producción teórica potteriana, insertas en una propuesta analítica vuelta específicamente hacia las dinámicas colectivas que inducen y son inducidas por la urbanidad.

Bioética urbana

Al considerar las relaciones asimétricas, en las cuales ciertas acciones humanas pueden acarrear transformaciones reconocidas como significativas y/o irreversibles en otros modos de existencia, la bioética actual tiene su campo de actuación vuelto –necesariamente- hacia los problemas urbanos. El reconocimiento de esta característica, sin embargo, trasciende la idea de que, por hallarse contextualizados en un lugar específico, los problemas identificados y trabajados por la bioética son trazados en el espacio urbano como si el espacio fuese una tabula rasa, mera superficie para los acontecimientos. Al contrario., en esta reflexión, la ciudad aparece como elemento activo en la producción de conflictividad, condicionando y siendo condicionada por las interrelaciones y por la relación antrópica.

De la misma forma que se reescribe la idea de ciudad, elevándola a la condición de agente, no se pretende decir que los problemas o acontecimientos urbanos sólo puedan ser analizados a la luz de la bioética si estuvieran relacionados al sentido más estricto de salud, como sugiere Blustein en su definición de bioética urbana: (…) estudio de problemas éticos relacionados a la medicina y a los cuidados en salud que emergen de contextos urbanos 2. Blustein J. Setting the agenda for urban bioethics. J Urban Health. 2001;78(1):7-20.. También en este aspecto se pretende conferir a la bioética un sentido más amplio y complejo, que enfatice la proporción expandida tanto en lo que concierne a la ética como en lo que respecta a la idea de salud, considerando también el efecto que las múltiples relaciones de causalidad, potencializadas en el medio urbano, pueden establecer en la realidad.

Aunque se referencie aquí la idea de que la reflexión formal fundamentada en la bioética urbana aún es incipiente, no se pretende decir que el enfrentamiento de los problemas urbanos por parte de la bioética esté totalmente ausente del análisis de este campo. En la recuperación de la propuesta que dio origen a la bioética, es posible encontrar la génesis de esa cosmovisión, que confluye en el reconocimiento de la complejidad de las interacciones entre los seres humanos y sus hábitos en el hábitat urbano. Así, la preocupación acerca de la ausencia virtual del contexto urbano en la casi totalidad de las formulaciones de problemas bioéticos 3. Jonsen AR. Social responsibilities of bioethics. J Urban Health. 2001;78(1):21-8. se reduce considerablemente cuando se instala el problema en el intrincado diseño de ese cuadro mayor. La bioética urbana, aquí esbozada en breves fragmentos, debe ser capaz de reflejar la dinámica de las relaciones en el espacio urbano, otorgando la palabra a todos los interlocutores del espacio social, para evidenciar, criticar y proponer soluciones a las asimetrías de poder 4. Jonsen AR. Op. Cit. p. 27..

Historia y funcionamiento del concepto

En el artículo “Social responsabilities of bioethics”, de 2001, Albert R. Jonsen presenta la posibilidad de una bioética urbana. El autor parte de la crítica a la bioética centrada en la autonomía individual en detrimento de los aspectos y conflictos sociales. Para él, la bioética urbana hace emerger casos de la vida en la ciudad, de modo que, al tratarlos, es preciso tener cuidado de no convertirlos al patrón de la bioética de casos [enfocados en la] autonomía personal, arrancándolos de sus orígenes ubanos 4. Jonsen AR. Op. Cit. p. 27..

De esta constatación de Jonsen, emerge la cuestión de la adjetivación de la bioética para la constitución de la expresión bioética urbana. El cuestionamiento remite no tanto a la constitución de más de una unidad teórica o disciplinar, sino más bien a una propuesta analítica que articula elementos heterogéneos en relaciones provisorias, de acuerdo con el problema a ser enfrentado. De esto se desprende un obstáculo que tiene que ver con la pretensión de formar otra sub-área cerrada en la bioética, con experts propios y sistematizaciones teóricas específicas.

Al sumar al término “bioética” el adjetivo “urbana”, se tiene como objetivo no tanto una calificación o una explicitación exhaustiva, como sí una inserción; es decir, por medio de esa adjetivación, se abre un nuevo campo de problematización que se adentra en el alcance del funcionamiento de la bioética. Tal como es concebido aquí, el nuevo campo, no se amolda a tal alcance, sino que da inicio a un proceso en el cual tanto el instrumento de análisis –la bioética- modifica el campo de problematización –los conflictos urbanos-, así como éste último modifica el instrumento de análisis. Esto es así porque el campo de problematización demanda un abordaje diferente a aquel centrado en el principio de autonomía, forzando así la búsqueda y el desarrollo de otras herramientas teóricas capaces de dar cuenta de las variables que emergen de los conflictos urbanos.

Se produce así la disminución de la velocidad 5. Stengers I. Cosmopolitics I. Minneapolis: University of Minnesota Press; 2011. en el sentido de la producción de respuestas presentadas a los problemas urbanos, como por ejemplo, aquellas que se dan por medio de la subsunción de la complejidad de dichas cuestiones sociales en relación al principio de autonomía, como propuesta individual para la resolución de los conflictos oriundos del ambiente urbano y/o a la apelación a un Estado interventor/protector, que tendría la capacidad de actuar en la dimensión colectiva. Subsumiendo la voz de aquellos que experimentan –de hecho- la complejidad de los conflictos sociales en su cotidiano, en el discurso de la disfuncionalidad en relación al patrón hegemónico, este tipo de análisis no promueve, a priori, ni el diálogo ni la emancipación 6. Nascimento WF, Martorell LB. A bioética de intervenção em contextos descoloniais. [Internet]. Rev. bioét. (Impr.). 2013 [acesso set 2014]; 21(3):423-31. Disponível: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1983-80422013000300006
http://www.scielo.br/scielo.php?script=s...
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La yuxtaposición entre los términos “bioética” y “urbana”, se refiere también a la comunicación entre diferentes esferas de existencia, conocida como transversalidad. En otras palabras, como quería Van Rensselaer Potter, se pretende un funcionamiento semejante al de un puente, pero no sólo entre ciencias biológicas y humanidades, sino también entre diversos modos de existencia, diferentes saberes y prácticas, que compartan consensos o disensos, en asociaciones o batallas.

Formalmente, esta inserción de los problemas urbanos en relación a la bioética aparece brevemente en su libro de 1971, “Bioethics: Bridge to the future” 7. Potter VR. Bioethics: bridge to the future. Englewood Cliffs: Prentice-Hall; 1971., en el cual Potter enumera varios campos problemáticos en donde las respectivas éticas deberían funcionar e involucrar –necesariamente- a la bioética, la cual, según el autor, es una ciencia de la supervivencia: Nosotros nos encontramos en una situación de gran necesidad de una ética de la Tierra, una ética de la vida salvaje, una ética poblacional, una ética del consumo, una ‘ética urbana’ [las comillas son mías], una ética internacional, una ética geriátrica (…) y todas ellas involucran a la bioética 8. Potter VR. Op. cit. p. 7..

A pesar de la generalidad e identificación inicial del término “superviviencia” 9. Schramm FR. Uma breve genealogia da bioética em companhia de Van Rensselaer Potter. Bioethikos. 2011;5(3):302-8., Potter, en textos posteriores 1010 . Potter VR. Global bioethics: building on the Leopold Legacy. Michigan: Michigan State University Press; 1988., 1111 . Potter VR, Potter L. Global bioethics: Converting sustainable development to global survival. Med Glob Surviv. 1995;2(3):185-91., busca pormenorizarlo por medio de una tipología calcada en la idea de supervivencia: mera supervivencia; supervivencia miserable; supervivencia ideal; supervivencia irresponsable; supervivencia aceptable. La última de esas clasificaciones sería el objetivo de la bioética.

La categorización de la idea de supervivencia en particularizaciones, propuesta por Potter, no apunta exclusivamente a la supervivencia de la especie humana de manera generalizada, sino que, sobre todo, estimula a recopilar todo conocimiento posible acerca de las relaciones entre los diversos modos de existencia, sus respectivos riesgos de extinción/exterminio, así como sus posibles formas de actuación, que puedan elevar o disminuir los riesgos de otros modos de existencia o causarles daños.

Los problemas urbanos amplían y complejizan el término “supervivencia” aplicado por Potter a partir de la inserción de formas de saberes y de prácticas en relación al territorio habitado –relación material e inmaterial-, teniendo en cuenta que los territorios estarían ligados a una orden de subjetivación individual y colectiva (…) un territorio funciona en una relación intrínseca con la subjetividad que lo delimita 1212 . Guattari F. Espaço e poder: a criação de territórios na cidade. Revista de Estudos Regionais e Urbanos. 1985;5(16):109-20.. Esto quiere decir que tomar en consideración los riesgos concernientes a ciertos modos de existencia, por medio de sus perspectivas propias, implica comprender que esos riesgos y los posibles daños no conciernen sólo a la existencia corporal sino también a la existencia incorporal, es decir, a los signos, relaciones, hábitos, referencias que constituyen un modo singular de existir en el mundo.

Tal definición se aproxima a lo que Isabelle Stengers 1313 . Stengers I. Un engagement pour le possible. Cosmopolitiques. 2002;1:27-36., 1414 . Stengers I. La proposition cosmopolitique. In: Lolive J, Soubeyran, diretores O. L’Émergence des cosmopolitiques. Paris: La Découverte; 2007. p. 45-68. llama perspectiva etoecológica, en la cual son inseparables el hábito y el hábitat. Esto no significa una dependencia funcional, lo cual podría acarrear un guiño determinista, sino más bien una relación en la cual dónde y cómo se habita, funcionan como agentes uno del otro. En sentido urbano, por lo tanto, tal perspectiva no designaría la identidad individual o grupal, constituida también por la pertenencia a un territorio, sino que se trataría de una mirada que busca aprender con esos modos de existencia. Una mirada que examina cómo se da un cierto vivir, un cierto habitar y un cierto dónde se habita que no son sólo elementos que se suman para formar un conjunto específico, sino elementos que se retroalimenta y se reengendran continua y consecuentemente, constituyendo un modo de existir que guarda cierta coherencia, sin quedar, no obstante, estancado ni cerrado en sí mismo.

A partir de esta perspectiva, se puede entender a la ciudad como un ente en permanente proceso de creación y transformación. Tal proceso no se agota en la acción de parte de los vivientes, específicamente de aquellos que estudian los “problemas” de la ciudad, urbanistas, arquitectos y gerentes oficiales del espacio. Más allá de ellos y de los demás actores que se apropiaron del espacio y condicionaron las formas de existir hegemónicas, la vida urbana también experimenta la acción de personas cuya voz hace eco en la periferia del poder, aquellos que viven en favelas/villas urbanas, en asentamientos urbanos, que habitan barrios populares y también aquellos que se encuentran en situación de calle; todos aquellos que también engendran su propia existencia en la existencia de la ciudad.

Esta perspectiva también revela una encrucijada en el ámbito de los procesos de decisión acerca de cómo lidiar con los problemas urbanos, delante de la cual se puede optar por la búsqueda de soluciones que privilegien la simetría o la asimetría. En estos cruces, la alternativa pasa por la consolidación aún mayor de los lugares de donde se habla ya instituidos, representando al status quo, o por la osadía de hacer resonar la voz de otros interlocutores, que habitan la ciudad a su propio modo, inaugurando otras vías de diálogo.

El primer camino, basado en la discursividad oficial, se impone por la acción gubernamental y del Estado, amparándose en los presupuestos técnico-científicos para legitimarse. El segundo brota caprichoso en los meandros de las calzadas, insistiendo en existir y hacer propio el mundo en el que le es permitido habitar. Para ambos, los problemas del espacio urbano se configuran como inmanentes y, paradojalmente, trascendentes a lo cotidiano, dado que la experiencia de cada uno es modulada por el colectivo, lo cual se sobrepone a la voz de todos, muchas veces de manera perversa y aleatoria.

Como punto de partida, se afirma que la relación con esos problemas puede desprenderse de una elección práctica entre dos polos: el de la complejidad y el de la complicación 1515 . Stengers I. Réinventer la ville? Le choix de la complexité. Paris: Département de la Seine Saint-Denis; 2001.. Este último se refiere a la ciudad como totalidad factible de ser descompuesta en partes más simples. Se tiene, como principio, acciones urbanas preestablecidas materializadas en equipamientos urbanos específicos. El equipamiento “calzada” ejemplifica de forma simple el principio de la circulación. Tales equipamientos son comprendidos como organizados desde la parte hacia el todo, en un proceso creciente que parte de la calzada para abarcar paulatinamente la calle, el barrio, la circunvalación, hasta alcanzar los contornos de la urbe. La “verificación” de problemas en el polo de la complicación ocurre cuando hay un desvío o una subversión de las funciones planeadas, ya sea por mal funcionamiento, mala utilización o por utilizaciones dispares de ciertos equipamientos, hechos que causan efectos nocivos en la cadena lineal de organización de la ciudad.

Por otro lado, en el polo de la complejidad, tanto las relaciones de alianza como las divergencias o batallas se sitúan en redes en las cuales se incluyen todos los agentes urbanos –humanos y no humanos. De esta manera, una ciudad, en su sentido territorial-administrativo, es una referencia abstracta atravesada por relaciones y flujos concentrados que constituyen redes. Este aspecto no acarrea la inexistencia de principios y funciones, sino que hace que esa existencia se dé de forma consecuente, es decir, que ella esté asociada en esas redes de relaciones a sus consecuencias, inmediatas o no. Inmediatamente, los problemas urbanos dejan de estar anexados al desvío o a la subversión de aspectos preestablecidos, para configurarse a partir de prácticas, consecuencias y, tal vez lo más importante, de la indicación de la existencia de problemas por parte de las personas interesadas en una resolución.

Como elección práctica, los polos de la complicación y de la complejidad están separados, pero en el curso de la relación con un problema, es posible que aspectos pertenecientes a uno u otro se combinen. Con esto, la posibilidad de postular respuestas al problema se amplía y, por lo tanto, la posibilidad de relacionarse con él, también. Así, esta estructura binaria no se jerarquiza, el polo complejo no ejemplifica el progreso del conocimiento, como apunta Stengers1515 . Stengers I. Réinventer la ville? Le choix de la complexité. Paris: Département de la Seine Saint-Denis; 2001., sino una elección, una forma de situarse en relación a un problema; en otras palabras, es un modo de optar por la complejización del problema. De este modo, se pasa a la cuestión que trata sobre el posible funcionamiento de una bioética llamada urbana; es decir, cómo la bioética puede actuar en la complejización y en el enfrentamiento de los problemas urbanos. En principio, dos elementos de la bioética potteriana emergen: el primero relativo a la sabiduría y el segundo, al puente.

Sabiduría, para Potter, es el conocimiento de cómo usar el conocimiento 1616 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 1.. Esto quiere decir que la ciencia es conocimiento pero no sabiduría, sabiduría es el conocimiento de cómo usar la ciencia y cómo equilibrarla con otros conocimientos 1717 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 49.. La sabiduría, entonces, como elemento regulador del conocimiento, principalmente aquel que el autor llama peligroso: un conocimiento puede tornarse peligroso en las manos de especialistas que no son capaces de vislumbrar las implicaciones de sus trabajos 1818 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 69.. Un conocimiento no es intrínsecamente peligroso, lo es por medio de su uso: un conocimiento no puede ser en sí inherentemente bueno o malo. (…) Conocimiento es poder y, cuando un conocimiento está disponible, será utilizado como poder siempre que fuera posible. Nadie se preocupa por un conocimiento que no se usa. Es su uso lo que lo torna peligroso o útil 1919 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 70..

Posteriormente, se piensa en dos cuestiones acerca de la funcionalidad de un conocimiento –o workability, según Potter 2020 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 45.. La primera de ellas se refiere a la pregunta ¿la cosa está funcionando ahora? 2020 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 45., y se relaciona al pragmatismo de corto alcance (short-range pragmatism). La segunda pregunta puede ser asociada a ¿cómo la cosa afecta a nuestra sociedad? 2020 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 45.. Esta última es exactamente lo que Potter llama pragmatismo de largo alcance (long-range pragmatism).

Siendo un elemento regulador, la sabiduría, al no funcionar en su plenitud, puede también tornarse peligrosa y eso ocurre cuando las preguntas pragmáticas son hechas y respondidas sólo por una porción de quienes están involucrados en el problema, y cuando esas preguntas son direccionadas solamente al producto (conocimiento) y no, conjuntamente, al proceso de producción. En este sentido, así como un conocimiento peligroso nunca puede ser devuelto a los laboratorios donde surgió 2121 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 63., un procedimiento peligroso nunca puede ser totalmente desmontado.

Un conocimiento y/o su producción se constituyen en peligros cuando funcionan como riesgos o daños para ciertos modos de existencia. De esta manera, además de que los diversos modos de existencia entren en el campo de consideración relativo a un problema urbano, cabe que participen de la elaboración de las cuestiones acerca de los procesos en los cuales están involucrados. Esto quiere decir que cierto modo de existencia implicado en un proceso/conocimiento exógeno, necesita ser capaz de colocar en riesgo ese propio conocimiento. La sabiduría no es exclusiva y sí colectiva.

Teniendo en cuenta que “conocimiento peligroso” se define como aquel que produjo un desequilibrio temporal al posicionarse en frente de otras ramas de conocimiento 2222 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 76., y considerando también a la sabiduría como principio colectivo regulador, emerge la necesidad de que se produzcan situaciones de “equilibrio” entre las “ramas de conocimiento” en cuestión. Por lo tanto, uno de los fines de la bioética es la búsqueda del equilibrio del conocimiento científico (o disciplinar, incluyendo el urbanismo, la arquitectura y otras disciplinas y prácticas institucionales formalmente responsables por pensar y modificar la ciudad) y de otros conocimientos no institucionales, como aquellos producidos permanentemente en las calles, favelas/villas y asentamientos urbanos.

Por otro lado, otro elemento priorizado por Potter revela su importancia, a saber, aquel que prevé que la bioética debe funcionar como puente: debemos construir ‘un puente para el futuro’ construyendo la disciplina bioética como un puente entre las dos culturas, la ciencia y las humanidades 8. Potter VR. Op. cit. p. 7.. La bioética, para Potter, sería la llave interdisciplinar entre biología, ciencias sociales y filosofía. Mientras tanto, en relación a los problemas urbanos, se trata de multiplicar los puentes y no restringirlos a aquellos que se tracen entre las disciplinas pregonadas por Potter, pues las decisiones y las producciones acerca de la ciudad funcionan por medio de otros saberes y prácticas que afectan la supervivencia de diferentes modos de existencia. Así, las preguntas que pueden orientar el trazado de esos puentes pueden ser las formuladas por Stengers: ¿cómo aquellas personas que son afectadas por aquello que está siendo producido podrían ser ‘invitadas’ a participar de esa producción?, ¿cómo pueden tornarse partes interesadas, multiplicando preguntas, objeciones y exigencias? 2323 . Stengers I. Op. cit. 2011. p. 346..

Se puede objetar que este proceso de multiplicación de quien puede intervenir en el proceso productivo o decisorio relativo a la ciudad fomenta el caos o el desorden. Al respecto, cabe resaltar que complejidad y caos guardan relación estricta, o mejor, el caos habita lo complejo; lo complejo habita el caos 2424 . Guattari F. Qu’est-ce que l’écosophie? Textes agencés et présentés par Stéphane Nadaud. Paris: Lignes; 2013. p. 292.. Se trata de relacionarse con el caos, el desorden, buscando hacer emerger los trazos de complejidad de los problemas en cuestión. Tal complejización abre un nuevo campo de posibilidades, que difícilmente emergería de la búsqueda apresurada por una solución. En este sentido, es preciso tener en cuenta la afirmación de Potter de que el desorden es una fuerza a ser utilizada, el material crudo para la creatividad 25 25 . Potter VR. Op. cit. 1971. p. 25. . Es decir, para desarrollar procesos auténticos y encontrar soluciones adecuadas a los dilemas bioéticos hay que seguir la propuesta de Nietzsche, que consideraba necesario tener un caos en sí para poder dar luz a una estrella bailarina 26 26 . Nietzsche F. Assim falava Zaratustra: um livro para todos e para ninguém. Petrópolis: Vozes; 2007. p. 27. .

Consideraciones finales

De forma provisoria, a modo de conclusión, se apuntan aquí algunos elementos de un recorrido sistemático por el cual se puede seguir una bioética llamada urbana, que haga funcionar esos aspectos señalados a partir de Potter. El primer elemento está relacionado con un posible método; el segundo, con el proceso de variación y creación de principios; el último, con su aplicación.

Así, en primer lugar, en lo que se refiere al método, la cohabitación urbana no permite la existencia de un observador neutro. La construcción permanente y el desarrollo de la ciudad abarcan la subjetividad y el cuerpo de quien la habita. De esa manera, cualquier método a ser utilizado en el ámbito de los problemas urbanos parte del presupuesto de que quien investiga no se sitúa en la posición de observador externo, sino que está incluido en los procesos socipoliticos 2727 . Bruce A. Situation ethnographique et mouvements ethniques: notes sur le terrain postmalinowskien. In: Agier M, directeur. Les composantes politiques et éthiques de la recherche. Paris: ORSTOM; 1995. p. 9-18. que envuelven los conflictos en cuestión. Es en este sentido que el trabajo etnográfico parece interesante para la bioética: en él se entra en contacto con los discursos y los problemas creados en el acto y por quien está involucrado en esa relación.

El trabajo etnográfico puede ser, así, una operación ético-política: una situación en la cual saberes y practicas desfavorecidos no sólo pueden hablar por sí mismos, sino que también pueden afectar, por medio de un puente, una gama mayor de saberes y prácticas, hasta incluso aquellos institucionales, formalmente responsables por el gerenciamiento y transformación de la ciudad.

Asociado a la bioética, el trabajo etnográfico no sería una forma de aproximarse a situaciones concretas y así poder responder mejor a la pregunta ¿qué haría usted en esta situación? 2828 . Bosk CL. What would you do? Juggling bioethics & ethnography. Chicago: University of Chicago Press; 2008. p. 19., pero sí un modo de hacer emerger otras variables del problema –aquellas expuestas voluntaria o involuntariamente, de formar verbal o no verbal 2929 . Fravet-Saada J. Ser afetado. Rev Cad de Campo. 2005;(13):155-61., por quien está involucrado-, permitiendo extender o hacer surgir un campo de posibilidades, además de las probabilidades dadas, relativo al problema en cuestión. Tal vez esta asociación entre etnografía y bioética posibilite, de hecho, que la bioética ocupe, además de la posición predominante de prescriptora/proscriptora, aquella que alude a la producción de nuevos campos.

El segundo elemento, el proceso de variación y creación de principios, se desprende del método, en el sentido de que quien investiga no busca verificar si los principios formulados anteriormente pueden ser o si son aplicados en la red de relaciones en cuestión. De manera general, los principios son tomados como axiomas y, por eso mismo, nunca cuestionados. De modo diverso, en la actuación de la bioética urbana, no se busca aprender la acción de principios exógenos al conflicto en foco, pero sí, por un lado, comprender cómo el conflicto genera variaciones en un principio preestablecido, recreándolo por medio de su aplicación concreta; y, por otro lado, hacer emerger principios creados en acto –voluntaria o involuntariamente- para dar cuenta de las diferentes variables que emergen en las relaciones conflictivas en cuestión.

Ocurre, de esta manera un salto de persperctiva 3030 . Mori M. A bioética: sua natureza e história. Rev Humanidades. 1994;9(4):332-41., como aquel promovido por el surgimiento de la bioética potteriana, que, al multiplicar los principios a ser tenidos en cuenta en el análisis de un problema, permite el abandono de un principio absoluto, específicamente aquel de la sacralidad de la vida.

De esta forma, se identifica la ampliación del campo de actuación, como la promovida por la bioética producida en América Latina, que busca situar los conflictos del área de la salud en su contexto social 3131 . Porto D. Bioética na América Latina: desafio ao poder hegemônico. [Internet]. Rev. bioét. (Impr.). 2014 [acesso set 2014]; 22(2):213-24. Disponível: http://revistabioetica.cfm.org.br/index.php/revista_bioetica/article/view/911/1036
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, descentralizándose, así, del modelo biomédico, promovido por el principialismo. Se trata aquí de un salto que permite, por un lado, la desvinculación de principios preestablecidos y, por el otro, la vinculación de los principios creados o recreados en un acto con sus consecuencias. Estas últimas engendran nuevos significados que modifican permanentemente los principios.

Finalmente, a partir del trabajo de tornar inteligibles tales principios, se tiene como objetivo hacerlos funcionar en los problemas en cuestión, buscando equilibrarlos y estableciendo puentes entre los principios que rigen las acciones potencial o efectivamente causantes de daños a los diversos modos de existencia urbana. Tales puentes son interconexiones que admiten no sólo la comunicación consensual, sino también posibles colisiones y disensos, los cuales no deben ser vistos como obstáculos sino como material para la producción de nuevas posibilidades urbanas.

Referências

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Jan-Apr 2015

Histórico

  • Recibido
    8 Oct 2014
  • Revisado
    21 Ene 2015
  • Acepto
    12 Feb 2015
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